Voces del Periodista Diario

La tortuga y los patos de collar se presentan como la pieza del mes de mayo en el Museo de Historia Natural

Por Eder Zárate

CIUDAD DE MÉXICO, 05 de mayo de 2018.- Durante el mes de mayo, en el vestíbulo del Museo de Historia Natural se unen el pato de collar (Anasplatyrhynchos) y la tortuga de orejas rojas (Trachemysscripta) para contar la fábula de Jean de la Fontaine (1621-1695):

La tortuga estaba aburrida de andar siempre por el mismo jardín.

– ¡Ah! -decía-. ¡Cuánto me gustaría viajar y ver mundo! Pero camino tan despacito que no llegaré muy lejos.

Dos patos la oyeron y se ofrecieron a ayudarla.

Entonces tomaron un palito y, entre los dos, lo sostuvieron con el pico. La tortuga no tuvo más que prenderse con la boca del palo y los patos remontaron vuelo y la llevaron por el aire.

– ¡Por fin pudo ver las copas de los árboles, y los techos de las casas!

De pronto, se sintió tan poderosa, tan importante, que empezó a gritar:

– ¡Soy la reina de las tortugas!

– ¡Miren…cómo… vue… lo!… ¡Miren… cóo… o… o…!

Pero, al abrir la boca, tuvo que soltar el palito y cayó a plomo. ¡Pataplúm! Cayó en el pasto y se dio un gran porrazo, tan grande que estuvo dos días quejándose:

– ¡Ay, ay, ay, ay! ¡Por creerme la reina de las tortugas, ahora soy la reina de los chichones!

Además de la moraleja, los visitantes conocerán datos interesantes de ambas especies,  por ejemplo, gracias a la facilidad con la que consiguen su sustento, los patos de collar son abundantes en los parques urbanos y suburbanos que los convierte en mansos y accesibles. Sin embargo, en áreas silvestres donde se les caza intensamente, suelen ser muy desconfiados y temerosos con las personas que se les acercan.

Estas aves han convertido muchas de sus conductas en rituales, por ejemplo los machos pueden enfrentarse entre sí con una inclinación de cabeza, amenazar al agresor con el pico abierto o empujarlo de pecho a pecho.

Por otro lado, las tortugas de orejas rojas son las más populares en el mercado de mascotas, con más de 52 millones de ejemplares que fueron exportados desde los Estados Unidos a otros países entre 1989 y 1997. Su dieta omnívora y capacidad de adaptación a diversos hábitats, les dio la posibilidad de supervivencia, ya que cuando crecen suelen ser abandonadas en lagos o parques. Se considera invasora en varias naciones de todas las regiones del mundo incluido México, por lo que compite con otras tortugas nativas por alimento y sitios de anidación.

Con la pieza del mes, el aprendizaje y la reflexión están disponibles en el vestíbulo del Museo de Historia Natural, durante el mes de mayo.

El Museo se encuentra en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, está abierto de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. La entrada general tiene un costo de $27.00 pesos; maestros y estudiantes con credencial vigente $12.00 pesos; el acceso con cámara fotográfica es de $16.00 pesos y con cámara de video $35.00 pesos.

Las visitas guiadas tienen un costo de $9.00 pesos, el servicio de silla de ruedas no tiene costo; adultos mayores, personas con discapacidad y menores de 3 años, tienen entrada libre. Para mayor información comunicarse al 55 15 63 04 ext. 112 y 113 o consultar la página: data.sedema.cdmx.gob.mx/museodehistorianatural

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