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60 médicos tienen buen éxito al realizar trasplante secuencial en el Instituto de la Nutrición

El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), de la Secretaría de Salud, realizó con éxito el primer trasplante secuencial en México. Esto significa que gracias a un grupo de ocho operaciones, cuatro pacientes recibieron un riñón cada uno, los cuales fueron donados por otras cuatro personas que no eran sus familiares, pero que al donar un riñón sano obtenían un órgano similar de otra persona para su familiar enfermo.
Este procedimiento requirió del trabajo de 60 médicos, a lo largo de 48 horas. Ayer fueron presentados las ocho personas sometidas a cirugía, es decir, los cuatro donadores y los cuatro beneficiados, al cumplirse tres meses del proceso y considerar que ya están seguros.
Para realizar este primer trasplante secuencial se aplicó toda una metodología en la que se verificaban las compatibilidades biológicas y los posibles rechazos si se hacían estas donaciones cruzadas y operaciones en cadena. Como apoyo para el diseño de esta proeza médica se usó algoritmo matemático de compatibilidad que diseñó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El éxito de estas operaciones no sólo beneficia a las ocho personas que estuvieron en el quirófano, pues se abre la posibilidad de que en México se realicen más operaciones con donadores cruzados y se podría reducir la larga lista de espera de pacientes que aguardan para recibir un riñón donado, al padecer falla renal o daño grave a los riñones por enfermedades crónicas como la diabetes. Muchas de estas personas no han podido ser operadas por no tener un donador biológicamente compatible en su familia.
Además del trabajo del Instituto Nacional de Nutrición, que es parte de la Secretaría de Salud, y de los académicos de la Facultad de Medicina de la UNAM, también se contó con la colaboración de la Fundación Carlos Slim que apoyó económicamente a los participantes para hacer posible esta primera cadena.
DONADORES Y RECEPTORES
Una cadena de trasplantes funciona de una forma muy sencilla: si una persona desea donar un órgano a otra persona que lo necesita, ambos tienen que someterse primero a una serie de pruebas de compatibilidad. Hay ocasiones en que por cuestiones genéticas o por tipos de sangre distintos, esa persona no puede donar al receptor que conoce. Lo que se hace entonces es incluir a esta pareja donador-receptor en un trasplante secuencial, en el que se encuentran otras parejas que están en una situación similar, entonces se pueden hacer las pruebas necesarias para encontrar la asignación óptima que beneficie al mayor número de personas que requieren un trasplante.
“Se requieren entre cincuenta y sesenta especialistas médicos, enfermeras, trabajadores sociales, asistentes, etc. para que se logre un exitoso trasplante secuencial, pero sin duda es una excelente opción para quienes su única posibilidad de vida es un trasplante. Por medio de una cadena de trasplante, encontrarán más rápidamente la posibilidad de recibir el órgano que necesitan”, aseguró el doctor Mario Vilatobá Chapa, jefe de Trasplantes del Instituto Nacional de Nutrición.
 
(Nota de Antimio Cruz para La Crónica)

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