Dos toros de lidia que escaparon del corral de encierro de la plaza de toros Silverio Pérez en la Feria del caballo, tuvieron que ser sacrificados a balazos por policías municipales, luego de que embistieron autos y a una despachador de gasolina.
Los hechos sobre los que se pretendía guardar hermetismo, ocurrieron la mañana del sábado, cuando los hastados salieron de las instalaciones de La Feria del caballo, dirigiéndose al estacionamiento.
Los toros de más de 400 kilos de pesos, que estaba destinados para las corridas del cierre de la feria, embistieron una patrulla y un auto a los que les causaron severos daños.
Sí embargo la situación más difícil se vivió cuando se dirigieron a la gasolinera y uno de los toros se lanzó contra un despachador de gasolina.
Tras el ataque de los hastados contra el despachador de gasolina, paramédicos de protección civil los examinaron y curaron sus heridas en el lugar, señalando que no eran de gravedad, ya que sólo había sido “el revolcón”.
Al ver que los toros no eran fáciles de controlar por los policías y los vaqueros, los uniformados los sacrificaron a balazos para evitar que algún civil saliera dañado.
Sin embargo aficionados a la fiesta taurina, lamentaron este fin para los hastados que estaban destinado para morir en el ruego y no a balazos y a manos de los policías municipales.
La empresa organizadora no habló sobre la pérdidas que representa para las ganadería las muerte de los toros criado para dar su vida en la fiesta taurina.
Texcoco. 28 Abril 2014 (Con información de Reporteros en Movimiento)