Las capturas de presuntos narcotra?cantes, la iniciación de averiguaciones previas y la consignación de probables responsables se desplomaron 60 por ciento a partir de 2013.
Las cifras indican que la detención de presuntos responsables detenidos e indiciados por delitos contra la salud dentro de una averiguación previa cayó 61% en 2013 en comparación con el año anterior.
El promedio en la caída de presuntos responsables de 2006 a 2012 fue de 65 mil 357 capturas cada año. En 2013 se presentaron 17 mil 458 detenciones.
En 10 meses de 2014 (enero a octubre) que contempla el informe proporcionado por la Procuraduría General de la República (PGR) a través de transparencia reporta 11 mil 841 capturas.
Las estadísticas también evidencian una caída de 60% en 2013 en relación con el año anterior en la iniciación de averiguaciones previas. En 2013 la PGR indica que hubo 16 mil 862 indagatorias y en 2012 fueron 42 mil 278 casos.
En promedio, de 2006 a 2012, se contabilizaron 64 mil 70 investigaciones por año.
De enero a octubre de 2014 se iniciaron 11 mil 342 averiguaciones previas con y sin detenido.
En el caso de consignaciones, es decir, el procedimiento en que la Fiscalía logra acreditar los elementos para poder enviar a prisión a un delincuente para que siga su juicio, la caída es de 55.4%, ya que en 2012 se presentaron 18 mil 455 y un año después fueron ocho mil 215 las averiguaciones previas consignadas (con y sin detenido).
El descenso se mantiene en 2014, pues en 10 meses del año que concluyó se presentaron seis mil 733 consignaciones.
De 2006 a 2012, la PGR consiguió la consignación de 17 mil 30 presuntos delincuentes por año en promedio por delitos contra la salud.
Aunque las estadísticas de la PGR muestran una menor actividad del Ministerio Público, no necesariamente la calidad de su trabajo ha mejorado, ya que se mantiene la misma proporción, indicó Adolfo Miranda Castillo, analista de temas de seguridad.
“(Los datos) demuestran una disminución en la cantidad del trabajo y puedes tener distintas hipótesis de esa disminución, pero lo fundamental es que no hay una disminución en estos datos respecto de la calidad del trabajo. ¿Por qué razón? Porque la proporción entre las averiguaciones, número de detenidos y las consignaciones, proporcionalmente mantienen la misma relación.
Deja ver una tendencia por el cambio de gobierno, pero, si se ve el primer dato (probables responsables detenidos e indiciados dentro de una averiguación previa) versus (ante) las consignaciones de ese año, la proporción sigue siendo alrededor de dos a uno”, señaló.
Con dicha información proporcionada por la Fiscalía, no se puede acreditar ninguna mejoría en la calidad del trabajo ministerial, explicó Miranda Castillo.
“Solamente la mitad de las averiguaciones llegan a una consignación. En cada año se mantiene más o menos la misma proporción, es decir, que el nivel de eficiencia del Ministerio Público no varía. Los resultados de su trabajo no varían en cuanto a su calidad, varían respecto de su cantidad”, explicó.
Para el especialista, pueden ser múltiples factores los que ocasionen el descenso en las estadísticas, una de ellas es que la política criminal esté enfocada en atrapar “peces más gordos”.
“Puede ser que el Ministerio Público tenga la instrucción de trabajar buscando detenciones de mayor impacto, no se están deteniendo a personas que en el argot se les llama bachicheros, es decir, que lo que hacen es que traen una pequeña cantidad de droga y que en realidad no son grandes distribuidores”, afirmó.
“Ésa puede ser una hipótesis, que hayan decidido dejar de consignar a toda la persona que detienen con una cierta cantidad de droga para tratar de concentrarse en el sector más alto de la cadena delictiva”, añadió.
Además de los cambios en la política criminal, también pudo haber sido el resultado de cambios de carácter jurídico e incluso que sea una decisión oficial debido a la falta de espacios en las prisiones, indicó el experto en seguridad pública.
“Eso puede tener varias explicaciones. Número uno: que hayan ocurrido en este mismo periodo modificaciones al Código Penal o al Código de Procedimientos”, señaló, “también puede ser que haya una política criminal distinta, una decisión política de cómo actúa el Ministerio Público y también puede ser que haya un problema real de que ya no haya lugar en las cárceles, al no haber lugar en las cárceles la saturación del sistema penitenciario hace que se frene el resto del proceso”.
Para Miranda Castillo, lo más importante del fenómeno es contar con estadísticas que muestren cómo evoluciona la eficiencia del trabajo de las autoridades.
“En este país se cometen una cierta cantidad de delitos cada año, pero lo importante es saber de esos delitos cuántos son denunciados. La diferencia se llama cifra negra y la diferencia de la cifra negra es la desconfianza del ciudadano a la autoridad. Lo importante es saber si esa cifra va cambiando, y después de saber si esa cifra va cambiando de los (delitos) efectivamente denunciados, qué pasa con los delitos denunciados, si terminan con una sanción, eso es lo que se llama la eficiencia en el trabajo de la autoridad”, sentenció.
Entre el trabajo oficial y la opinión del ciudadano, aseguró en entrevista Miranda Castillo, existe una relación: “Si la autoridad no incrementa su eficiencia, la ciudadanía no incrementa su respaldo y su confianza”.
Con información de Excelsior