Cuauhtémoc Blanco rindió protesta como presidente municipal de Cuernavaca con la promesa de cambiar “la situación” de la capital de Morelos. En un mensaje durante la ceremonia que se realizó en el Museo de la Ciudad, el ex futbolista dijo que “dará la cara aunque muchos piensan que va a renunciar”.
Ataviado de traje negro, camisa blanca y corbata oscura, el edil señaló que buscará convertir al municipio en un territorio de “ganadores” y unificará las ideas y expresiones de los habitantes hacia su administración.
“Me romperé el alma porque quiero que todos vivamos en un Cuernavaca de calidad”, dijo durante la sesión de cabildo.
La ceremonia de toma de protesta se realizó dos días antes del primero de enero, fecha en la que sus antecesores solían asumir el poder.
Horas antes, los 600 policías de la capital morelense fueron desarmados por el titular de la Comisión de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra, informó el dirigente del Partido Socialdemócrata (PSD), Eduardo Bordonave.
Tanto el alcalde electo de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, como Bordonave reiteraron que no ratificarán el mando único, por lo cual se desarmó a los policías. Al mismo tiempo, Bordonave responsabilizó al comisionado Capella y al gobernador perredista, Graco Luis Ramírez, de los delitos que ocurran en las próximas horas en la capital de Cuernavaca.
El dirigente estatal del PSD aseguró que solicitaron varios inmuebles al gobierno del estado, incluido el Palacio de Cortés, pero no para que allí despache Blanco. Reconoció que también el representante de Blanco, Juan Manuel Sanz, pidió 745 millones al gobierno del estado, recursos que, según Bordonave, fueron aprobados por el Congreso estatal para el municipio en el 2013.
A las 11 comenzó en el Museo de la Ciudad la sesión de cabildo en la que tomó protesta Blanco como alcalde de Cuernavaca.
