MÉXICO (Notimex) 21 de diciembre de 2017.- La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que para evitar mayor polarización, México se abstuvo en la votación, en la Organización de las Nacionales Unidas (ONU), sobre el status de Jerusalén.
“México se abstiene en la votación en la ONU sobre el status de Jerusalén, para evitar mayor polarización. El @gobmx respalda el diálogo para resolver el conflicto en la región. Postura de México en la ONU – http://bit.ly/2BvKxDH”, dio a conocer en su cuenta de Twitter @SRE_mx.
De acuerdo con un documento en el que se da a conocer la postura del país en este caso, México se abstuvo porque “está preocupado por la distorsión que está sufriendo la legítima búsqueda de la paz entre Palestina e Israel. Hoy estamos más lejos de que se alcance un acuerdo. No estamos más cerca”.
“México no considera que sea positivo ni útil para el proceso de paz, una declaración unilateral para reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Pero tampoco es útil y es desproporcionado tener una sesión de emergencia Unión Pro-paz de la Asamblea General para rechazar tal declaración”, se explica.
En la ONU, consideró también que Estados Unidos debe ser parte de la solución al conflicto entre palestinos e israelíes y no debe convertirse en un obstáculo adicional que complique los avances, por lo que llamó a la calma y a la cordura a todas las partes.
México respaldó el diálogo como el medio para resolver el conflicto entre Israel y Palestina, con base en la solución de dos Estados, es decir, el derecho de Israel y de Palestina a vivir en paz dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, tal como fue pactado en los Acuerdos de Oslo y ratificado por diversas resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU.
“Israel debe respetar el carácter y el Estatuto especial de la Ciudad Santa de Jerusalén y preservar las singulares características espirituales y religiosas de los lugares sagrados de la ciudad”, aseveró.
Refrendó que mantendrá su Embajada en Tel Aviv, de conformidad con la Resolución 478 del año de 1980 del Consejo de Seguridad, así como las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de la ONU, relativas al estatus de la Ciudad de Jerusalén.
México reiteró su firme convicción de que una solución política y pacífica del conflicto debe producirse mediante negociaciones directas, sin precondiciones, entre las partes, que resuelvan los problemas sustantivos, incluido el estatus definitivo de Jerusalén.
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