La muerte de un hombre tras el desalojo de maestros en Acapulco, Guerrero, no fue producto del enfrentamiento entre docentes y elementos de la Policía Federal, sino de un posible aplastamiento.
Así lo afirmó esta tarde el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, al dar a conocer los resultados del parte médico y la necropsia de quien la Ceteg identifica como Claudio Castillo Peña.
“La necropsia concluye que la persona falleció a causa de un traumatismo profundo de tórax, lo que coincide con el parte médico realizado en el Hospital Naval; se presume que las lesiones fueron producto de aplastamiento.
“Es importante destacar que no hay ningún traumatismo craneoencefálico como algunas versiones lo han señalado; en este sentido, la información indica que el fallecimiento no fue producto del enfrentamiento entre los manifestantes y los elementos de la Policía Federal, es decir, muy posiblemente la defunción fue producto de un evento distinto”, apuntó.
Al dar un mensaje en la Secretaría de Gobernación, Rubido dijo que, según la necropsia, el hombre presentó lesiones en ambos lados del tórax y fracturas desde la segunda hasta la decimoprimer costilla, además de desgarre pleural y perforación de pulmones.
El Comisionado no especificó si las lesiones de la víctima pudieron haber sido hechas por el autobús que, dijo, fue utilizado para tratar de embestir a los elementos de la Policía Federal al inicio del operativo, aunque precisó que el vehículo hizo un segundo movimiento en reversa hacia donde se encontraba un grupo de manifestantes.
“He girado las instrucciones correspondientes para profundizar en las investigaciones a efecto de determinar con toda precisión los motivos del fallecimiento de esta persona”, señaló.
Rubido explicó que el hombre, a quien no identificó por su nombre, fue recogido por una ambulancia de la Cruz Roja y llevado al Hospital Naval en Acapulco, al que ingresó a las 21:40 horas con lesiones calificadas como graves.
Dijo que el parte del médico de la atendió señala que el individuo llegó inconsciente y con signos vitales débiles, por lo que se le intubó y medicó para estabilizarlo. Sin embargo, murió poco antes de las 4:00 horas.
Al detallar el operativo, señaló que éste se desplegó con 800 elementos equipados con tolete y escudo, con el objeto de preservar el orden, pues los manifestantes tenían la intención de tomar, no por la vía pacífica, las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Acapulco.
Subrayó que antes de la acción de “dispersión”, la PF dialogó durante un par de horas con los líderes de la Ceteg, a fin de exhortarlos a que se manifestaran sin bloquear las vialidades.
“Alrededor de las 19:30 se hizo un nuevo exhorto a que se retiraran, insistiéndoles en que las afectaciones se estaban causando para toda la población, para ese momento, los manifestantes movilizaron a mujeres y niños hacia el frente de su contingente.
“A pesar de ello, de que mujeres y niños se encontraban frente a la primera línea de las fuerzas federales.uno de los autobuses que trasladaba a los manifestantes fue utilizado para embestir a los efectivos de la PF; de ello ha quedado constancia en las diversas imágenes que han sido difundidas a través de los medios de comunicación y en redes sociales”, aseveró.
Rubido recalcó que, conforme a los protocolos, y en respuesta a la agresión, los elementos federales reaccionaron con el objeto de dispersar a los manifestantes, reestrablecer el orden público y evitar mayores afectaciones a los habitantes del puerto.
En la acción, dijo, fueron detenidas 106 personas, de las cuales solamente 8 fueron puestas a disposición del Ministerio Público de la Procuraduría Estatal; asimismo, hubo 7 policías y 15 manifestantes lesionados, incluido el que posteriormente falleció.
Con información de Reforma