Lupa DigitalPor Diego Pappalardo (*)
El presidente sirio, Bashar al Assad, y el mandatario ruso, Vladimir Putin, anunciaron que “la fase activa de la operación militar en Siria está llegando a su fin”, mientras que Teherán proclamó la victoria sobre el Estado Islámico en Siria.
En el 2016, manifestamos que, durante el presente año, Al Assad obtendría su victoria. Idea que reafirmamos en el artículo sobre realineamiento del poder saudí el pasado mes de junio.
La derrota del Estado Islámico es simultánea a:
– Los movimientos intestinos del poder saudí.
– La ofensiva de algunos niveles del Pentágono sobre la CIA, adversaria de Trump.
– Exigencia de Trump para reducir el impacto dañino del yihadismo.
– Abandono del presidente turco, Erdogan, de la línea de adscripción a los poderes atlantistas.
– Cambio parcial del diseño de la geoestrategia británica en el Medio Oriente.
– Múltiples presiones sobre Benjamín Netanyahu y reajustes en la Hoja de Ruta israelí.
– La ofensiva de algunos niveles del Pentágono sobre la CIA, adversaria de Trump.
– Exigencia de Trump para reducir el impacto dañino del yihadismo.
– Abandono del presidente turco, Erdogan, de la línea de adscripción a los poderes atlantistas.
– Cambio parcial del diseño de la geoestrategia británica en el Medio Oriente.
– Múltiples presiones sobre Benjamín Netanyahu y reajustes en la Hoja de Ruta israelí.