Voces del Periodista Diario

A revisión el régimen de pensiones universitario

Ruta México

Por Álvaro Aragón Ayala

Una estampa típica de la sedicente izquierda mexicana. En 2019, en la Academia y algunos barrios urbanos y comunidades rurales se conmemoró el Primer Centenario del pie de cría de lo que sería el Partido Comunista Mexicano (PCM). Tomamos algunas notas de los actos realizados todavía en diciembre pasado, como corolario del año.

Ojo: Seguimos la ruta de la agenda luctuosa de las figuras emblemáticas del PCM que jalonaron particularmente el movimiento obrero durante la primera mitad del siglo XX.

Demetrio Vallejo (1985) líder del sindicato ferrocarrilero que terminó su gestión en el viejo Palacio Negro de Lecumberri, en la Ciudad de México. Se le recordó el año pasado en Matías Romero, Oaxaca, donde nació en el pueblo de El Espinal.

Juan de la Cabada (1986), también huésped reincidente del Palacio Negro. Se le homenajeó con especial aprecio en el estado de Campeche.

Benita Galeana (1995). Algunos segmentos feministas le rindieron tributo en algunas alcaldías de la Ciudad de México. Su currículum registra varios encarcelamientos.

Valentín Campa Salazar (1999). Compañero de jaula de Juan de la Cabada y Benita Galeana. Fue indómito dirigente ferrocarrilero. Supervivientes del gremio acompañaron su memoria en Monterrey.

Arnoldo Martínez Verdugo (2013). El sinaloense hizo biografía en la burocracia central del PCM. Se encargó de liquidarlo. Lo recordaron en la alcaldía de Coyoacán (CDMX).

Sobre el sindicalismo universitario y su perversión

A los primeros cuatro personajes se les conmemoró en la alcaldía de Iztapalapa (CDMX), donde todavía existen talleres de estudio y colectivos que no dan por muerto al PCM. En el Colegio Nacional y la UNAM, también hubo jornadas sobre el Centenario del extinguido partido.

La verdadera izquierda, si bien reducida y dispersa, cumplió con los rituales. Una izquierda académica, sindical y campesina. Quienes usurpan esa vertiente, cobran en el Congreso de la Unión y algunas legislaturas locales, ya bajo el paraguas del Movimiento de Regeneración, que en algunos campos ni es nacional ni es regeneradora.

Hemos querido esbozar ese cuadro, porque en algunas jornadas y mesas de análisis se tocó el punto de la “izquierda” universitaria, infiltrada en el PCM:  Se hizo un recorrido sobre el origen y desarrollo del sindicalismo universitario, cuando sus “representantes” movilizaron a la comunidad estudiantil con despropósitos como aquel de la universidad pueblo en oposición a la universidad fábrica, hasta llegar al momento en que, en los años setenta, los comités sindicatos empezaron a tomar por asalto las rectorías de las universidades púbicas de los estados.

A partir de esa época -siguiendo el curso de los debates de 2019-, la mancuerna rectorías-sindicatos convirtió las tesorerías de esas instituciones en un codiciado botín, del que se apoderaron vía revisiones de los contratos colectivos de trabajo, concebidos como relación obrero-patronal.

Uno de los capítulos más desgastantes de las finanzas universitarias, fue la maquinación de un “modelo” de jubilaciones dinámicas, consistente en la maniobra siguiente: Sobre la pensión ordinaria pagada por el IMSS o el ISSSTSE según convenio con las universidades, éstas quedaron obligadas a hacer un pago extraordinario, duplicando, a veces con exceso, la pensión básica de ley.

Ahora, es del dominio público que la quiebra financiera, en algunas situaciones irreversible, de al menos 15 universidades públicas estatales, tuvo su origen en ese tipo de “convenios” leoninos. Varias de las instituciones de los estados optaron racionalmente por crear una forma de fideicomiso, en algunos casos tripartitos, con participación económica de los jubilados, para solventar el régimen pensionario. Lo han experimentado con éxito.

SHCP y SEP empuña Espada de Damocles presupuestal

Tenemos noticias de la cuarta transformación: Desde el primer semestre de 2019, la nueva administración actuó conforme la conseja popular: Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo.

Sabemos de buena fuente que algunas áreas estratégicas de las secretarías de Hacienda y de Educación Pública, relacionadas con la gestión universitaria han sido encomendadas a cuadros que han militado o militan en la izquierda. Conocen el paño. Para dar una probadita, podemos nombrar al sinaloense Gilberto Guevara Niebla, responsable de la subsecretaría de Educación Básica.

Es secreto a voces, que sobre los escritorios esas áreas administrativas está un grueso dossier que contiene los estados contables de la totalidad de las universidades públicas, algunas metidas hasta los codos en la coloquialmente denominada Estafa maestra, que tiene tras las rejas a ex perredista peñista Rosario Robles Berlanga.

El hombre clase en la SEP: Luciano Concheiro Bórquez

El hombre clave en esa compulsa es el subsecretario de Educación Media y Superior de la SEP. Se llama Luciano Concheiro Bórquez, profesor e investigador de la UAM, la UNAM y la FLACSIO. Un dato de su perfil: Estudio Economía en el Instituto Gramsci, uno de los clásicos del marxismo.

Es el propio subsecretario Concheiro quien públicamente le ha puesto el cascabel al gato, emplazando a los rectores de las universidades emproblemadas a presentar un plan de saneamiento financiero como condición para programar su rescate presupuestal.

El punto prioritario, según lo ha revelado a los medios Concheiro, es revisar el régimen de jubilaciones, adulterado artificiosamente con el sistema de pensiones dinámicas. En ese punto, no habrá reconsideraciones. Es hora pues, de que los rectores en crisis pongan sus barbas a remojar. No nos pasa por alto que esa forma de intervención administrativa puede vulnerar el ´principio de autonomía de la Universidad Pública.

Articulos relacionados

CDMX, fortaleza inexpugnable para los cárteles

Redacción Voces del Periodista

Perro que da en comer huevos, aunque le quemen el hocico

Redacción Voces del Periodista

Sin Piedad