Voces del Periodista Diario

Alerta sobre el Alto Golfo de California

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Como la economía mexicana ha quedado atada a los inapelables designios de la muy visible mano del mercado, resulta ilusorio esperar que algún día el Estado pueda rescatar el dominio de más de la mitad del territorio nacional, cedido en concesiones y contratos a las depredadoras trasnacionales de la minería, la energía y el turismo.

Menos ahora -esa quimérica posibilidad-, cuando México está siendo incorporado al teatro de guerra por el litio, que implica más apropiación-expropiación de tierras y agua por los corporativos que han entrado a la turbia y descarnada competencia por el control del preciado mineral.

Cada año se incorporan nuevos días internacionales a la agenda de la ONU para advertir sobre los riesgos del asesinato de la Naturaleza y sus especies vivas, muchas ya en riesgo de extinción o extinguidas. Todos esos días giran sobre una preocupación central: El cambio climático.

A propósito de Medio Ambiente, no fuimos pocos los que celebramos el arribo del insospechable Víctor Manuel Toledo a la secretaria del ramo. Nosotros le colocamos corchetes a las expectativas, por una elemental sinrazón: No basta una sola buena voluntad individual para remar a contrapelo de los intereses creados.

El oficio del secretario de Agricultura Víctor Manuel Villalobos

Motiva este tema un hallazgo hecho por la agencia de información del Estado, Notimex. Se trata de un oficio dirigido el pasado mes de noviembre por el secretario de Agricultura y Ganadería, Víctor Manuel Villalobos a su tocayo Toledo.

El texto previene sobre eventuales embargos internacionales a México -sin especificar cuáles- como penalización a omisiones en el cuidado de los recursos naturales.

Unas cuantas palabras nos conmueven. La prioridad: Preservar el tejido social (roto desde que hace 13 años Felipe Calderón desencadenó su guerra contra el crimen organizado).

El punto esencial, sin embargo, es la excitativa a proteger el potencial del Alto Golfo de California, no solo la vaquita marina, sino todo el inventario vivo, latente en sus aguas.

El potencial alimenticio calculado hace medio siglo por la FAO

Volvemos a nuestros apuntes reporteriles: Al menos desde la década de los setenta, nos adherimos a estudios realizados, principalmente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cuyas estimaciones sugerían que aquella cuenca poseía recursos (especialmente proteínicos) para dar de comer y nutrir a toda la Humanidad. Quizá nosotros ampliamos la dimensión, pero los nuevos descubrimientos mantienen la tendencia.

Lo que desde siempre hemos observado, es que el Golfo está abrazado por los territorios desérticos de Sonora y la Península de Baja California, en cuyo caso el agua dulce en el macizo continental es escaza y los proyectos de desalinización no marchan al mismo compás de las necesidades.

Si nos extendemos hasta Nayarit, son entidades costeras del inmenso depósito los dos estados bajacalifornianos, Sinaloa y Sonora, cuyas economías se sustentaron originalmente en el uso y la explotación de sus mares. No por otra cosa, el Estado mexicano bregó por y logró el reconocimiento de su Zona Económica Exclusiva, reconocida por el Derecho Internacional.

Filibusteros internacionales al acecho sobre el estado de Sonora

Nos remitimos específicamente a Sonora: Su territorio ha despertado ahora la codicia de los filibusteros trasnacionales por el potencial de sus yacimientos de litio.

Diríamos que esa será la fase superior del neoliberalismo en México, que en Sonora tiene su expresión en la criminal explotación de sus recursos mineros por el Grupo México, cuya cabeza, Germán Larrea Mota-Velasco ha sido tipificado como homicida industrial desde los trágicos sucesos en Pasta de Conchos, Coahuila, hace ya 15 años.

Se cumplieron cinco años ya del ecocidio provocado por la mina Buenavista del cobre con el derrame de 40 millones de litros de residuos tóxicos en el hinterland del Río Sonora. En cada nuevo reporte con base en casos atendidos, la Secretaría de Salud del estado computa nuevas víctimas.

Lo peor está por venir: El impune corporativo ha logrado licencia para la construcción y operación de una presa de jales, con capacidad de más de dos millones de metros cúbicos en la que se acumularían los desechos venenosos de la industria de la muerte.

La hazaña de Sonora la conocemos bien: La obra de dominio del desierto se debe a lo que se conoce coloquialmente como agrotitanes. Por obvias razones. Concluimos. En Sonora el agua es poca, pero a la minería –no a la gente-  le toca. Es cuanto.

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