Voces del Periodista Diario

Alianzas electorales para 2021, ¿de a como no?

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

Desde la formalidad democrática, las elecciones de 2021 serán las más grandes de la historia de México. Reducido el tema al espacio de los estadígrafos, sí: Habrá más de 20 mil puestos de elección popular en disputa, un titipuchal de candidatos y unos de 95 mil votantes potenciales.

Conforme el Registro Federal de Electores ajuste dentro de ocho meses el listado nominal, habrá unos seis millones de nuevos votantes. No son, necesariamente, remisos, sino de nueva generación.

Visto el asunto desde la calidad de la democracia, no estamos para echar las campanas a vuelo: 60 por ciento de los jóvenes con cierto grado de escolaridad a partir de la Enseñanza Media están ocupados en la economía informal. El Covid-19 profundizará la brecha. En esa condición, ¿el discurso electorero incitará a la juventud a asistir a las urnas en 21? Es de dudarse.

Ya están cuatro más que ganarán más que el Presidente

Por lo pronto, el Consejo General del Instituto Federal Electoral ha saludado el arribo de cuatro nuevos gloriosos consejeros que se suman a la nómina de los que ganan más que el presidente de la República.

Integrado el INE, el órgano con facultades de dictamen de las solicitudes de nuevas patentes partidarias probablemente ya tenga en borrador las resoluciones correspondientes, que se votarán antes de que finalice agosto. Más partidos, ¿hacen mejor democracia?

En vías de mientras, la Comisión Temporal de Presupuesto del INE empezó a contar el dinero delante de los pobres. Las diversas direcciones de área ya presentaron sus requerimientos financieros y el 23 de agosto se correrán a vista del Consejo General para que los turne su vez a la Cámara de Diputados, que en la primera quincena de septiembre recibirá los Criterios de Política Económica y el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021.

Más de siete mil millones en subsidios a los partidos políticos

Previamente, como se trata de estimular la voluntad de los partidos políticos que tienen representación en San Lázaro, el INE decidió incrementar la asignación a las formaciones con registro nacional a 7 mil 226 millones de pesos; 38 por ciento más respecto de 2020.

La sola intención dio pie a que algunos partidos propongan que haya una reforma electoral para cambiar la fórmula de distribución de los subsidios públicos a los partidos -iniciativa que ya no encaja en la norma constitucional respecto de los comicios de 2021.

En el interregno con vista a junio de 2021, las dirigencias nacionales de los partidos de oposición negocian ya pactos de alianza para sumar en éstos los precarios padrones de miembros efectivos de cada uno de ellos, algunos de los cuales no tienen bases con carnet ni para ganar una alcaldía en la Ciudad de México.

Signos de debilidad del Movimiento Regeneración Nacional

Que lo hagan los partidos de oposición, suena congruente. Pero, ¿vale lo mismo para el Movimiento Regeneración Nacional, teóricamente en el poder?

Morena, sin pasar aún por su Congreso Nacional Extraordinario programado para septiembre, ya tira redes para futuras coaliciones nacionales y en los estados, 15 de los cuales tienen cambio de gobernador el año próximo.

A ese respecto, la semana pasada el presidente provisional de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar fue emplazado en Jalisco a responder si el Movimiento busca alianza con el PRI. Con este partido, no vamos ni a la esquina, respondió el interpelado.

La primera por capricho, la segunda por coraje, la tercera por placer

Con el PRI, no, ¿pero qué tal con el Partido Verde? El Ecologista se trepó en 2000 al carro de Vicente Fox en la Alianza por el Cambio. Ardido porque el guanajuatense le negó posiciones en el gabinete, cambió de rieles y en 2006 se ayuntó con el PRI en la Alianza por México contra la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

En 2011, el Verde se mantuvo en el regazo tricolor, esta vez con Nueva Alianza, para reforzar la candidatura de Enrique Peña Nieto, otra vez contra López Obrador. Le fue cedida la gubernatura de Chiapas.

Para 2018, el Verde se sumó a la candidatura priista de José Antonio Meade Kuribreña, por tercera vez contra el tabasqueño. Hoy Morena le acerca su fogón para que caliente su sardina en las elecciones más grandes de la historia de México. Con esos amigos, ¿para qué quiere enemigos? Es cuanto.

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