Voces del Periodista Diario

AMLO, sin acompañamiento de su Movimiento

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Para la última semana de noviembre, las agencias encuestadoras le entraron a la evaluación del primer año de la Cuarta transformación. En la mayoría de los resultados, se llevaron los primeros indicadores de aprobación el Presidente, la Marina, el Ejército, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Guardia Nacional, etcétera.

Ayer, en la plancha de la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, la más abigarrada concentración humana refrendó su voto de confianza en el inquilino de Palacio Nacional. Con el mutis de los mandatarios del PAN, al menos doce gobernadores (dos de ellos del PRI y uno independiente), cerraron filas en torno al primer mandatario.

A un kilómetro de distancia, en el Monumento a la Revolución, a convocatoria de la familia LeBaron se plantaron miles de personas a insistir en demanda de justicia por las incesantes matanzas en todo el país.

El ex presidente Vicente Fox se refugió en sus celulares para emitir sus habituales fétidas expectoraciones de apestado.

Los residuos de las tribus amarrillas siguen contaminando

Al menos in situ, el Movimiento Regeneración Nacional, que formalmente llevó al tabasqueño al poder presidencial, institucionalmente brilló por su ausencia.

Es que el depósito de las excrecencias de las viejas tribus amarillas no se dan reposo para pactar una tregua interna, cuando estamos a menos de un año de que el Instituto Nacional Electoral (INE) dé por abierto el fuego para las contiendas de 2021, potencialmente definitorias de la sucesión presidencial de 2014.

El cuadrilátero de Morena sigue dando el espectáculo de una lucha campal sin solución de continuidad.

Otra vez, el Consejo Político Nacional ampliado de Morena convocó, “por unanimidad” y a mano levantada, ahora para el 26 de enero de 2020, a un Congreso Nacional extraordinario para ver si es posible, por fin, armar una dirigencia nacional concertada.

El alegato de los consejeros nacionales se funda en los artículos 34 y 38 de los estatutos y un mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por los cuales el Congreso extraordinario estaría facultado a destrabar el conflicto por un método alterno al del padrón de miembros efectivos que, a decir de esa corriente, no es confiable.

No terminaba de cerrarse la transcripción del acta de la sesión del Consejo Nacional, la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional en funciones de presidenta interina, Yeidckol Polevnsky, impugnó el acuerdo argumentando que los estatutos no contienen la figura de consejos políticos ampliados y, de otro lado, en aquella junta no hubo “mayoría de consejeros” para formar quorum.

Cuando una institución política muere, no se requiere autopsia

Por lo que se observa, el norte de los beligerantes de esta hora política nacional parece tener dos cuadrantes, distantes y contrapuestos: El que guía el rumbo del poder instalado en Palacio Nacional y el que nubla la visión de la formación político-electoral que resultó vencedora en las elecciones generales de 2018.

Estamos a solo 48 meses de que el INE inicie los preparativos de las elecciones generales de 2024. Nos viene a mente una sentencia a la que acudimos para estos casos: Cuando un Estado, un gobierno o un partido muere, no es necesaria la autopsia: Muere por suicidio. Es cuanto.

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