Por Salvador Martínez G.
De acuerdo a la Red de Justicia Fiscal y a la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (Icrict), México es uno de los cinco países de América Latina donde es más fácil la evasión fiscal y el lavado de dinero.
Quizá por ello el Servicio de Administración Tributaria (SAT), busca recuperar 187 mil millones de pesos de cerca de 5 mil grandes contribuyentes con adeudos de años anteriores.
Por ejemplo, a la cadena de tiendas de autoservicio Wal-Mart de México y Centro América el SAT le exige pagar 10 mil 559 millones de pesos por diferencias de pagos de contribuciones en la operación de venta de la cadena de restaurantes Vips, a la empresa Alsea, realizada en el 2014.
También a la Cadena de Restaurantes Alsea el SAT le exige 3 mil 800 millones de pesos por la misma operación de compra-venta.
De acuerdo al SAT los grandes contribuyentes son aquellas empresas o personas físicas con ingresos superiores a los mil 250 millones de pesos al año o aquellas que pertenezca a un sector relevante o estratégico. Este padrón cuenta con 8 mil 814 grandes contribuyentes como personas morales y 37 mil 725 personas físicas, las cuales habían gozado, en muchos casos de créditos fiscales y/o excepción de impuestos, cosa que hoy ya no sucede, lo que aumenta la recaudación.
Tal vez por eso América Móvil, la gran empresa de Carlos Slim, recién informó que pagó 8 mil 290 millones de pesos al SAT por Impuesto Sobre la Renta (ISR), de los ejercicios fiscales 2016 al 2019.
Esta importante cantidad, de acuerdo a la empresa fue pagada de manera voluntaria, sin mediar requerimiento alguno y derivado de la decisión de dejar de tributar bajo el Régimen Opcional de Grupo, para hacerlo ahora bajo el régimen de consolidación fiscal.
Ojalá así todos cumplieran.
SUSURROS
Pocos pensarían que en el 2019 la Inversión Extranjera Directa (IED), se hubiese incrementado, pero sí lo hizo en un 4.2 por ciento para llegar a 32 mil 921 millones de dólares.
Manufacturas y servicios financieros fueron los sectores que concentraron la mayor parte de los capitales invertidos, que se espera que se mantengan a la alza en 2020, con la consolidación del T-MEC.
Esto significa que de parte de los inversores extranjeros no existe falta de confianza ni temor al régimen de López Obrador, como aquí se empeñan en asegurar algunos empresarios y sus corifeos.