Voces del Periodista Diario

Bomba de mecha corta en el estado de México

La piedra en el zapato

Por Abraham García Ibarra

Desde los primeros meses del actual sexenio federal, en delegaciones administrativas y unidades médicas familiares del Instituto Mexicano del Seguro Social corrieron rumores propalados por el propio personal sindicalizado, en el sentido de que la gran institución sería privatizada.

¿Por qué tendría verosimilitud esa alarmante especie?

El primer secretario de Hacienda y Crédito Público de Enrique Peña Nieto fue Luis Videgaray Caso, a quien se le ha identificado como pupilo de Pedro Aspe Armella, titular de la misma cartera en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Aspe Armella fue, desde 1990, operador de la reprivatización del sistema de banca y crédito.

Protego y la venta de asesoría a gobernadores de los estados

Dos años después de abandonar el servicio público, Aspe Armella abrió el despacho privado Protego Asesores, especializado en banca de inversión. De este corporativo fue director Videgaray, quien pasó a ser secretario de Finanzas del gobierno del Estado de México.

En 2006, Aspe vendió su despacho a la trasnacional agencia Evercore Parterns. Especialistas en temas de Economía y Finanzas calcularon que el despacho de Aspe habría asistido transacciones por unos 6.6 billones de dólares.

Protego vendió servicios de asesoría en finanzas y deuda pública a varios gobernadores, entre ellos los del estado de México. Dicho lo cual, es hora de entrar en materia.

La quiebra del Instituto de Seguridad Social mexiquense

En la segunda mitad de la década de los sesenta, el gobierno mexiquense transformó la antigua Dirección de Pensiones en Instituto de Seguridad Social del Estado de México (ISSEM).

Hasta finales del siglo pasado, el ISSEM gozó de tal solvencia financiera que le permitía la sana gestión del régimen de jubilaciones y pensiones que amparaba al personal del gobierno del estado y de los municipios.

Fue cuando llegó al Palacio de Toluca el priista Arturo Montiel Rojas, quien tuvo como titular de la Secretaría de Administración a Enrique Peña Nieto.

Cuenta la leyenda negra que Montiel Rojas tomó por asalto la caja del ISSEM, resultado de lo cual fue que la Secretaría de Finanzas estatal se erigió en responsable de la gestión del régimen de jubilaciones y pensiones.

Hoy cuenta la misma leyenda negra que el ISSEM cayó en números rojos. Su déficit, según dato del dominio público, podría ser de 22 mil millones de pesos.

Los activos patrimoniales del ISSEM se perdieron en la noche de los tiempos y los servicios médico-hospitalarios han sido subrogados a un incuantificable costo.

El fierro ardiendo en manos de Alfredo del Mazo Maza

Algo debe haber de cierto en aquella versión: Con apenas diez meses en el Palacio de Toluca, Alfredo del Mazo Maza -quien recibió la administración de manos de Eruviel Ávila Villegas con una deuda pública superior a los 38 mil millones de pesos-, a finales de julio pasado introdujo en el Congreso del estado dos iniciativas de ley, finalmente aprobadas por los diputados que terminan su encargo dentro de tres semanas.

Una de esas iniciativas trata de la autorización de la legislatura estatal a Del Mazo para la “restructuración” de la deuda, y de paso agenciarse cinco mil millones de pesos de “dinero fresco”.

Si las finanzas y el estado de la deuda del gobierno mexiquense están en esa situación, ¿de qué sirvió entonces la asesoría que a los gobernadores vendieron Aspe y Videgaray hace dos sexenios?

La segunda iniciativa toca la Ley de Seguridad Social estatal. Por este ordenamiento, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México ampliará casi diez años el periodo para que los trabajadores puedan jubilarse. El segundo objetivo es incrementar la tasa de cotización al régimen de jubilaciones.

Ambas operaciones legislativas se acometieron sin consulta previa a las representaciones del personal de la administración de Del Mazo. Sólo para ilustrar sobre el potencial de conflicto, la base magisterial en la entidad es de 250 mil docentes en el sistema combinado estatal-federal.

Si hiciéramos una concesión al tremendismo, nos parece que Alfredo del Mazo Maza tiene en casa de gobierno una bomba de mecha corta.

Eruviel Ávila se apoltronará en escaño senatorial

Grave asunto, cuando después del 1 de julio la correlación de fuerzas en el Congreso del estado, en la representación ante el Congreso federal y los gobiernos municipales, se ha modificado radicalmente.

La cereza en el pastel: Sólo para el ejercicio fiscal de 2015, la Auditoria Superior de Federación, de la Cámara de Diputados, tiene documentados desvíos del gasto publico en el estado de México por entre cinco mil y siete mil millones de pesos.

En aquel año, todavía despachaba en el Palacio de Toluca Eruviel Ávila Villegas. Dentro de dos semanas, el ex gobernador mexiquense portará en su escaño la credencial de senador de minoría por el PRI. Es cuanto.

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