Voces del Periodista Diario

Carta abierta a Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República.

Estimado Alejandro Gertz Manero,
Fiscal General de la República
Presente,

Realizo por la presente un reconocimiento público a la invaluable y valiente labor de la Fiscalía General de la República (FGR), a su digno cargo, en su abierta lucha contra el crimen organizado, y la corrupción en México, entre otras labores que con eficiencia desempeña la Institución de la que honrosamente usted es titular.

Por ello mismo, y en la congruencia de servir a México a través de una crítica constructiva y productiva, recientemente publiqué en mis redes sociales una pequeña nota en respuesta a una publicación de la FGR en Twitter.

Dicho tuit de la FGR menciona: “La experimentación biomédica ilícita en seres humanos es #TrataDePersonas. Se sanciona hasta con 5 años de prisión a quien aplique procedimientos, técnicas o medicamentos no aprobados legalmente y que contravengan disposiciones legales. #Denuncia: #FEVIMTRA”.

Hago de su conocimiento la nota que publiqué al respecto, así como la respuesta que recibí de Abiodhn Bioética a la misma.

Esperando su punto de vista, y una respuesta a las víctimas de crimen de lesa humanidad realizado en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en sexenios anteriores.

Quedo a sus distinguidas órdenes.

Rodolfo Ondarza

Publicación y respuesta:

La FGR y los crímenes de lesa humanidad en México. ¿Congruencia?

Por Rodolfo Ondarza*

La Fiscalía General de la República @FGRMexico acaba de publicar un desafortunado tuit que me parece, al igual que a otros ciudadanos que existe una incongruencia entre lo que se está realizando por la FGR y lo que publicita, ya que nada ha hecho por buscar la justicia social en materia de crímenes de lesa humanidad en México, impunidad heredada de la otrora PGR de sexenios pasados (#CrimenLesaHumanidad en el Instituto de Neurología SALUD UNIVERSAL https://www.youtube.com/watch?v=1GGPUtpVaAk…).

Tal como ha pasado con la tortura médica y el #CrimenLesaHumanidad perpetrado en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” de la CdMx contra 474 pacientes de hidrocefalia a quienes se les ha realizado cirugía experimental ilegal que ha conducido, y sigue llevando, a la muerte a un número indeterminado de víctimas Why did a Mexican hospital use unapproved device on 474 patients? https://www.aljazeera.com/…/why-did-a-mexican-hospital…, https://www.facebook.com/rodolfo.ondarza/, https://fb.watch/50ybKQaNjy/, https://www.jornada.com.mx/2020/02/24/sociedad/032n2soc, https://www.senado.gob.mx/…/gaceta_del…/documento/69624 , ttps://vocesdelperiodista.mx/opinion/crimen-de-lesa-humanidad-en-paciente-mexicanos-y-el-dia-internacional-de-la-espina-bifida-y-la-hidrocefalia-cientos-de-victimas-esperan-justicia-algunas-siguen-muriendo/).

Ello pese a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha solicitado ya en dos ocasiones, en este sexenio, las observaciones del Estado Mexicano sobre este crimen, y a que el caso ha sido llevado ya en tres ocasiones a nuestro mandatario Andrés Manuel López Obrador a las conferencias mañaneras quien ha dictado indicaciones para su resolución sin que nadie haya dado respuestas a la fecha.

Mientras tanto los responsables caminan impunemente en los pasillos de dicho Instituto a pesar del sufrimiento de víctimas y familiares, y ante el riesgo de que algo similar vuelva a ocurrir en nuestro Sistema Nacional de Salud.

Tampoco nada tiene que mucho que hacer la información que reza en el tuit de la FGR: “La experimentación biomédica ilícita en seres humanos es #TrataDePersonas. Se sanciona hasta con 5 años de prisión a quien aplique procedimientos, técnicas o medicamentos no aprobados legalmente y que contravengan disposiciones legales. #Denuncia: #FEVIMTRA” en cuanto a temas penales, conocimiento sobre derechos humanos, Bioética y ética médica, y tratados internacionales.

Es muerte anunciada la de las víctimas aún sobrevivientes del #CrimenLesaHumanidad efectuado en el Instituto Nacional de Neurología. ¿Acaso nadie puede o quiere evitar estas muertes por esquivar y señalar y sancionar a los responsables que como parte de un #CártelDeBataBlanca siguen siendo fuego amigo desde la Secretaría de Salud?. ¿Nadie quiere rescatar y aliviar el sufrimiento de estas personas que pudieron ser tus familiares o tú mismo, querido lector?.

No es verdad que este tipo de crímenes debe ser perseguido de oficio por la FGR, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Secretaría de Gobernación (SEGOB), la Secretaría de la Función Pública (SFP), la Secretaría de Salud (SSA), etc.?.
Qué opinan ustedes lectores, cuál es su opinión experta: ?

Fr Raúl Vera López OP
Alejandro Solalinde
@padresolalinde
Padre Julián Cruzalta
@juxticia
Centro Prodh
@prodh
Tlachinollan Centro de Derechos Humanos de La Montaña @Tlachinollan
Comité Cerezo México
@ComiteCerezoDH
Programa de Derechos Humanos – Ibero CM
@DerechosHumanosIberoCM
Derechos Humanos
@CORSOBAO
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
@CNDHmx
Corte Interamericana de Derechos Humanos
@CorteIDH
Abiodhn Bioética
Red Solidaria Década Contra la Impunidad

Respuesta de Abiodhn Bioética:

“Estimado Dr. Rodolfo Ondarza, le agradezco nos haya tomado en cuenta para tener nuestra opinión acerca de la desafortunada opinión vertida por la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), órgano de la Fiscalía General de la República, en la cual claramente muestran un abosluto desconocimiento sobre los Crímenes de Lesa Humanidad, ya que pretender equiparar unos a otros sin distinción, resultan en perjuicio de las víctimas, desorientan a la sociedad, propician la corrupción, e incluso protegen a los delincuentes.
Sabemos que uno de los aspectos más controversiales en la definición de los denominados crímenes de lesa humanidad, es el relativo a la calificación de la tortura médica, ya que algunos abogados, médicos y políticos y en México al parecer la propia FGR, parecen no estar de acuerdo en que la sola e indebida investigación científica, pueda ser calificada como tortura, lo hacen pretendiendo que solamente se defina en la medida en que los científicos, realicen malos tratos, con el objeto de facilitar interrogatorios facciosos, convertir a los sujetos de la tortura en delatores de sus compañeros, hacer un dalo intencional o infligir algún tipo de dolor, estrés o sufrimiento al ser humano víctima del estado o alguno de sus cuerpos policiales, de las fuerzas armadas y en ocasiones de política interior o de seguridad interior.
Esto es, claramente un error de apreciación, o un desconocimiento de los tratados y convenios internacionales, de las leyes propias de cada país, de la historia de la investigación científica y de la intencionalidad de la investigación, la que lamentablemente puede tener una orientación económica, de vanidad personal, la búsqueda de posiciones en cualquier organismo ya sea universitario, sanitario e incluso del orden de asistencia.
La tortura médica por supuesto incluye aquellos actos deliberados en que participan activamente o no, los profesionales de la salud, en el caso más grande y escandaloso en la historia de la humanidad fue el del policía norteamericano de origen italiano Daniel Mitrione, el cual primero recibió capacitación en uno de los más importantes centros hospitalarios americanos en Massachussets y posteriormente contratado por la Agencia Central de Inteligencia, se le llevó a Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y otros países latinoamericanos, para enseñar las técnicas aprendidas, que incluían promover inmensos dolores a políticos de izquierda, lo que hacían durante semanas en unidades de cuidados intensivos.
En el caso de la experimentación humana, sin el consentimiento informado, sin la personalísima autorización y sobre todo sin evidencias científicas, debe considerarse como tortura médica, ya que el resultado de dichas conductas delictivas llevarán a provocar dolor, sufrimiento, discapacidades y hasta la muerte de las víctimas. La experimentación puede ser científica, y en muchas ocasiones y sobre todo cuando media la obtención de ganancias, puede ser denominada seudocientífica, ya que no mediará protocolos de investigación debidamente evaluados, el permiso institucional y la participación de alguna empresa beneficiada.
La Ética médica, la Bioética, las leyes internacionales, los tratados y convenios internacionales, son uniformes y claros en aceptar que la investigación y la experimentación ilegal debe ser aceptada como tortura médica, en razón que violenta al ser humano en su integridad y su dignidad, y además viola los principios éticos que cualquier profesional se supone debe respetar, de los cuales señalaremos algunos: En el Juramento Hipocrático se especifica que la práctica se ceñirá al beneficio de los enfermos. Esta declaración se traduce como “iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción”. Estas afirmaciones se enmarcan dentro de los principios éticos de beneficencia y no maleficencia.
En el caso de la experimentación durante el nacional socialismo, con prisioneros, esta práctica fue declarada en los Juicios de Núremberg como “crímenes contra la humanidad”, la Asociación Médica Mundial desarrolló la Declaración de Génova para suplantar el ya anticuado Juramento Hipocrático. La Declaración de Génova pide a los profesionales médicos que afirmen: “Yo (el profesional), mantendré el máximo respeto por la vida humana desde su inicio incluso bajo amenaza, y no usaré mi conocimiento médico en contra de las leyes de la humanidad”.
Los juicios de Núremberg también llevaron a la creación del Código de Núremberg, que explícitamente esboza los límites de lo que es una experimentación médica aceptable, Ninguno de los afamados científicos de la Alemania nazi, pretendieron obtener información de los prisioneros, eso lo realizaban otros grupos de personas.
La Declaración de Tokio (1975) de la Asociación Médica Mundial establece una serie de afirmaciones específicas contra la tortura, incluyendo que “el doctor no debe tolerar, obviar o participar en la práctica de la tortura”, además de no participar en experimentos “patito”.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura no solo se refiere al equipo médico, y prohíbe la práctica de la tortura bajo ninguna circunstancia. El texto explícitamente establece que no existe excepción a este tratado bajo la cual se permita la tortura.
Los principios de la ética médica de las Naciones Unidas referidas al papel del personal sanitario en la protección de prisioneros y población civil
Otro ejemplo sucedió entre 1937 y 1945, personal médico japonés perteneciente a la Unidad 731 participó en la investigación y experimentación de vacunas, antibióticos, tratamientos quirúrgicos, inoculación de parásitos, lluvia de insectos y muchas más, fueron casos de tortura acreditados, sin que hayan sido el propósito fundamental provocar dolor o sufrimiento, pero repito aunque no haya sido el propósito los resultados de dichas investigaciones resultaron en daños físicos y psicológicos, discapacidad y muerte.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi en Alemania practicó la experimentación médica humana en un elevado número de personas recluidas en los campos de concentración. Los casos de Mengele quien investigaba con gemelos, genética, enanismo y otros, pero él, jamás torturó a alguien, y es el caso emblemático de lo peor de la experimentación con seres humanos.
Hillary Clinton, Secretaría de Estado de Estados Unidos reconoció y ofreció disculpas por un estudio de investigación realizado entre 1946 a 1948, en el que sin consentimiento se expusieron a 15005 guatemaltecos internados en cárceles locales a prostitutas infectadas con sífilis o gonorrea como parte de un experimento cuyo objetivo era buscar las dosis de penicilina que producirían profilaxis y/o cura de esas enfermedades, y aceptó que es, un caso de tortura médica.
En varios países, se llevaron a cabo numerosas reivindicaciones acerca del uso de la terapia electroconvulsiva y las lobotomías prefrontales, así como otros tratamientos psiquiátricos similares, que supuestamente eran realizados en beneficio de los pacientes y la sociedad. El clásico ejemplo de esto es lo que ocurría en el hospital Lake Alice, en Nueva Zelanda, a principios de los años 70. Los niños y adolescentes del hospital eran sometidos por rutina con un tratamiento electroconvulsivo. Algunos gobiernos, como el de Noruega y Nueva Zelanda, han estado desde entonces pagando las terapias de quienes lo sufrieron. La OMS ha pedido que se prohíba la electroconvulsión no modificada, y afirma que en ninguna de sus formas debiera ser un tratamiento utilizado en niños, ya que dicha práctica se convierte en tortura médica.
Otorgar la misma jerarquía a los diversos crímenes de lesa humanidad es un absurdo, no se pueden equiparar aunque estén en el mismo catálogo de crímenes en contra de la dignidad y la humanidad en su conjunto.
La prohibición de genocidio, esclavitud o tortura reviste hoy día una jerarquía jurídica de tal naturaleza que es de imperativo cumplimiento por todas las naciones, con independencia de que hayan o no ratificado las convenciones que reprimen dichas conductas. En consecuencia, esas prohibiciones no pueden ser dejadas sin efecto por tratados entre Estados y cualquier convención en tal sentido es nula para el derecho internacional.
En el terreno de la bioética, disciplina que se hermana con los Derechos Humanos, en tanto su objeto de estudio es el ser humano y ambos se fundamentan en una filosofía humanista y la dignidad de toda persona humana sin ninguna distinción, desde el siglo XIX, se empezó a ver con amplia preocupación los abusos y excesos de las ciencias biológicas, especialmente en la investigación con seres humanos y las pruebas clínicas en pacientes y personas sanas, los casos fueron muchos y graves, en todos los casos no se perseguía a él o los responsables de esas conductas, debido a que no se contaba con una legislación que se ocupara de estas terribles e inadecuadas acciones y por supuesto tampoco estaban tipificadas en ningún código penal.
No debemos perdonar lo sucedido con todas las transgresiones y vejaciones sufridas por miles de personas a través de siglos, todas en nombre de la investigación científica y de supuestos beneficios que llevarían a la humanidad a mejoras en su salud, aumento de la expectativa de vida, el combate a enfermedades, el diseño de vacunas y nuevas técnicas quirúrgicas y miles de promesas más, que se vieron opacadas ante la cruel realidad de que lo que más interesó fueron los negocios, la adquisición de méritos y premios, la soberbia de algunos personajes, e incluso la generación de productos bélicos.
La crisis sobre la moralidad de muchos de los proyectos de investigación, dieron lugar a la creación de las primeras normas éticas modernas en salud en el siglo XIX, que se actualizan hasta la fecha actual.
No puedo dejar de hacer una observación personal sobre la desinformación de la FGR, ya que ahora entiendo la crisis que han provocado al establecer en 5 años de cárcel la trata de personas, que conduce en un gran porcentaje de casos a el feminicidio y otros crímenes de odio, sin olvidar que a pesar de que se han acreditado en México, desapariciones forzadas, esterilización de mujeres y hombres en edad fértil, tortura para obtener declaraciones falsas, discriminación de indígenas, mujeres, personas con discapacidad y ancianos, e incluso montaje de actos policiacos. NO hay en decenas de años ningún acto castigado con la severidad que los tratados y convenios internacionales obligan a Méxcio.
Recomiendo la lectura de cualquiera de estos libros en los cuales analizamos a profundidad los crímenes de lesa humanidad:
Derechos humanos en salud, hoy, editorial Código 17:52, México, 2014
El derecho humano a la salud, un compromiso ineludible, edición e-book, 2020, disponible en Amazon, Scribd, bol-com y otros.
Atentamente
Dr. Gabriel García Colorado, Asociación de Bioética y Derechos Humanos” (sic)

Respetuosamente

Rodolfo Ondarza*. Neurocirujano. Activista en defensa de derechos humanos. Presidente de la Comisión de Salud de la ALDF, VI Legislatura. @DrOndarza

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