Voces del Periodista Diario

CDMX, punto ciego de la 4T

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Conforme su reloj biológico y sus alineaciones cósmicas, cada quien escoge sus efemérides. La vejentud, sin embargo, tiene que ser más cautelosa y metódica. Un error de cálculo, puede desembocar en infarto cardiaco. ¡Nunca más la sierra eléctrica! rompiendo el esternón propio.

Lo primero que el disco duro orgánico nos advierte, es la conseja que asegura: “A ese fulano”, le fue como en año bisiesto. Es el modo de decir que las cosas le fueron de La chingada, el nombre de un rancho a cuyo propietario no le ha ido ídem.

¡Todos al Zócalo! para celebrar un aniversario. ¡Un momento! Yo tengo otros datos, dice ya saben quién. Esos datos nos indican que, el 9 de julio de 2016, el Movimiento Regeneración Nacional obtuvo la franquicia del INE como partido político nacional.

Los dioses ciegan a los que quieren perder

Para que vea usted, no a todos les va igual en la feria política: También lograron la patente el Partido Humanista: ya chupó faros. Sobrevive con oxígeno artificial Encuentro Social. Fue, 2016, un año bisiesto.

Los dioses ciegan a los que quieren perder, dice otra sentencia. Parar antenas: 2020 es año bisiesto. Si en año “normal” pueden ser para el infelizaje insoportables 365 días, nomás imaginar un día más: 366. Si a la terminación 66 se le agrega un seis, es el código de la bestia. Atrás de la raya, que estoy trabajando.

El granizo del tamaño de una pelota de tenis, ya está azotando algunas zonas de El Bajío. ¿Quién asegura que, dentro de un año, el cambio climático no aumentará el volumen de esa pelota de tenis al tamaño de un balón de fútbol? Con la Naturaleza no se juega, menos con la Política.

El reporte del tiempo político para 2020, año bisiesto, lo podemos poner entre corchetes. Es un año que debemos dejar bajo el rubro de pronóstico reservado. En todos sus sentidos.

En unos cuantos meses se abre el tianguis electorero

Dentro de un año, sabremos que francotiradores se hicieron de la patente de partido político nacional para medrar con los subsidios públicos.

Pero, en 2020, con preparativos desde octubre para 2021, en el piso de remates estarán 14 cambios de gobernador y la elección de la LXV Legislatura federal, plataforma para la elección presidencial de 2024.

Son meses de agonía por lo menos para dos partidos históricos, que no han hecho honor a su antigüedad ni a sus triunfos pretéritos: El PRI y el PRD, que se encuentran en estado terminal.

Después de algunas balaceras y la eliminación forzosa de dos candidatos a la dirigencia nacional tricolor, puede declararse desierta la competencia por falta de adversarios: El hombre de la Providencia ya está ahí. Puede lograr la declaratoria de triunfo antes de agosto, mes programado para la culminación del proceso interno.

La peste amarilla anda en busca de fiador inquilinario, para ver donde guarda sus apolillados cachivaches.

CDMX, Talón de Aquiles del triunfalismo morenista

No todo lo que brilla es oro: Morena tiene su Talón de Aquiles en la Ciudad de México. En estos días, la mitad de las alcaldías están siendo puestas bajo custodia de la Guardia Nacional.

¿A qué se enfrenta el gobierno de la Ciudad de México? A sobrevivientes de las tribus del Sol Azteca que, aún antes de julio de 2018, ya estaban convertidos en los verdaderos pesados de los cárteles de la droga en al menos tres demarcaciones metropolitanas y los municipios conurbados del estado de México. Son los que están provocando disturbios graves en el territorio de algunas alcaldías.

No sirve apostar sólo al fracaso de los de enfrente

El balón para 2021 y 2024, pues, está en la cancha de Morena. Su nomenclatura nacional, sin embargo, sigue engolosinada con el merengue de julio de 2018.

De los tres años transcurridos desde que el Movimiento obtuvo el registro de partido político nacional, las dirigencias no se han preocupado por hacer un ejercicio de autocrítica para deslindar el voluntario esfuerzo de las bases sociales verdaderas, de la manga de logreros y trepadores que se infiltraron para hacerse del santo y la limosna.

Un factor apareció en las pasadas 72 horas: El grotesco fracaso de los movimientos de resistencia contra la cuarta transformación, reventados el pasado domingo por los más impresentables emisarios del pasado cargados de resentimiento y estulticia.

Como si esos movimientos disidentes no tuvieran ya vida ni capacidad de recuperación, el pasado lunes los ramplones morenistas se dedicaron a vitorear al Presidente, sin ofrecerle a cambio una orgánica y eficaz estrategia partidista que mantenga catalizado al nuevo oficialismo.

Días de guardar, nos quedamos con que el 18 de julio se cumple aniversario de que, el restaurador de la República, Benito Juárez, murió en Palacio Nacional. No se le puede seguir usando en el logo del nuevo gobierno sin rendir honor a sus auténticas causas por las que combatió contra el acoso imperial. Es cuanto.

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Redacción Voces del Periodista