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Coronavirus: Encontrar equilibrio entre lo sanitario y lo económico

Ruta México

Por Álvaro Aragón Ayala

Esta mañana, el inquilino de Palacio Nacional expuso una ecuación de complicada ejecución frente al Covid-19: Encontrar el equilibro entre lo sanitario y lo económico. Es buena voluntad colocada en el filo de la navaja.

Desde que se declaró la emergencia nacional y el gobierno hizo lo propio en cuanto a algunas funciones del Estado, enviando a confinamiento a personal no indispensable, algunos sectores privados presentaron resistencia al cierre de empresas dedicadas básicamente a la industria y el comercio, blindándose contra pérdidas que fatalmente generaría la suspensión de labores.

Entre esos sectores se encuentra la empresa maquiladora, mayoritariamente de capital extranjero, que opera en las plazas fronterizas con los Estados Unidos, como Tamaulipas y Chihuahua. Según reportes de autoridades de Salud, en esos parques industriales fueron diagnosticados obreros con síntomas de enfermedades respiratorias que, lejos de ser aislados, siguieron laborando a lado de personal sano.

Contra la complacencia de los gobernadores de aquellos estados, que pusieron por encima de la crisis sanitaria el interés de los inversionistas, que tienen sus matrices en el extranjero, los sindicatos documentaron al menos once ensambladoras de Matamoros y Ciudad Juárez y la propia capital chihuahuense  que han transgredido las medidas cautelares dictadas por las autoridades de Salud. Ante la negativa de los patrones, las centrales sindicales decretaron a su arbitrio el paro de labores, generando conflictos sobre los que encarna la propia pandemia.

El 1 de julio debe ponerse en marcha el T-MEC

La cuestión cobra relevancia porque, en la misma conferencia mañanera, el jefe del Ejecutivo informó que se está en negociaciones con las contrapartes estadunidenses para concertar eventuales fechas para, de común acuerdo, levantar la cuarentena en los negocios. Es aquí donde el Presidente habló del equilibrio entre lo sanitario y lo económico.

No es, el anterior, un asunto fortuito: Tiene que ver con el hecho de que el 1 de julio entra en vigor el nuevo T-MEC, ya aprobado por los tres Estados parte, y cuya puesta en marcha es vital para México, urgido de la reactivación económica, necesaria para evitar que la crisis nacional se siga profundizando.

Obviamente, el interés de la reactivación no incumbe sólo a la industria ensambladora. Atañe también al sector agrícola exportador, del que depende sobre todo la economía de al menos siete estados de la República del nor-noroeste. Si hay dilemas, uno de los dilemas es ese.

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