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“Cristo: Viniste a encender hogueras, no a apagarlas”

La Piedra en el Zapato
Abraham García Ibarra 

Vicente Fox no tiene descendencia biológica directa. Con su primera esposa Lilian adoptó cuatro hijos. Para perpetuar su nombre, a un varón le puso Vicentillo.

Generalmente, por usos costumbres, los padres mexicanos ponen su nombre al primer hijo, o a la primera hija el nombre de la madre o el de una abuela.

Desde el revolucionario Alemán, pasando por el Presidente veracruzano, tenemos registrados a cuatro Migueles. El ex gobernador de Michoacán lleva el nombre de su abuelo don Lázaro Cárdenas.

Don Adolfo López Mateos crio a Eva, en tributo a doña Eva Sámano. Avecita, es su amorosa identidad.

No extraña que don Luis Echeverría Álvarez le haya puesto a un hijo, Benito. El retrato del patricio oaxaqueño preside el salón de acuerdos de la Secretaría de Gobernación, de la que fue titular el ex Presidente.

Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León le pusieron a respectivos hijos Emiliano. Como Miliano, lo recuerdan todavía los indios sureños.

El profesor de Harvard, John Womack se especializó en historia latinoamericana y especialmente de México. Escribió la obra Zapata y la Revolución en Morelos.

Por cierto, el académico estadunidense fue distinguido en México con la medalla 1808. La donó al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), en mérito a su militancia revolucionaria y nacionalista.

Acaso Salinas -quien fue alumno de Harvard y cercano a Womack-, haya encontrado en la obra de éste inspiración para darle el nombre de Emiliano a su hijo. Pero en su mandato acometió una reforma antiagrarista.

Zedillo, formado como economista en el Instituto Politécnico Nacional, fue un discreto activista en el movimiento del 68, en la tibia organización estudiantil Emiliano Zapata. Emiliano hijo es egresado de la privada Universidad Anáhuac. Zedillo nombró a otro de sus hijos, Ernesto.

Ernesto, se llama el todavía imbatible guerrillero universal, El Che. El Che fue asesinado por la barbarie en Bolivia hace medio siglo. Cuando se recuperaron sus pertenencias, se rescató también su mochila de campaña.

En la mochila de El Che se encontró un poema de León Felipe, el gran combatiente desarmado quien vivió su exilio en México. (El aguerrido periodista mexicano, José Natividad Rosales (+) pintó un hermoso retrato de Ernesto Guevara, que aún conservamos.)

Si mal no recordamos, el poema de León Felipe dice así: Cristo: Viniste a glorificar las lágrimas/ no a enjugarlas. Viniste a abrir las heridas/ no a cerrarlas. Viniste a encender las hogueras/ no a apagarlas/ Viniste a decir ¡Que corra la sangre y el fuego… como el agua!

Andrés Manuel López Obrador tiene un hijo con su esposa Beatriz. Lo nombraron Jesús Ernesto. Es cuanto.

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