Voces del Periodista Diario

De cómo se fabrican los golpes de Estado

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Salvo que nos haya pasado de noche, en nuestro material de trabajo no tenemos registros de que sus detractores hayan acusado a Evo Morales de haber empleado a las Fuerzas Armadas bolivianas para masacrar a su pueblo. Tampoco, de que haya sido sometido a juicio político por corrupción.

Si tenemos noticias, en cambio, de que el gobierno de Morales impulsó el crecimiento de la economía boliviana a una tasa media de 4.9 por ciento anual, cuando en México ese incremento del PIB se ha logrado en tres años.

Asimismo, la gestión de Morales le bajó 26 puntos porcentuales a la pobreza -de 60 por ciento a 35. No lo informan voceros del populismo. Lo documenta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y avala las anteriores estadísticas (¿saben quién), nada más, pero nada menos, que el Fondo Monetario Internacional (FMI). Morales, pues, era un mal ejemplo para los regímenes neoliberales de la región.

Las cortes internacionales que se hicieron las occisas

No podemos decir lo mismo de otro: Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa se quitó del pecho la banda presidencial, se calzó el uniforme de Supremo Comandante de las Fuerzas Armadas mexicanas y tocó a zafarrancho en su tierra, Michoacán.

Entre 2011 y 2012, miles de ciudadanos mexicanos introdujeron dos solicitudes a cortes internacionales, planteando la pertinencia de investigación de potenciales crímenes de lesa humanidad en su modalidad de genocidio.

En obsequio al fáctico Pacto por México, Enrique Peña Nieto indultó al ex presidente, ahora ex panista.

Acciones para derrocar al régimen corrupto y opresor

Pasamos ahora a nuestro habitual ejercicio memorioso: Si un tal por cual secretario de gabinete es candidato presidencial, pues de plano tomamos las armas.

Nuestra situación ya no se arregla más que con las armas. Yo no sé si deba injuriar o alabar, pero sí sé, que mi objetivo final será desestabilizar a este gobierno. Pronto hablaremos de un plan nacional para derrocar al actual régimen, corrupto y opresor.

 1987: No puedo garantizar que no habrá violencia en las próximas elecciones presidenciales. Estoy aliado con los líderes de Acción Nacional, que han puesto a temblar al gobierno.

Crece el número de personas dispuestas a tomar las armas…

Las anteriores expresiones, a una sola voz. Una segunda: Soy opuesto a la violencia, pero cada día va cobrando mayor fuerza la idea de que el actual régimen debe ser derrocado por la fuerza, y es enorme el número de personas dispuestas a tomar las armas para lograrlo.

Una tercera voz: Los contras en México somos nosotros. Un mensaje a El Capitolio de Washington, en solicitud de financiamiento para la oposición mexicana. Estados de cuenta de la Fundación para la Democracia (de Ronald Reagan), indican que el Partido Acción Nacional ya estaba en la nómina de dicha fundación.

Un manual de la CIA para el “combatiente por la libertad”

La primera amenaza listada párrafos antes, se pronunció en septiembre de 1975. Cinco meses después, abortó en los suburbios de Monterrey, Nuevo León, La conspiración de Chipinque, para derrocar al presidente priista Luis Echeverría.

Para la primera mitad de la década de los ochenta, Nicaragua entraba a las prioridades de Washington como riesgo para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) preparó la hoja de ruta: Manual de Operaciones Sicológicas en Guerra de Guerrillas, al que siguió El manual del combatiente por la libertad.

(En 1985, en Monterrey, Nuevo León, ya se había colocado el pie de cría: Un Ejército democrático, comandado por un prominente empresario regio.)

Así llegamos a la confección de la Carta Magna de la Barbarie

De los dos instructivos recuperados, en el invierno de 1988 se hizo una sola arenga: Las 198 Acciones de Resistencia Civil que forman el catecismo del PAN. Nosotros las identificamos entonces como La Carta Magna de la Barbarie.

Quien proclamó esa “carta” en 1998, en abril de 1983 había sido llevado de la mano por el embajador de Ronald Reagan en México, John Gavin, al estado de Utah (EU).

Ahí previno el orador mexicano de apellido francés al gobierno “norteamericano” contra una serie de peligros en su frontera: Peligro de que las tensiones sociales retarden nuestra recuperación económica. Peligro de que el actual sistema se destruya y los activistas dogmáticos, los que reciben consignas del exterior y los anarquistas pudieran aprovechar para alcanzar el poder. Peligro de que los cambios que habrán de producirse sean por la vía violenta. Ergo: Los problemas internos de México deben ser resueltos con ayudas y soportes de tipo internacional.

Mafia militar de ideología fascista avanza sobre el poder

En el periodo de esa alucinante narrativa (1975-1988), no existían aún las hoy intensas y perturbadoras redes sociales. Todo consta en minutas de asambleas de cúpulas empresariales locales, en medios impresos nacionales y extranjeros, y en prontuarios archivados en la Biblioteca de El Capitolio en Washington.

De uno de los expedientes consultados, retomamos una revelación: Existe una mafia militar de neta ideología fascista que avanza sobre el poder… A propósito del Irangate reaganeano.

Unas línea semifinales: El narcotraficante Roberto Millán Rodríguez contestó a una pregunta del senador demócrata John Kerry: Sí señor, dinero procedente del narcotráfico fue usado por los contras nicaragüense (11-II-1987). Es cuanto.

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