Voces del Periodista Diario

Desde abril de 2018 Alfonso Romo está hasta la madre

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

Con eso de que el coronavirus nos violenta el disco duro craneano, a estas alturas no sabemos si ya estamos leyendo crónicas marcianas que nos ponen alertas a tenor con don Pedro Ferriz: Un mundo nos vigila.

Si no estamos alucinando, el empresario agroindustrial y deportista olímpico, nacido en el Distrito Federal pero aclimatado en Monterrey, Nuevo León, Alfonso Romo Garza -de no tener un clon– “desde hace dos años” -¿a qué horas?- anda que se lo carga la fregada.

“Desde hace dos años”, Romo Garza ya estaba en conflicto con don Carlos Urzúa, quien siete meses después aceptaría el nombramiento de secretario de Hacienda y Crédito Público del gobierno de la cuarta transformación, que se inauguró el 1 de diciembre de 2018.

Por aquella primavera, el candidato presidencial de la coalición Juntos haremos historia entraba de lleno a su tercera campaña, después de un periodo de 30 años de brega electoral, primero por la gubernatura de Tabasco, luego por la jefatura de Gobierno del Distrito Federal y dos intentos por conquistar la Presidencia de México.

“No hay nada qué hacer” al lado del Presidente de México

Hoy, siguiendo la versión leída hace unas horas, el jefe de la Oficina de Presidencia concluye que, a estas alturas, no hay nada que hacer al lado del inquilino de Palacio Nacional.

Con frecuencia, solemos recordar que no hay más profetas que los del pasado; esto es, aquellos que, al leer en las entrañas de las aves, a veces atinan tomando nota de acontecimientos pretéritos. A veces, ni así aciertan.

Como procuramos tomar sana distancia -prescripción sanitaria ahora de moda- de los agentes del poder político, económico y religioso, si no es por estricta necesidad de conocer testimonios de viva voz para documentar nuestra tarea editorial, no nos es dado hurgar en sus vidas privadas en tanto no afecten la res pública.

Pero tenemos líderes de opinión que blasonan de tener ingreso, no sólo a la vida privada de los personajes que ambulan por la vida pública, sino a su más profunda intimidad, y revelan secretos que se dan en recámaras palaciegas, que no están al alcance del común de los mortales.

La verdad, sólo la verdad y únicamente la verdad

Las líneas transcritas en los anteriores párrafos que aluden al humor del señor Romo Garza, pertenecen a uno de esos líderes de opinión, tan confiables que les es permitido escarbar en el cerebro de los protagonistas analizados en sus secciones de comentarios “periodísticos”.

Dada la ligereza con que las redes sociales se hacen eco de aquellos temas que les son gratos y rentables, hubiéramos preferido dejar entre corchetes las conclusiones sobre el jefe de la Oficina de Presidencia. Pero, ¿qué tal si en sus contenidos está la verdad, sólo la verdad y únicamente la verdad? Entonces ésta es de interés público. Es cuanto.

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Redacción Voces del Periodista