Voces del Periodista Diario

ECHEVERRÍA Y LOS PLANES DE WASHINGTON

Por Pablo Moctezuma Barragán

Una gran disculpa, mandé el borrador y no el texto final que es este: ECHEVERRÍA Y LOS PLANES DE WASHINGTON
Pablo Moctezuma Barragán

Murió a los cien años el expresidente Luis Echeverría Álvarez, quien, por medio de la represión a los movimientos populares y revolucionarios, la Guerra Sucia y maniobras populistas, endeudó como nadie a México y luego abrió las puertas al Fondo Monetario Internacional para comenzar la sujeción de nuestro país a los dictados de Washington en una maniobra planificada desde la década de los sesenta.

Él comenzó durante su presidencia con la devaluación de la moneda de 12.50 a 25 pesos, iniciando una política en la que el peso ha quedado a 20 mil por dólar (recordemos que Salinas le quitó tres ceros en 1992), así dispuso el sometimiento de México a los planes de Washington, de abaratar nuestras mercancías y trabajos y encarecer las suyas, además de sujetarnos al dólar. Mientras que aplicó toda una batería de medidas favorables a Estados Unidos, para encubrir sus intenciones, disimular y tener margen de acción, desarrolló una política exterior progresista.

Se disfrazó de “izquierdista” por órdenes de Washington para contrarrestar a la Revolución cubana, por instrucción expresa de Richard Nixon. Para tal efecto, a nivel internacional, ejerció un gobierno cercano a Salvador Allende, en Chile, estableció relaciones con China en momentos precisos en que, la política de Nixon-Kissinger, EU fue la de dar un viraje para aliarse a este país en contra de Rusia, al mismo tiempo que EU bombardeaba Vietnam. Así Echeverría fue instrumento de los planes de Henry Kissinger.

En 1946 se había inscrito en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde ocupó varios cargos como Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Su llegada al Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ubica en la época del retroceso acelerado que inició Miguel Alemán, la finalidad era revertir los avances de la Revolución y del Cardenismo lo que culminó Echeverría en 1976 sometiendo a México a los planes de Washington al firmar en octubre la primera carta de intención para adherirnos al Fondo Monetario Internacional.

Sus acciones se explican perfectamente porque, como es de conocimiento público, fue agente de la CIA, su clave era LITEMPO 8, la clave de Gustavo Díaz Ordaz era LITEMPO 2 y la de Adolfo López Mateos LITENSOR. Los tres eran agentes de la CIA de acuerdo con documentos desclasificados en 2006. En sus inicios recibían instrucciones de Winston Scott jefe de la estación de la CIA en México y prepararon el camino para el sometimiento del país.

Para tal efecto, en su sexenio, Echeverría desató la Guerra Sucia contra movimientos sociales y reprimió a la prensa, todos recordamos el siniestro ataque al periodico Excélsior. Antes del golpe de Estado en Chile, el presidente envió a ese país, como agregado militar, a Manuel Díaz Escobar quien había sido uno de los primeros militares mexicanos en ser entrenados en los Estados Unidos: entre 1951 y 1954 fue agregado militar mexicano en Washington y luego estuvo vinculado a la masacre de Tlatelolco y al jueves de Corpus pues ese general fue creador de Los Halcones.

A inicios de su gobierno, el 10 de junio de 1971, para rematar el golpe del 2 de octubre de 1968 el gobierno del PRI que encabezó Luis Echeverría Álvarez efectúa la masacre de estudiantes conocida como la “matanza del Jueves de Corpus”, donde cuerpos paramilitares del gobierno conocidos como “Halcones”, mataron a sangre fría a más de cien jóvenes. La intención fue la de terminar de doblegar el poderoso movimiento estudiantil que se había desarrollado a partir de los años sesentas y limpiar el terreno para las posteriores acciones de entrega de la Soberanía Nacional.

Realizó un trabajo sistemático durante la Guerra Sucia contra los activistas sociales, en la que hubo muchos casos como el de Joel Arriaga Navarro, asesinado en la ciudad de Puebla el 20 de julio de 1972, por el régimen de Luis Echeverría Álvarez y en contubernio con grupos de ultraderecha poblana como el Frente Universitario Anticomunista (FUA) y el Yunque. Había sido recluido en el Palacio Negro de Lecumberri, donde estuvo preso desde 1968 hasta finales de 1971, a ocho meses de haber obtenido su libertad fue asesinado, siendo el clero y la ultraderecha poblana parte de este crimen. Joel Arriaga fue un hombre de izquierda, congruente y con una profunda creencia en que la educación era la única arma de liberación.

Ese es el PRI represor que se descaró durante los gobiernos de Díaz Ordaz y Echeverría quien, si bien fue el primer expresidente en acudir a declarar en calidad de indiciado ante la Fiscalía Especial por la matanza de 1968 y de 1971, siendo un genocida, involucrado en delitos de lesa humanidad, murió impune con la ayuda de Fox y del PAN. Nunca se le condenó por haber instaurado la Brigada Blanca, ejecutora de la Guerra Sucia en México, bajo la cual fueron asesinadas o desaparecidas miles de personas, ni por la terrible represión en Guerrero y el asesinato a traición de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas.

Todas estas políticas fueron producto de la llamada “Guerra Fría” impulsadas durante la presidencia de Richard Nixon y su siniestro secretario de Estado Henry Kissinger. En América Latina promovieron la “Operación Cóndor” para reprimir a sangre y fuego toda rebelión con el pretexto de golpear al “comunismo”. El Plan nació en Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay y es muy conocido por sus consecuencias. En esa operación Condor, aplicada también en nuestro país, con la colaboración de Echeverría, se dio entrada en México – de manera anticonstitucional- a agentes extranjeros dentro del aparato de seguridad de México, con el pretexto de combatir el narcotráfico en Sinaloa, Chihuahua y Durango, dando el primer paso hacia la integración militar con EU, que tanto impulsarían a la postre Fox y Calderón. Después de haber impulsado la droga en EU para embrutecer a la juventud que se oponía a la guerra de Vietnam. Richard Nixon, en 1972 impulsó la guerra contra las drogas un gran pretexto para intervenir en otros países, la oportunidad de lavar dinero sucio en EU, además de aprovechar y estimular la venta de armas, al mismo tiempo que promovía la drogadicción en su país. Ese era el plan de Washington para el que también colaboró Echeverría.

En lo económico, decía Echeverría, que buscaba un modelo económico para llevar el bienestar a las “mayorías”, con el fin de disimular, aumentó los salarios, pero continuó endeudándonos, como lo hizo antes Díaz Ordaz. Una vez endeudados y con la soga al cuello, nos ató en octubre de 1976 al Fondo Monetario Internacional que exigió: Petrolizar la economía, introducir el IVA, congelar salarios, disminución del gasto público en salud y educación, eliminación de subsidios de beneficio social, la apertura comercial y devaluar la moneda.

Para disimular su entrega a Washington, se disfrazó de “gran patriota”, fomentó los bailes, trajes regionales y vestimentas de los pueblos originarios, en Palacio Nacional daba de beber agua de Jamaica, de chía y de tamarindo. Exhibió gran gusto por el desarrollo de los pueblos indígenas y sus expresiones artísticas y culturales.

Pero… “por sus frutos los conoceréis”. Cuando llegó Echeverría al poder, México no exportaba petróleo, era autosuficiente en gasolina y alimentos, teníamos soberanía energética y alimentaria, todo esto quedó enterrado por la obra regresiva que él inició conscientemente, dando los primeros pasos en una política antinacional y antipopular que profundizaría el posterior neoliberalismo al supeditarnos a los Organismos Financieros Internacionales. Con las políticas de su gobierno, que dejó la deuda en 19 mil millones y luego el de López Portillo que la volvió a cuadruplicar para sumar 85 mil millones de dólares en 1982, nos entregó atados de pies y manos a los designios de los vecinos del norte.

Además de perseguir con crueldad a estudiantes, campesinos, sindicalistas, a todo movimiento popular en defensa de la soberanía y de los derechos, actuó de forma muy engañosa para dividir a los estudiantes. Por ejemplo, para neutralizar a la UNAM y a Prepas y Vocacionales que habían desarrollado las grandes rebeliones estudiantiles, creó la UAM con tres sedes distantes que los dispersaban y en la educación media superior creó el Colegio de Bachilleres y a los CCH estos últimos para su disgusto tuvieron una impronta, que él no quería, trazada por el gran rector de la UNAM Pablo González Casanova, por lo que procedió a suprimirlo. El 17 de noviembre de 1972, el gobierno de Luis Echeverría obliga a renunciar a Pablo González Casanova, quien se ha distinguido por su responsabilidad social, su actuar progresista y pensamiento crítico democratizador. Para tal efecto impulsó un movimiento de provocadores “izquierdistas” en su contra dirigidos por Miguel Castro Bustos y el pintor Mario Falcón.

Fue sistemático y general su actuar contra todo movimiento popular. Golpeó al movimiento obrero, recordemos que el vigoroso movimiento electricista del SUTERM fue reprimido salvajemente el 16 de julio de 1976 por el gobierno de Luis Echeverría Álvarez lanzando al ejército contra la huelga de los electricistas que con Rafael Galván a la cabeza se movilizaron a lo largo de 1975 y 1976 por la democratización sindical.

Para frenar la inquietud obrera estimuló aumentos salariales y creó instituciones como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) Con esta institución, que dotó de vivienda a los trabajadores, lo que buscaba era alejar a los trabajadores muy lejos de su centro de trabajo para evitar condiciones para que se reunieran y el tiempo que se daban para organizarse, mandando a los obreros a vivir a dos horas del trabajo, en el Estado de México y dejándolos sin tiempo ni energía para asociarse y actuar. Ingeniosa estrategia. A la vez fue un negocio redondo para el “Grupo Atlacomulco” dueño absoluto del transporte en la zona. Sabemos que es clave que los trabajadores vivan cerca del lugar donde laboran.

Con el fin de endeudarlos y volverlos consumidores creo el Fonacot, el Fonatur para el turismo de playa, como hizo en Ixtapa y en Zihuatanejo. Pero también entregó al “turismo” proyectos ideales para las corporaciones extranjeras como fue el desenfrenado desarrollo de Cancún y Los Cabos que se convirtieron en enclaves extranjeros. Y un anticipo del mundo neocolonial globalizado de la actualidad. Ese gasto en turismo solo favoreció a corporaciones extranjeras, dueñas de hoteles, playas, líneas aéreas, restaurantes, por lo que el ingreso por turismo iba al extranjero. Al abrirle la puerta al FMI se inició el proceso que pulverizaría los salarios en un 80 por ciento en pocas décadas.

Él trató de perpetuarse en el poder dejando a José López Portillo, quien era el séptimo de una caballada flaca, haciendo creer a Mario Moya Palencia, secretario de Gobernación, que él era el bueno. Pero López Portillo terminó mandándolo de embajador en Australia y en las Islas Fiji… aunque siguió con las políticas echeverristas.

Para abrir paso a la petrolización de la economía que buscaba EU, en su gobierno se dieron los primeros “hallazgos” importantes de crudo, que permitirían a José López Portillo entregar nuestra riqueza petrolera al extranjero. Nuestras enormes reservas de oro negro, ya eran conocidas y mantenidas en secreto hacía décadas, siguiendo la política de Lázaro Cárdenas, por lo que los “descubrimientos” fueron un paso necesario para posteriormente poner ese petróleo en la mira de los futuros importadores.

En 2005 Luis Echeverría se convirtió en el único ex mandatario mexicano en ser llevado a juicio, pero resulta que no sufrió la condena a prisión sino un arresto domiciliario. Dos años después obtuvo un amparo y en 2009 fue finalmente exonerado por el régimen del PRIAN. Por los hechos del Jueves de Corpus ni siquiera se le llegó a juzgar, ya que los delitos fueron clasificados como homicidio común y se consideró que ya habían prescrito.

En septiembre de 2005, durante la presidencia de Fox, integrantes del Comité 68 Pro Libertades Democráticas ya habían denunciado la impunidad que advertían en la investigación del gobierno del PAN, que fabricó un andamiaje jurídico para negar la posibilidad de procesarlo. Al morir impune Echeverría, el Comité 68 convocó a una manifestación frente a la Puerta Mariana de Palacio Nacional para dejar clara su condena que refleja el verdadero sentir del pueblo mexicano.

El pueblo de México tiene memoria, no olvida sus crímenes y lo ha condenado a la ignominia y sobre todo toma consciencia y se organiza y revertirá el neocolonialismo y el sometimiento a los Estados Unidos que comenzó a impulsar Echeverría, para impulsar la organización popular que frustre estos planes que datan de décadas y nos permita recuperar la plena Soberanía Nacional y Popular, en un México libre, independiente, democrático, justo y en paz.

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