Voces del Periodista Diario

Economía mexicana: Juego suma cero

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Somos de una generación que no se deja llevar de la mano por la manipulada y pervertida Internet. Preferimos sumar y restar con el ábaco, seguimos el realista mito de las cabañuelas y compartimos la maldición de la cuesta de enero que, para el infelizaje, se prolonga por el resto del año.

Amanecemos, como todos los días, con la lectura de La Jornada. Nos hace temblar la cabeza de portada de hoy: Blindaje firme de la economía: Hacienda.

Los soportes de ese optimismo hacendario, son 180 mil millones de dólares en divisas internacionales y la línea de crédito flexible; oferta con la que tienta a los hacendistas mexicanos el samaritano Fondo Monetario Internacional (FMI) y el guiño del benemérito Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

El colchón de las divisas, según mentes perversas, permanece esterilizado en las bóvedas de la flexible Reserva Federal (Red) de los Estados Unidos. Desde que México firmó con el FMI la primera carta de intención a mediados de la década de los setenta, cada nuevo convenio le da una vuelta a la tuerca a la dependencia del Estado mexicano de las agencias financieras multinacionales. El Tesoro no da paso sin guarache: Se asegura, antes que todo, comisiones e intereses por el noble auxilio.

Primera advertencia en 1982: La economía de guerra

Contrastamos el boletín de ayer de Hacienda con el inicio de dos sexenios neoliberales: En diciembre de 1982, Miguel de la Madrid no se anduvo con paños calientes ni agua de borrajas. Instruyó a cuatro miembros de su gabinete anunciar, en conferencia de prensa conjunta, la adopción de una estrategia de Economía de guerra, con medidas dolorosas, pero necesarias.

Ernesto Zedillo Ponce de León se inauguró con el maquinado error de diciembre de 1994. Salvó su presidencia la Casa Blanca, habitada entonces por Bill Clinton.

Cambio de página: Casi al terminar el mandato de José López Portillo, la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP) elaboró El ABC de las Cuentas Nacionales, con el peregrino propósito de que los tecnócratas tradujeran al buen cristiano el argot técnico y se hicieran entender, al través de los reporteros de la fuente que cubrían aquella secretaría en Palacio Nacional.

Variables fundamentales: Mucha “estabilidad”, poco crecimiento

En aquel cuadernillo encontramos el término, variables fundamentales de la economía. Ya en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, la variable aplicada, hasta 2020, en vez de economía, fue macroeconomía, para “garantizar”, no el crecimiento, sino la estabilidad. Los resultados, hasta ahora, no se hicieron esperar.

Al paso de los dos primeros sexenios neoliberales, economistas de la vieja escuela, llamados como asesores por la Confederación de Trabajadores (CTM), hicieron una evaluación de los resultados de la transición del viejo régimen al Estado neoliberal.

Al corte de 1996, sumaron más de 250 mil millones de pesos las pérdidas acumuladas por la clase trabajadora en el periodo evaluado, producto de las medidas dolorosas, pero necesarias.

Los conceptos aplicados por dichos economistas, fueron las devaluaciones del peso, los despidos masivos, la cesantía en entes públicos privatizados, la restricción de los contratos Ley y colectivos de trabajo, la imposición de los topes salariales, el ataque a la propiedad social de la tierra, la elusión de las afiliaciones a las instituciones de Seguridad Social, etcétera.

El Estado de bienestar abdica ante el poder económico privado

En el tránsito del modelo, la correlación de fuerzas en el espectro económico empezó a modificarse y la intervención del Estado fue cediendo en favor del capital privado. La participación en la distribución de la renta nacional giró de la clase trabajadora hacia la empresa privada.

Dos perversos fenómenos resultaron de esa tendencia: 1) El sistema económico mexicano entró en un proceso de expectativas decrecientes y, 2) Las estructuras de la desigualdad socioeconómica se fueron profundizando.

Todavía, al terminar el mandato presidencial del PRI en 2018, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), al evaluar el comportamiento de las economías en la región, concluyó que, en México, la desigualdad en el reparto de la riqueza ha exacerbado la pobreza y la miseria.

Está por aparecer la lista Forbes de los más ricos del mundo 2019. En la correspondiente a 2018, aparecen 16 plutócratas mexicanos en ese ranking. A los primeros cuatro en la nómina, se les atribuyó una fortuna superior a los 110 mil millones de dólares. Sólo cuatro, en relación con el estatus socioeconómico de más de 126 millones de compatriotas. Más de la mitad, fluctuantes entre la pobreza moderada y la miseria.

Sólo los más audaces se alzan con el santo y la limosna

Existe una figura denominada, juego suma cero. Consiste en que los jugadores participan a partes iguales en la apuesta. En el desenlace, el ganador se queda con todas las canicas. Los derrotados se reparten a partes iguales las pérdidas.

“A la mexicana”, hay dos juegos. El de la pirinola, que los jugadores hacen girar sobre la mesa. Tiene la pirinola dos leyendas: Todos pierden y toma todo. Quien acierta a la segunda, se lleva todo el monte.

El segundo juego se practica en el cubilete y tiene una jugada que se dice a la veracruzana: Chingona todo chingar. Quien tiene la mano impone sus opciones en las figuras y números de los dados. Invariablemente, se alza con el santo y la limosna a costa de sus rivales.

Desde que se implantó el Estado neoliberal en 1988-1994, en el reparto de la renta nacional siempre han aparecido los mismos ganadores. Siguen apareciendo. Todo indica que la apuesta a suma cero llegó para quedarse. Perra suerte, la de los de abajo. Es cuanto.  

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