Voces del Periodista Diario

El milagro mexicano, ¿un mito genial?

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Cuando vemos la efigie del general Lázaro Cárdenas del Río en el logo de la Cuarta transformación, sólo se nos ocurre preguntar de qué estuvieron hechos los mexicanos ilustres nacidos en el siglo XIX. Aventuramos una respuesta: De patriotismo.

Del periodo 1935 a 1970, estudiosos extranjeros del modelo político-económico posrevolucionario documentaron lo que denominaron El milagro mexicano, hazaña doblemente reconocida después de la destrucción de los fundamentos de la economía nacional por el movimiento armado de 1910 y los alzamientos militares del tipo Saturnino Cedillo, precisamente contra la presidencia de Cárdenas.

Historiadores del proceso económico latinoamericano del siglo XX, sostienen que México fue uno de los primeros países que logró recuperarse de los impactos de La Gran Depresión de 1929, originada en los Estados Unidos.

Políticas para inducir un modelo de desarrollo soberano

Del mandato de Cárdenas, lo más recurrente es recordarlo por la Expropiación petrolera en marzo de 1938 y su política agraria. Menos relevancia se da a la creación de la Comisión Federal de Electricidad y la expropiación de los ferrocarriles en 1937. Citamos esos decretos, porque señalan el momento en que se define un modelo de desarrollo sostenido en la sustitución de importaciones y el impulso a la industrialización.

Seguiría la reforma a la Ley Orgánica del Banco de México para encauzar fondos al crédito industrial y los de los bancos asociados hasta en 60 por ciento al mismo sector. La Nacional Financiera sería comprometida al mismo propósito. Nafin se fundó en 1934, precisamente cuando Cárdenas impulsaba su Plan Sexenal como plataforma electoral.

En lo sucesivo, el gobierno mexicano supo sacar ventaja a la Segunda Guerra Mundial para crecer hacia adentro. Casualmente, aun antes de que concluyera la conflagración con la derrota de las potencias de El Eje, en 1945 México fue anfitrión de la Conferencia de Chapultepec que tendría su réplica dos años después en la Conferencia de la Habana.

1945: La Carta Económica de las Américas

No es casual esa referencia. En Chapultepec fue firmada la Carta económica de las Américas. Lo notable de esta conclusión es que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos concurrentes resistió la presión librecambista de Washington, que pretendía mantener las economías regionales como proveedoras de materias primas y consumidoras de productos terminados, según el modelo panamericanista diseñado a finales del siglo XIX, al que se adhirió la dictadura de Porfirio Díaz.

Si el modelo de economía nacionalista le dio calor y velocidad al milagro mexicano, ¿cómo se explica que la primera generación de gringos nacidos en México, al tomar por asalto el poder político, haya echado por la borda lo logrado en materia de desarrollo hasta la década de los ochenta?

Hay material para un tratado explicando las sinrazones de la tecnocracia para cambiar el modelo. Lo inexplicable es que la cuarta transformación, en cuyo logo aparece la efigie de Cárdenas, siga caminando en la misma ruta y con los mismos fines. Es cuanto. 

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Redacción Voces del Periodista