Voces del Periodista Diario

El salinato cumple 25 años.

VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George

Cuando -después del terremoto político del 6 de julio de 1988 (Miguel de la Madrid dixit)- el PRI se recuperó exitosamente en las elecciones intermedias de 1991, los exégetas del gobierno empezaron a proclamar que El salinato tendría vida por al menos 25 años. Ese periodo se cumple en 2017. ¿Feliz año nuevo?

Vale recordar que, por aquellos días, medios de comunicación neoyorkinos, especializados en economía y finanzas, etiquetaban a los tecnócratas mexicanos como vendedores de ilusiones. Aquí, algunos comentaristas sabían que a los primeros neoliberales en el poder político les gustaba ser llamados Los jóvenes turcos. Los analistas políticos hablaban del Grupo compacto. Ellos se autodenominaban Generación del cambio.

Para cuando se empezó a anunciar larga vida al salinato, los buques insignias de la armada neoliberal los constituían la privatización de Teléfonos de México (Telmex) y el inicio del proceso de desnacionalización del sistema de banca y crédito. La flota bancaria de México navega ahora bajo banderas extranjeras.

Y todos cantaron el Himno Nacional

Lo glorioso, sin embargo fue -a finales de 1989-, el acuerdo de negociación de la deuda externa (Bonos Brady). Después de informarse de la solución definitiva que liberaría “a nuestros hijos” del yugo de la deuda externa, Carlos Salinas de Gortari puso de pie a la audiencia para entonar el Himno Nacional.

Mexicanos al grito de guerra sacudió las más hondas fibras de la patria. Hoy, la deuda pública (entre la externa y la interna) galopa hacia los Diez billones de pesos.

Ante de pasar al siguiente apartado, vale nombrar las tuercas que entonces apretaban al sistema económico mexicano (en tesitura de declararse una moratoria de la deuda): 1) Salida de capitales; 2) descalabro cambiario; 3) aumento de precios; 4) Irritación social) y, 5) Inestabilidad política. ¡Ah! Pero eso era en 1988-1994. El maquinado Error de diciembre de este segundo año, ¿fue mera percepción?

El TLC, la joya de la corona

Retomamos la agenda del salinato. Con los expedientes arriba listados, el gobierno de la usurpación se sintió aspirante a jugador en las Grandes Ligas.

Desde que México dio por sellada su participación en el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (Gatt), en cuatro años fue inscrito en el primer Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos y Canadá, negociado con George Bush padre y Bill Clinton.

Constancias existen en la biblioteca de El Capitolio, que registran la resistencia de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes a la aprobación del TLC. Una de las cláusulas que entonces fue cuestionada se reconoció como secreta: La que expuso el régimen constitucional en materia de petróleo a su extinción. Como todo secreto, quedó latente.

Como sea, el 17 de noviembre de 1993, en Washington, la Cámara de Representantes hizo mayoría en torno al TLC. En Los Pinos hubo alaridos de júbilo.

Debe señalarse que, en los foros “de consulta” convocados por el Senado mexicano, la poderosa Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) advirtió que el TLC, al imponerse entre economías asimétricas, rompería las cadenas de valor mexicanas. Voz que nadie escuchó ni en el Ejecutivo ni en la Cámara alta. El TLC entró en vigor el 1 de enero de 1994. Un año antes, se abrió una nueva era de crímenes de Estado.

El mapa de la depredación socioeconómica

Las medianas y pequeñas empresas industriales y comerciales (al tiempo, también las grandes), aun algunos despachos de consultoría y asesoría, sucumbieron ante el acoso de los buitres  extranjeros, muchos de los cuales han hecho adquisiciones hostiles.

El TLC (ahora TLCAN), fue acompañado con la contrarreforma agraria. La propiedad social de la tierra rural (ejidos, comunidades agrarias y colonias agrícolas) pasó a manos foráneas (que controlan además insumos para la industria agropecuaria), a las de los renacidos hacendados y a las  de los cárteles de la droga, que han encontrado en ese mercado de desempleados su ejército de reserva.

La gran expulsión se ha dado en la mano de obra productiva. Acaba de anunciarse con cierto timbre de autocomplacencia, que en noviembre pasado el envío de remesas de nuestros transterrados en los Estados Unidos a sus familias, alcanzó un nuevo máximo histórico.

El proteccionismo vuelve por sus fueros

Han transcurrido ya 22 años en que campesinos mexicanos, empresas no exportadoras, algunos partidos ahora domesticados y Premios Nobel de Economía estadunidenses han dado el balance del cataclismo socioeconómico desencadenado por el TLC en México. Para otros efectos, se habla aquí de la rotura del tejido social.

Dentro de 17 días, se instala en el salón oval de la Casa Blanca, el presidente republicano Donald Trump, quien no quiere más TLCAN. Aclara: No estoy en contra el libre comercio; “estoy en contra el comercio estúpido”.

Los telecistas “mexicanos” tiemblan como epilépticos. No le hallan la cuadratura al círculo.

Hoy, hoy, hoy, el corporativo Ford anunció que cancela inversiones por mil 600 millones de dólares en una planta ensambladora en San Luis Potosí. Traslada la fabricación del Ford Focus a su planta de Hermosillo, Sonora.

Hoy, hoy, hoy, el próximo huésped de la Casa Blanca pasó por Twitter un mensaje en que amenaza a General Motor con la aplicación de “un gran impuesto fronterizo” sobre los vehículos Chevy armados en México e importados por el mercado estadunidense. Y contando…

Hoy el dólar sube y la cotización de la mezcla mexicana del petróleo baja.

Así se cumplen los 25 años del salinato.

Articulos relacionados

Biden quiere integrar a México a la OTAN

Redacción Voces del Periodista

Justicia para Palestina

Voces Diario

VENEZUELA EN EL OJO DEL HURACÁN

Redacción Voces del Periodista