Voces del Periodista Diario

El verdadero estado que guarda la nación

El lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

Para tratar de explicar el tema de hoy, colocamos la primera mojonera: Vividas las desgarradoras experiencias de dos guerras mundiales, mentes brillantes de Europa, sensibles a los resentimientos subyacentes entre Francia y Alemania, lanzaron una iniciativa de reconciliación continental con bases realistas.

Hacia 1951 se ensayaron los primeros proyectos de asociación regional. Uno de ellos fue la Comunidad Económica Europea formalizada en 1957. Esta comunidad fue uno los tres pilares en los que se asentó en 1993 la Unión Europea.

Estamos hablando de los años cincuenta. Esto es, tres décadas antes de que Ronald Reagan y Margaret Thatcher proclamaran su Revolución conservadora.

Los exegetas de la globalización consideran que aquella declaración desde el eje Washington-Londres puso el huevo de la serpiente de los Estados neoliberales.

El Tratado de Roma (1957), placenta de la Comunidad Económica de Europa, tuvo en su eje la integración y gobernanza en común de Estados y pueblos europeos. El documento constitutivo habla, efectivamente, de pueblos, no de “sociedades”. Se perfiló, pues, una vocación comunitaria.

La Unión Europea, repetimos, se estableció en 1993 en torno a la integración económica y el mercado común. Un signo de ese acuerdo: La libre circulación de mano de obra.

Ese mismo año, México fue puesto a remolque en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El tsunami que golpeó las fortalezas neoliberales

Corre video: En 2007-2008 se gestó en los Estados Unidos el devastador crack financiero, cuyo tsunami golpeó fortalezas neoliberales en los cinco continentes.

Algunos analistas norteamericanos compararon el subversivo fenómeno y su impacto con la Gran depresión de 1928, incubada en los mercados bancario y financiero de la Unión Americana.

Concluimos el primer tramo de la narrativa: Como consecuencia de la Segunda Gran Depresión de hace una década -que puso en evidencia la fragilidad del sistema global-, en Europa se produjo un realineamiento político-ideológico que ha generado el resurgimiento de regímenes tipificados como populistas-nacionalistas. En Estados Unidos, el modelo lo encarna Donald Trump.

Libre comercio y déficit en la balanza comercial mexicana

Colocamos una segunda mojonera en el tema, con tres señalizaciones: 1) Entre los Estados socios de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México aparece entre los países con más baja fiscalidad. Esto es, un deficiente e insuficiente sistema de generación de ingresos tributarios: 17 por ciento de captación respecto del PIB.

2) Ya atado al TLCAN y a casi medio centenar de otros tratados, México carga con un fluctuante déficit en su balanza comercial. En el primer trimestre de 2018, la suma en ajuste fue ya de mil 428 millones de dólares frente al valor de las importaciones.

Aunque la balanza agropecuaria se mantiene en relativo equilibrio, en la de bienes industrializables los saldos son negativos: combustibles, minerales, químicos orgánicos y plásticos; hierro, acero, aluminios, máquinas y material eléctrico.

En ese capítulo, el mayor déficit lo reporta la balanza petrolera: 4 mil 777 millones de dólares, básicamente causa del abandono de la política de refinación.

3) La tercera señalización viene de una convicción de economistas estadunidenses: Ahí donde hay prosperidad, ésta se expresa en el auge de las industrias automotriz y de la construcción con boyante mercado.

En esos campos, México, como país maquilador, blasona de la producción de automóviles. Lo que está en la agenda de revisión del TLCAN, es la exigencia de los Estados Unidos de incrementar el porcentaje de componentes nacionales de esa industria, en favor de sus empresarios. México aporta la más baja participación de componentes en dicho sector, aquí eminentemente ensamblador.

En estas semanas, entre la incertidumbre de los resultados de la negociación del TLCAN y los azares de la sucesión presidencial, según nos indican fuentes consultadas esta mañana, los industriales de la construcción, al menos en su división habitacional, se están atrincherando en la cautela hasta que se conozca el desenlace de los dos procesos indicados.

Sucesión presidencial de 2018: El discurso del grupo dominante está primado por las advertencias contra el populismo. Ese espantajo esta siendo sacudido aquí en estas horas por los resultados de la elección presidencial en Venezuela. México es un agente activo en la descalificación de ese proceso.

Maestros y doctores en economía apócrifos

Cambio de página con variaciones sobre el mismo tema y una acotación personal: Sin más cartulina que la de “tenedor de libros”, nos declaramos incapaces de rebatir los criterios de la tecnocracia que blasona de títulos de excelencia, en los que basa su arrogancia e infalibilidad.

El atrevimiento lo anima, sin embargo, una charla que hace unos años tuvimos con el ex procurador general de la República, Oscar Flores Sánchez.

Cuando empezó a enquistarse en la administración pública la legión de maestros y doctores en Economía, con posgrado en universidades extranjeras, Flores Sánchez, a título confidencial, hizo una compulsa sobre los pergaminos de esos funcionarios.

Concluyó el ex procurador que muchos de esos papeles eran apócrifos. Después, investigaciones periodísticas lo confirmaron en algunos casos específicos con pelos y señales.

Pulso de la “mano invisible del mercado”

Tiempo de variedad: En la jornada de ayer todavía, el tipo de cambio se colocó en más de veinte pesos por dólar “libre”. El fenómeno afecta particularmente a los importadores y repercute en la inflación.

Hace todavía poco más de tres años, el Banco de México exhibía reservas de divisas extranjeras por encima de los 180 mil millones de dólares. En días pasados, el recuento de los daños se cuantificaba en unos diez mil millones de dólares menos.

A propósito, el banco central sigue preocupado por el hackeo de los sistemas transferencia bancaria y financiera.

Segmentos tecnocráticos siguen creyendo que uno de los índices del “crecimiento económico” en México, es el Indicador de Precios y Cotizaciones en el mercado bursátil.

En julio de 2017, la Bolsa Mexicana de Valores flotaba en el júbilo: El indicador había alcanzado un máximo histórico: 51 mil 713 38 puntos. En jornadas recientes, se reporta un piso cercano ya a los 45 mil puntos. Los analistas especializados calculan que el IPC caiga en las próximas semanas hasta 43 mil 900 puntos. Casi siete mil puntos menos respecto del primer dato de referencia.

Cuentas alegres sobre Inversión Extranjera Directa

Hace unas horas, la Secretaría de Economía se gratificó con un boletín en el que -sin distinguir aplicaciones reales, notificaciones (inversión diferida) o reinversión de ganancias- informó que la Inversión Extranjera Directa (IED), en el primer trimestre de 2018 alcanzó ya los 181 mil millones de dólares. Por supuesto 52.3 por ciento mayor que “la del mismo periodo del gobierno anterior”.

Sobre ese punto, vale hacer otra acotación: La Autoridad Federal para el Desarrollo de (siete) Zonas Económicas Especiales promovidas en este sexenio, declaró que hasta el momento existe inversión comprometida por unos siete mil millones de dólares.

La mosca en la sopa es que no se tienen aún definidos los criterios para otorgar los permisos a empresas ancla y lanzar las convocatorias para los administradores integrales.

Ayer mismo, sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal/ONU) encendió las luces de advertencia: Le puso esta etiqueta: La IED, engendra el mismo tipo de vulnerabilidad macrofinanciera y episodios de especulación.

Lo que se va a portafolios o cartera

Memoria de ese organismo: A mediados del siglo pasado la IED fue ponderada como mecanismo ideal de financiamiento externo de las naciones en desarrollo, por constituir una inversión estable en actividades productivas

El supuesto, dice Cepal, dejó de tener validez, al borrarse las diferencias entre los llamados flujos de inversión directa (líquidos y a largo plazo), con las de portafolio o de cartera, de corto plazo y más volátiles.

Según la explicación del organismo, “las empresas destinan parte de la IED a la diversificación financiera, arbitraje tributario, coberturas frente al riesgo y también a la especulación”.

La Cepal estudió el comportamiento de 30 de 50 empresas trasnacionales que operan en América Latina. En 48 por ciento de la IED proveniente de las trasnacionales, se evidenció una motivación especulativa.

Esas inversiones, que por añadidura desplazan o absorben empresas locales, quedan expuestas al vaivén de los mercados financieros internacionales, lo que entraña el riesgo subyacente de incontrolable fuga de capitales en circunstancias de incertidumbre interna, o de atracción por aquellas metrópolis que ofrecen mejores tasas de rendimiento.

El colmo: Sabotaje a trenes “rigurosamente vigilados”

Para ilustrar nuestro optimismo, en los últimos días se están perpetrando actos de sabotaje en rutas ferroviarias mexicanas. En especial, en itinerarios del Litoral del Golfo de México y estados del Bajío, por los que se transportan gruesos volúmenes de carga.

La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), ya puso el grito en el cielo. Acusó al Poder Legislativo de la Unión de omisión y exigió la convocatoria a un periodo extraordinario de sesiones para analizar y aprobar dos iniciativas de ley que consideren el sabotaje como atentado contra la Seguridad Nacional.

Uno de los argumentos de la central industrial, es que con frecuencia los trenes transportan productos químicos de alta peligrosidad; además, el sabotaje afecta a las empresas y genera temor y desconfianza de los inversionistas.

A buen santo se encomiendan los alarmados industriales: Los legisladores federales andan muy atareados en sus campañas por otros puestos de elección popular, o enganchados con los candidatos presidenciales.

La actual legislatura federal está en receso: Le restan escasas 14 semanas de duración. La mayoría de los escaños y curules están ocupados por suplentes, cuya única tarea es hacer cola en las tesorerías para hacerse de unos cuantos millones por dietas y lo que caiga de moches.

Lo dicho, es apenas una pálida estampa del estado que guarda la nación. Los candidatos presidenciales no convencen y sus espacios de propaganda electorera son usurpados por voceros del gobierno, que todos los días nos asestan un nuevo boletín, que no es más que la suma de todos los spots acumulados a lo largo del sexenio. Es cuanto.

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