Voces del Periodista Diario

En picada, la movilidad socioeconómica en México

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

Pronto tendremos concentrados de resultados de los Censos Nacionales de Población y Vivienda 2020 y más tarde sus desagregados que nos informarán sobre la calidad de vida de nuestros compatriotas, que podrían sumar ya más de 130 millones de personas.

A mediados de 2019 tuvimos evaluaciones al respecto, que podemos presentar en dos versiones, igual de trágicas: 1) 70 de cada 100 personas que nacieron en hogares del grupo más bajo de la escala social se quedarán ahí toda su vida, y 2) 49 de cada 100 mexicanos que nacieron pobreza se mantendrán en ella durante todo su ciclo vital.

La cosa no es pareja para toda la población del territorio nacional: La región norte supera tres veces la movilidad social de la región sur. Los datos anteriores corresponden a un reporte del Centro de Estudios Espinosa Yglesias presentado en mayo de 2019.

Pobreza moderada y miseria, maldición para los de abajo

El Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval) se fundó en agosto de 2005. Se creó básicamente para la medición de la pobreza en México. Salvo años excepcionales, hasta 2013 reportó incrementos en los indicadores de pobreza moderada y “pobreza extrema”, eufemismo éste empleado para no hablar de miseria.

En ambas condiciones apuntadas, la suma rebasaba el 50 por ciento de la población nacional. Otras fuentes nos daban ya el dato de más de 70 millones de individuos.

De nuestra cosecha sostenemos que la lectura nos lleva al fenómeno de polarización socioeconómica que exacerbó y aceleró la profundización de las estructuras de la desigualdad, por obra y gracia de los tecnócratas neoliberales, practicantes del darwinismo social.

Desde que, en diciembre de 2006, Felipe Calderón declaró su loca guerra contra el crimen organizado, hemos dado seguimiento al desplazamiento incesante de familias y hasta de comunidades completas de las zonas rurales y de los suburbios metropolitanos, y algunas organizaciones no gubernamentales, hasta 2018, contabilizaban más de tres millones de personas que han optado por la migración interna, con independencia de las que huyen hacia los Estados Unidos.

Dos fuentes corroboran esas tendencias históricas: El Consejo Nacional de Población y el Registro Federal de Electores, del Instituto Nacional Electoral.

El Covid-19 genera nuevos desplazamientos humanos en México

Éramos muchos y parió la abuela: El Covid-19 está agravando el fenómeno comentado, bloqueando la capilaridad socioeconómica de Los de abajo, de la que blasonaba el régimen hasta 1980.

De acuerdo con corporativos que dominan la industria inmobiliaria en México, los seis meses de pandemia están empujando a la población a nuevos e indeciados desplazamientos.

Si bien en algunos casos se ha aplazado la intención de compra de bienes inmobiliarios, la búsqueda en venta ha descendido en 20 por ciento. En el caso de vivienda de interés medio, las solicitudes de compra han caído en 4 por ciento. En categoría residencial, 28 por ciento y en el rango plus y Premium, 36 por ciento.

La anterior evaluación es sobre operaciones de compra-venta. En el sector inquilinario, las cosas no van mejor. Todo lo contrario: Los lanzamientos cotidianos autorizados por juzgados de lo civil a los arrendadores no se compadecen de las víctimas de la emergencia nacional.

Nos quedamos, pues, en que la ruptura del tejido social no sólo no dispone de costuras, sino que se sigue destejiendo a velocidad supersónica. Perra suerte, la de aquellos que, de por sí, en la ecuación de 70 de cada 100 que nacieron en pobreza, se quedarán ahí toda su vida. Es cuanto.

Articulos relacionados

BUHEDERA

Redacción Voces del Periodista

El México que dejó Enrique Peña Nieto

“Peligro para México” tiene nombre de mujer