Voces del Periodista Diario

En Política Social, no se hallan “otros datos”

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Dicen, algunos seguidores del racionalismo, que la verosimilitud sólo se aproxima a la verdad, o la simula. Sin ser filósofos de esa escuela, los procuradores mexicanos nos han dado repetidas verdades históricas. Fueron relativamente verosímiles por un corto verano, pero el tiempo las acreditó como viles mentiras.

En el rango de verosimilitud, nos tocó la versión de que, en el segundo semestre de 2014, la Tesorería de la Federación se quedó sin fondos líquidos y hacia diciembre consultaba la opción de contratar deuda para cubrir los primeros requerimientos presupuestales de 2015.

¿La Tesorería de la Federación sin fondos? ¿Regresaríamos al siglo XIX, temporada de la sociedad fluctuante y de un Estado mexicano en pañales?

Por unos días dejamos entre corchetes aquella especie. En enero de 2015, sin embargo, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, anunció una media verdad y una media mentira. Empate técnico.

Las finanzas públicas cayeron en la insolvencia

En conferencia de prensa, al administrador de las finanzas públicas levantó el telón: Antes de entrar en ejercicio, el Presupuesto de Egresos de la Federación para aquel año fue recortado en unos 134 mil millones de pesos.

Se suspendería el tren rápido México-Querétaro y se recortarían recursos a las empresas productivas del Estado, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad. La primera, soporte de la solvencia fiscal federal.

Ya se concluía para entonces que la contrarreforma petrolera entraba a la fase de la verdad. Había fracasado.

Videgaray, no obstante, atribuyó los recortes a circunstancias internacionales, no a la falla en la instrumentación de las reformas transformadoras.

Desde los resultados electorales de junio de 2018 y en el periodo de transición presidencial, el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya proclamó que se entregarían al nuevo gobierno finanzas sanas.

Andrés Manuel López Obrador ha llegado a declarar que, el de México, es un Estado quebrado.

Presupuesto de gasto 2019: Remedio para todos los males

En el Presupuestos de Egresos de la Federación para 2019 -unos cinco billones de pesos- se encontraron todos los remedios para todos los males.

Se estableció, por ejemplo que, a la política social (ya no asistencialista) se reservarían 3 de cada 4 pesos del gasto federal, sin afectar otros nuevos proyectos de infraestructura productiva.

A las primeras reacciones adversas sobre el modelo de austeridad para combatir la corrupción, siempre se ha respondido. “Yo tengo otros datos”.

Cinco años después de 2014, si bien se ha aplicado la restrictiva nueva Ley de Remuneraciones a Servidores Públicos, la Tesorería de la Federación está cumpliendo puntualmente con las erogaciones del gasto corriente, que implican el pago a toda la burocracia del gobierno federal, tanto de base como de confianza.

Los nuevos proyectos de infraestructura productiva, siempre dicho por voz oficial, cuentan con presupuesto garantizado para los plazos de construcción y conclusión establecidos. Si algo los detiene, es la interposición de recursos de amparo contra ejecución.

Que se investigue el saqueo del IMSS, Issstse, Afores…

Lo que no se entiende, entonces, es por qué los recursos para financiar la política social, y aún los etiquetados expresamente para Seguridad Social, no fluyen con la velocidad requerida para solventar su ingente demanda. Lo vemos con el suministro de medicamentos.

En ese capítulo se inscriben los programas especiales encomendados alternativamente a las secretarías de Bienestar y del Empleo.

En ambas secretarías, durante mayo y en lo que va de junio se han visto ruidosas manifestaciones de protesta de los potenciales beneficiarios de esos programas, que no ven claro en sus saldos de las tarjetas de débito, entregadas para el descuento de diversas pensiones o becas a jóvenes convocados a construir juntos el futuro.

Incluso, recientemente se llevó al cabo la Convención Nacional de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores, Jóvenes y Trabajadores.

Una de sus conclusiones fue demandar que se abra una investigación para saber quiénes saquearon los fondos de pensiones de los trabajadores en todo el país y exigir la devolución de los mismos, bajo la figura jurídica de auditoria ciudadana vinculatoria aplicada a las instituciones del IMSS, ISSTSE Y AFORES

Ya entrados en gastos, sería exigible la auditoría ciudadana a las pensiones alimentarias que corrieron a cargo del Gobierno de la Ciudad de México. Aun sus saldos a favor del tarjetahabiente se esfumaron.

En los bancos a los que se ha obsequiado la concesión de los pagos correspondientes sólo se revira al acreditado con su flamante Tarjeta de bienestar con cajas destempladas: Infórmese en la institución responsable, pues yo no tengo otros datos. Es cuanto.

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