Voces del Periodista Diario

Entre el activismo intelectual y la demencia senil

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Si, como resultado de ciertas operaciones políticas -algunas son conocidas como concertacesiones electorales– despacha en el salón del poder presidencial, algunos litigantes le solicitan actuar en un conflicto y usted responde: Y yo, ¿por qué? cualquiera puede sospechar que se equivocó de código postal. Mínimo.

La sospecha toma otro giro tiempo después, cuando la Sacra Rota Romana le entrega un dictamen que contiene un análisis siquiátrico, cuyo diagnóstico es que tiene usted un déficit en su presupuesto emocional y anda mal de sus facultades mentales, así ese síndrome parezca “benigno”.

No se trata de simples especulaciones. Ambos datos son absolutamente verificables. El problema se agudiza cuando el paciente diagnosticado se resiste al tratamiento médico prescrito. La actitud remisa puede ser reincidente.

Demencia senil: Pérdida de razonamiento y juicio

Ya que pisamos esos locuaces terrenos, consultamos un tema relacionado: El de la llamada demencia senil. Los científicos especializados la describen como una enfermedad degenerativa que deteriora el funcionamiento intelectual, en cuyo caso ataca el razonamiento y el juicio. Quiere decir, el buen juicio.

Aunque se dice que dicho fenómeno clínico se presenta a partir de los 60 años, la doctora Sagrario Manzano, de la Sociedad Española de Neurología, aclara que puede presentarse en cualquier edad.

Por supuesto, el asunto inicial se refiere a las personas físicas, pero su equivalente aplica a las personas morales y no pocas veces a las entidades de interés público.

También a los partidos políticos ataca la pavorosa enfermedad

En la tercera categoría aparecen los partidos políticos. La enfermedad degenerativa afectó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) al atravesar los 50 años de edad vital. Empezó a perder el razonamiento y el juicio. El poder político desgasta, de acuerdo con estudios sociológicos.

Como la demencia senil puede presentarse en cualquier edad, según dejó establecido la doctora Manzano, al Partido de la Revolución Democrática (PRD) se le presentó prematuramente; casi en el periodo de lactancia.

El PRI ha perdido en dos ocasiones el poder presidencial formal en los recientes 20 años. El PRD, producto del Frente Democrático Nacional, tuvo al menos cinco aproximaciones y a final de cuentas no logró ni reintegro. Hasta la fecha, no se ha encontrado camisa de fuerza a su medida.

Vuelve, Vicente, te perdonamos: ¡Esta es tu casa!

Nacido en 1939, el Partido Acción Nacional (PAN) sostuvo su heroica brega de eternidad durante seis décadas. En plena madurez biológica, conquistó el poder presidencial en 2000, con tortuosa revalidación en 2006. Falló en su azarosa tentativa de retorno en 2018.

Todo indica que, después de esas críticas experiencias, el PAN quedó tocado. Vimos algunas señales a mediados de septiembre en que esa formación recordó –no celebró– los primeros 80 años de su ya oxidada existencia.

Un visible síntoma de demencia senil (pérdida del juicio) se expresó en lo que para otros sería un despropósito: Algunos delegados propusieron en esa reciente ocasión, ceder su liderazgo nacional a Vicente Fox Quesada.

De tomarse en serio el asunto -salvo para algunos despistados o interesados que otorgan títulos a sabor-, lo primero que habría que discernirse, es qué entienden esos panistas por líder.

Líder, lo que se llama líder: Manuel de Jesús Clouthier

Como auténtico líder identificamos en el PAN, por ejemplo, al difunto Manuel de Jesús Clouthier del Rincón. A su sospechosa muerte en octubre de 1989, una corriente mantuvo activo el clouthierismo. Se le recordará en la Ciudad de México la próxima semana.

No es el caso del guanajuatense: A su separación de un corporativo refresquero, contemporáneos y amigos le buscaron forma de subsistencia económica y sólo le vieron tamaño y facultades para administrar una franquicia de pizzas en El Bajío.

Fueron esos amigos y paisanos los que le financiaron su primera campaña electoral que lo hizo diputado a la LIV Legislatura federal. Le mantuvieron sus donaciones hasta 2000.

Los promotores septembrinos de Fox apelan a una falacia: Echó al PRI de Los Pinos. ¿Fue así el asunto?

El genio político de Manuel Camacho Solís (+)

Nosotros nos remitimos al expediente y damos con una mente excepcional y políticamente brillante: Manuel Camacho Solís. Trataremos su memoria en dos tiempos.

Fallecido ya, Camacho Solís dio demostraciones de genio desde sus juventudes universitarias: Tenemos y leemos algunos de sus escritos en que cuestiona las estructuras del PRI, señalando lo que después los tecnócratas denunciaron como dictadura de los sectores.

Desde su paso por la desaparecida Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP) fue un activo sobresaliente del Grupo compacto del más tarde presidente Carlos Salinas de Gortari.

Cuando, desde Los Pinos, Salinas de Gortari derrocó en 1989 de la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a Carlos Jonguitud Barrios, fue Camacho Solís el que puso a propuesta su relevo por Elba Esther Gordillo Morales, dato imprescindible para explicar el posterior desarrollo político de la chiapaneca, quien pasó tres veces por la secretaría general del PRI.

En la campaña presidencial de 1988, Camacho Solís ya ejercía el cargo de secretario general del CEN del PRI. Fue un evaluador implacable de las causas que motivaron el terremoto político de aquel año.

El decisivo y definitorio texto del galardonado Carlos Fuentes

En 1994 se dio la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. El 23 de marzo fue asesinado el candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio.

En mayo de 1994, Salinas de Gortari hizo contacto con el escritor Carlos Fuentes. Fuentes había escrito para el diario The Nueva York Times un texto en el que previene el choque de trenes en las elecciones presidenciales del ya próximo agosto y propuso la movilización de la sociedad civil para evitarlo.

Aleatoriamente demandó a Salinas de Gortari actuar como Presidente de todos los mexicanos y lo incitó a pasar a la historia como el presidente de la transición democrática. Por aquellos días, Fox era sólo afamado por sus extravagancias en San Lázaro.

El escrito de Fuentes operó como detonante: El autor tuvo un encuentro en Nueva York con Jorge Castañeda y es en la residencia de éste en la Ciudad de México en que se celebra una reunión señera: Se perfila el Grupo San Ángel.

La capacidad de convocatoria de ambos personajes lo prueba la respuesta de 66 figuras políticas y académicas de influencia nacional, militantes de diversos partidos y corrientes ideológicas: Tatiana Clouhthier, Enrique González Pedrero, Teodoro Césarman, Alfredo del Mazo González, Lorenzo Meyer, Ricardo García Sáenz, Adolfo Aguilar Sinzer, Gabino Fraga, Federico Reyes Heroles, Amalia García, Javier Livas, etcétera.

De esa representativa y catalizadora nómina apartamos dos nombres: Manuel Camacho Solís y Elba Esther Gordillo Morales, con sello salinista. Por si fuera necesario, subrayamos otra vez los nombres de los convocantes: El laureado Carlos Fuentes y el académico, investigador e historiador, Jorge Castañeda, exégetas de la transición democrática.

Otra audacia de Salinas de Gortari y un accidente

Luego vendría el Grupo Chapultepec, al que concurren varios de los personajes nombrados y otros con iniciativas propias, pero coincidentes. La aparición en esos escenarios de Vicente Fox se da como mero accidente.

Otro acto primordial de Salinas de Gortari: Con su bancada y panistas de la Alianza Estratégica activos en el Congreso de la Unión legisla el artículo 82 de la Constitución por el cual se permite a hijos de extranjeros acceder a la Presidencia de México. Los amigos de Fox lo alientan para que arrime su sardina al fogón de los militantes, teóricos e ideólogos antes nombrados.

Entre las figuras citadas aparecen ex gobernadores priistas y perredistas, secretarios encargados de despacho de gabinetes priistas, académicos cercanos al PRI desde los periodos de don Jesús Reyes Heroles y Porfirio Muñoz Ledo en la presidencia nacional tricolor.

De nuevo destacamos el nombre de Elba Esther Gordillo Morales, quien seguía alternando el control sindical y político del magisterio y su participación en la dirigencia del ex casi partido único. Lo vimos, sobre todo, en 2006, en que fue expulsada del partido que le dio rentable carrera, acusada por sus detractores de traición.

La vigorosa respuesta al llamado a ejercer el voto útil

De aquel macizo intelectual surge un convincente mensaje electoral: Ejercer el voto útil. En 2000 cae el PRI de Los Pinos. Para que la cuña apriete

No es, la anterior narrativa, una fe de erratas. Es historia viva a la que parece no tienen acceso los postulantes de Vicente Fox como “líder” de lo que queda del PAN, al que el guanajuatense había renunciado para servir a la campaña de Enrique Peña Nieto, del que pretendió ser asesor.

¿Hay espacio para el hijo pródigo? Cuando ataca la demencia senil, lo imposible parece posible. Es cuanto.   

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