El lecho de Procusto
Por Abraham García Ibarra
Tres cápsulas culturales dedicadas a los albañiles tricolores que quieren taponar La oscura caverna del populismo. (En próxima entrega identificaremos a los que les han trazado la carta de navegación rumbo a la posmodernidad.)
La primera, tiene como protagonista a don Adolfo El viejo Ruiz Cortines. Cuando despachaba en la Secretaría de Gobernación recibió a tres emisarios oficiosos del dirigente nacional del PRI, general Rodolfo Sánchez Taboada, pero dijeron hablar en nombre del presidente Miguel Alemán.
Señor secretario: Con todo respeto le trasmitimos la solicitud de que haga una declaración expresa de proscripción del Partido Comunista Mexicano.
El veracruzano socarrón, inmutable, respondió, palabras más palabras menos: -Señores, los soviets, que yo sepa, no le han infligido ninguna ofensa a México. Si conocen la Historia, sabrán que los agravios nos vienen del norte… (Su mano derecha señalaba hacia los Estados Unidos.)
Ruiz Cortines había sido actor en vivo, en directo y a todo color, contra la ocupación armada de los Estados Unidos del puerto de Veracruz en 1914.
PAN sobre los rábanos: “Rojos por fuera, blancos por dentro”
Paralelo al lanzamiento del PRI hacia 1946, en la contraparte apareció el Partido Popular, después, Popular Socialista. Lo fundó y dirigió hasta su muerte Vicente Lombardo Toledano, impulsor de la vía mexicana al socialismo.
Los comunistas químicamente puros acusaron al brillante intelectual poblano -contemporáneo de la generación de Manuel Gómez Morín– de hacerle el juego a la dictadura priista. Sostenían que el partido de los “pepinos” no era más que un satélite del PRI.
Los del Partido Acción Nacional, de su lado, motejaban a los comunistas botánicamente. “Rábanos”: Rojos por fuera, blancos por dentro.
Como los comunistas actuaban ordinariamente en la clandestinidad, los priistas les diagnosticaron el Síndrome de Drácula: Al exponerse a la luz del Sol, quedaban reducidos a cenizas. Achicharrados, pues.
(La semana pasada, la incesante exposición a los reflectores provocó a los pañistas graves quemaduras en el rostro. Conjuntivitis, diagnosticó el secretario de Salud, doctor José Narro).
Del humanismo político a la Alianza estratégica
Cambio de página: Desaparecidos los padres fundadores del PAN, hacia los ochenta, después de su conversión al neopanismo y en bárbaros del norte, los panistas terminaron amartelados con el usurpador Carlos Salinas de Gortari en la afamada Alianza estratégica.
Los sedicentes de “las izquierdas”, después de abandonar el promisorio Frente Democrático Nacional (1988), que rompió la hegemonía electoral del PRI, arrimaron su sardina al fogón del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de su fundador y “líder moral”, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. (Las tribus amarillas terminaron expulsándolo del partido.)
Las células izquierdistas que se afiliaron al PRD todavía cargaron en su equipaje algunos textos de Marx y Lenin, pero sus gurús ideológicos eran Fidel Castro y El Che Guevara. Luego, Mijael Gorbachov les iluminó el camino con su Perestroika.
Empezaron a aparecer los comunistas Pronasol
En la perspectiva de las elecciones federales intermedias de 1991, el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) le cedió el registro oficial al PRD. Para las elecciones presidenciales de 1994, el ex promotor del Movimiento de Liberación Nacional y del Partido Mexicano de los Trabajadores, Heberto Castillo Martínez declinó a su candidatura en favor de Cárdenas Solórzano.
En el mandato de Salinas de Gortari, fueron visibles los comunistas Pronasol.
En el camino, los antiguos sedicentes “izquierdistas” buscaron primero acercamientos con el clero político católico y con algunos segmentos panistas. En 2000, inventaron el voto útil en favor de Vicente Fox quien, ya en Los Pinos, proclamó su gobierno como uno de los empresarios, por los empresarios y para los empresarios.
En el gabinetazo de Fox, aunque en segunda división, se leyeron los nombres de algunos perredistas. Otros, residuos del 68, fueron reclutados por la Comisión para Delitos Políticos y Sociales, adscrita a la Procuraduría General de la República. Se conformaron, a pesar de haber exigido originalmente al régimen una Comisión de la Verdad.
Vámonos todos al fáctico Pacto por México
Por esos acomodaticios atajos, los de la “revolución democrática”, terminaron enganchados en este sexenio en el fáctico Pacto por México (PxM). Si alguna vez pudo ser posible, los pragmáticos amarillos se olvidaron para siempre de la dictadura del proletariado.
Se cumplió una hiriente percepción de los detractores de las izquierdas: Hablan como Carlos Marx, pero quieren vivir como Carlos Slim y Carlos Hank.
El PxM dejó muy buenos dividendos a los perredistas. Engolfados, aceptaron jubilosamente en 2017 la convocatoria electorera para integrarse al Frente Ciudadano por México, que súbitamente perdió lo “ciudadano” y quedó Por México al Frente, con el jefe nacional panista como el Hombre de la providencia para 2018.
Ya llegó ¡Ya está aquí! la “izquierda políticamente correcta”
Corre video: Desde hace algunos años, una figura señorea sobre las alianzas electoreras: Los apareamientos anti natura. Enero nos ha ofrecido algunas caricaturas de ese fenómeno.
En la Ciudad de México, pudimos ver a la milloneta ex presidenta del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno en la Delegación Benito Juárez, en rogativas de votos azules para convertirse en jefa de Gobierno de la CDMX. Los panistas le dijeron que sí; que como no.
Días después, en otro escenario, las pantallas nos ofrecieron la imagen del ya amarrado candidato presidencial del frente, Anaya Cortés, calzándose el chaleco amarillo como camisa de fuerza.
Escoltaban al azul los de la izquierda políticamente correcta Jesús Ortega Martínez -perseguidor de mujeres periodistas que ofenden su honra– y el ex guerrillero de la 23 de Septiembre, Jesús Zambrano Grijalva.
El pasado miércoles, nuevamente la parafernalia televisiva exhibió a Barrales, la milloneta militante de la tribu de Los Chuchos: “Soy mujer de retos y de resultados; no tengo duda. Vamos a volver a ganar la jefatura de Gobierno; vamos a ganar con este frente y a seguir trabajando para que le siga yendo bien a nuestra ciudad”.
La candidatura de la milloneta Barrales es producto de tres encuestas, cuya metodología se pierde en la noche de los tiempos. Eso no obstó para que el fallido aspirante presidencial Miguel Ángel Mancera le enviara a su ex secretaria de Educación las más calurosas felicitaciones. Los derrotados por Barrales, dijo Mancera, mostraron gran madurez y compromiso con la transparencia.
Ya hay más perredistas fuera del PRD que adentro
Destape tan aterciopelado, nunca faltan los típicos contreras a los que nada conforma: Precisamente en la Delegación Contreras de la Ciudad de México, territorio donde en 1997 Las Brigadas del Sol llevaron a Cuauhtémoc Cárdenas al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, se produjo la estampida disidente.
Los desertores son activos de la corriente Izquierda Democrática Nacional. La vocera Ileana Araiza dijo que la decisión la tomaron por “congruencia, para no generar más daño al PRD”. Se anunció que, con los cuadros dirigentes en aquella delegación, se irán otros siete mil militantes.
Alerta mexicanos, “ahí vienen los rusos”
El espectáculo de la semana cierra con una patriótica preocupación: ¡Ahí vienen los rusos! Lo avisa el fascista poblano Javier Lozano Alarcón en nombre de su candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña.
Qué cosas tiene la vida, Mariana. Los tricolores que no quieren volver al pasado, remueven los rescoldos de la Guerra Fría, recalentada por Donald Trump.
En los días de la Guerra Fría, los combatientes mexicanos por la libertad acusaban a los de la izquierda, de estar financiados por El oro de Moscú. Como nunca se presentaron pruebas contundentes de esa traición a la patria, todo el cuento terminó en El loro de Moscú. El “oso”, según diría Ruiz Cortines, nunca nos agravió. Es cuanto.