Silogismos
Por Antonio Ortigoza Vázquez
@ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Si de algo están convencidos en Hidalgo, es que Francisco Xavier Berganza es experto en echar a perder campañas electorales. Desechado a priori por Morena, enfurecido anunció una “candidatura independiente”, pero según parece, podría ser postulado por Movimiento Ciudadano (MC), no obstante que tiene desastroso historial en ese partido.
De confirmarse la especie, se revelará que el partido que encabeza Dante Delgado sólo buscará tener presencia virtual en el proceso electoral, sin mayores pretensiones, o algo parecido.
En 2016, Berganza fue postulado para gobernador por el PAN, pero ni siquiera asistió al registro de su candidatura ante el IEEH, que llevaron al cabo el Secretario General del blanquiazul en la entidad y su representante ante el organismo.
Sin embargo, en el arranque de las campañas, el PAN tenía ciertas expectativas de dar la pelea frente al PRI y su candidato, Omar Fayad, que se veía fuerte desde el primer momento. Pero Berganza se encargó de desinflar todo.
Su discurso de campaña fue desordenado, por decir algo leve, enfocado únicamente a denostar el candidato priista, en términos tan agresivos y groseros que tuvieron el efecto contrario entre los votantes.
Nunca tuvo un hilo conductor coherente, adoleció de un “programa de gobierno” poco claro, con la necesaria concisión para las demandas de la sociedad.
Pero en rigor, eso no fue realmente una sorpresa: antes de eso, fue candidato de Movimiento Ciudadano a senador. Sucedió algo insólito: fue un “candidato” totalmente ausente, no de la campaña. sino… del estado.
Sucedió que tuvo que enfrentar una acusación de un supuesto abuso sexual. En vías de hecho fue prófugo durante todo el proceso y solo se le vio cuando fue a protestar como senador, con lo que obtuvo el fuero constitucional.
En 2018, Morena anduvo a la pesca de candidatos sin cuidarse gran cosa de revisar trayectorias… o quizá, no se puede saber, precisamente estuvieron eligiendo para nominados a personajes con sórdida trayectoria, nada más para comprobar que “su jalón” electoral podía hacer ganar a los peores.
Así fue como Berganza resultó diputado plurinominal local. Llegó al Congreso del Estado y mejor todavía: coordinador de su bancada.
Creyó que tenía despejado el camino hacia una tercera candidatura a gobernador, pero Morena le descartó en el “tercer corte” del proceso interno. ¿Quién lo pudo imaginar? El ex cantante juvenil despotricó contra Morena, tildó de “cerdos” a los dirigentes locales y nacionales y anunció una candidatura “independiente”.
Pero hace pocos días que surgió la especie de que Movimiento Ciudadano podría prestarle, otra vez, sus siglas para contender para gobernador y el asunto está aún por confirmarse.
¿Será que Dante Delgado ya olvidó el bochorno de la candidatura a senador, cuando el nominado “peló gallo” porque nunca se presentó a un solo acto de campaña?
¿No teme acaso la dirigente estatal de MC de tener, otra vez, a un candidato ausente?
Dante Delgado tiene bien ganada fama de ser un político audaz, pero con planes bien definidos. Sus decisiones recientes, en algunos casos, parecían errores graves, pero resultaron en triunfos sonados, como fue el caso de Nuevo León, donde su candidato a gobernador de 32 años de edad, Samuel García, arrancó la campaña desde el sótano en las preferencias, pero terminó a tambor batiente con amplio triunfo.
No parece ser el caso en Hidalgo, sino todo lo contrario. A menos que el habilidoso Dante tenga un as bajo la manga.
Pero inclusive, si lo tuviese, tiene el peligro de que Francisco Xavier, dada su forma de actuar, lo rompa. No se ve cómo pueda repetir la hazaña neoleonesa