Por Rodolfo Ondarza*
Nunca había escuchado hablar tan claro y directo a un subsecretario de salud, federal o estatal, como a Hugo López-Gatell, titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, sobre el origen de la epidemia de obesidad, diabetes, hipertensión, que precedió a la pandemia COVID-19, epidemia de enfermedades crónicas que es un gran flagelo social.
Estas patologías hacen mucho más vulnerables a las personas a adquirir una expresión grave, o mortal, del COVID-19.
Esto debido a pésimos modelos alimentarios enquistados desde hace décadas en México gracias a las políticas públicas de salud neoliberales que han favorecido la publicidad, la gran oferta, y el consumo de comida chatarra no nutritiva, productos industrializados con alto contenido calórico y con componentes adictivos; así como a estilos de vida poco saludables.
Esta comida chatarra, junto con las bebidas azucaradas como refrescos y “jugos”, al llevar a las personas a padecer las mencionadas enfermedades crónicas conducen a infartos al miocardio y a eventos vasculares cerebrales, amputaciones, hemodiálisis, trasplantes, a problemas respiratorios, etc.
En cuanto a la pandemia de COVID-19 lamentablemente esta situación desastrosa en cuanto a la alimentación y enfermedades crónicas ha llevado a que México sea el país con mayor mortalidad de adultos jóvenes por COVID-19, debido a las comorbilidades que comprometen su salud.
Hugo López-Gatell expresó, durante su visita a Chiapas, en la comunidad de Vista Hermosa, municipio de Berriozábal , en el marco de la puesta en marcha de la Estrategia de Intervención Local de Salud Comunitaria los siguientes aspectos fundamentales de esta epidemia de obesidad que debemos combatir, desde el punto de vista alimentario, para mejorar nuestra salud y prevenir sus complicaciones, incluyendo el ser víctimas fáciles del COVID-19:
“¿Para qué necesitamos el veneno embotellado, el de los refrescos? ¿Para qué necesitamos donas, pastelitos, papitas que traen alimentación tóxica y contaminación ambiental? Las botellas llegan a ríos y luego al mar”, dijo durante el arranque de la Estrategia de Intervención Local de Salud Comunitaria en Chiapas, y agregó el funcionario: “La salud que tiene México sería distinta si no nos hubiéramos dejado engañar por los estilos de vida que vienen de la televisión y se escuchan en la radio como si fuera la felicidad. Les llaman jugos a los que están embotellados, pero no son jugos. Es pintura con azúcar”.
Qué grato es, para uno como médico, el escuchar estas palabras de Hugo López-Gatell. Que gran diferencia con, por ejemplo, personajes como Mikel Andoni Arriola Peñalosa- llamado el “el príncipe de las industrias”-, excandidato del Partido Revolucionario Institucional a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, y ex titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien ha sido señalado por haber sido aliado de grandes empresas de productos ultraprocesados, siendo contrario a los intereses de salud de nuestra sociedad (https://www.sinembargo.mx/12-12-2017/3361766); o a Peña Nieto, inaugurando una planta refresquera y promocionando una marca comercial, marca de la que tanto él como Calderón Hinojosa ignoraron una alerta de autoridades sanitarias estadounidenses sobre su contenido peligroso de arsénico (https://www.youtube.com/watch?v=8JBYt_OWCD8); ni que decir de Fox Quesada y de sus grandes intereses, ex presidente de la división de América Latina de Coca Cola; quien no recuerda a José Narro Robles, a Mikel Arriola y José Reyes Baeza en su cínica y ridícula danza “contra el cáncer”, con el que se han asociado a ciertos productos ultraprocesados (https://blog.oncosalud.pe/7-tipos-de-cancer-a-los-que-estas-mas-expuesto-si-tienes-sobrepeso , https://aristeguinoticias.com/undefined/kiosko/narro-arriola-y-baeza-bailan-asi-contra-el-cancer-de-mama-video/).
Es insostenible, para cualquier sistema público de salud del mundo, poder cubrir la atención médica de estos padecimientos crónicos, que terminan siendo manejados en el tercer nivel de atención médica a un altísimo costo.
Por mencionar un sólo procedimiento médico, realizar hemodiálisis en un paciente puede costar 4 mil pesos diarios para el tratamiento de un paciente diabético con sus riñones dañados, proceso que puede llegar a requerir hasta tres veces por semana, elevándose el costo a cerca de 400 mil pesos. Si se trata de un paciente fuera de control, el costo se eleva estratosféricamente para el sistema de salud.
De ahí la importancia de la medicina preventiva, de adecuadas políticas públicas de salud, de tener a la salud mental como punta de lanza, tal y como como las medidas que se están implementando en este sexenio; y de terminar con la impunidad y la corrupción en salud en Salud, y en cada centro hospitalario de México.
Pese a ello, nuestro mandatario Andrés Manuel López Obrador, se comprometió este domingo, 19 de julio, a cumplir con 10 compromisos, fundamentales sobre todo para la salud del pueblo, entre los cuales se encuentra la atención prioritaria de enfermedades como hipertensión y diabetes (https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/amlo-se-compromete-a-atender-con-prioridad-la-hipertension-y-diabetes-de-los-mexicanos).
La responsabilidad del neoliberalismo en cuanto a la ruina del Sistema Nacional de Salud, y en cuanto a las condiciones de salud del pueblo de México son muy claras, y la he descrito detalladamente en Voces del Periodista en el mes de mayo. Así como su responsabilidad en las muertes debidas a la pandemia COVID-19: COVID-19. La responsabilidad del neoliberalismo en México. Por Rodolfo Ondarza.
por Redacción Voces del Periodista 6 mayo, 20200252 (https://vocesdelperiodista.mx/opinion/covid-19-la-responsabilidad-del-neoliberalismo-en-mexico/).
Debemos luchar y defender lo más valioso que poseemos, que es nuestra salud y nuestra vida.
Rodolfo Ondarza Rovira*
Neurocirujano. Activista en defensa de derechos humanos. Ex presidente de la Comisión de Salud de la ALDF, VI Legislatura. @DrOndarza