Voces del Periodista Diario

La adrenalina en motocicleta y sus terribles consecuencias

(Todo Sur)

Por Juan Bautista Rojo

  • No existe un reglamento específico para motocicletas
  • No hay alcoholímetros en caseta y tres Marías
  • Responsabilidad de Seguridad Pública y la SCT
  • La Comisión Metropolitana, en sus manos, una posible solución
  • Posibles actos de narcomenudeo en esos viajes.

No existe un reglamento especial para motocicletas en todo el país, que indique la velocidad, capacidad, cilindraje, y horarios para circular en las principales carreteras del país. Lo que tenemos y ya data de casi dos décadas es un reglamento de tránsito que regula su paso por las ciudades, más dirigido a vehículos de transporte privado y público.

Un socavón en los reglamentos a nivel federal que incluye la responsabilidad de las Secretarías de Seguridad, y de Comunicaciones y Transportes, Salud y a los gobiernos Estatales.

El terrible siniestro del choque de motos contra camiones y autor particulares en la carretera México-Cuernavaca, es una lección de una enorme dimensión social y de seguridad, para instituciones y ciudadanos, además de lamentar el dolor de las familias de la comunidad biker.

El remedio y el trapito, aplica en esta lamentable situación.

La Hipervelocidad, causa del problema. Por diversos testimonios obtenidos de primera mano por celulares de participantes en ese paseo de motociclistas, por entrevistas con medios profesionales con los sobrevivientes y a través de declaraciones de ciudadanos testigos e involucrados en esa chusa colectiva, conocemos que la causa principal del accidente fue la gran velocidad, entre 200 y 230 kilómetros por hora, la que ocasiono el accidente, después de un primer choque, lo que bloqueo el camino, antes de una curva, y la secuencia de motos que se encontraban atrás del percance, ocurrido antes de mediodía, se sumaron al caos de muerte y confusión.

En medios de difusión del Estado de Morelos, se difunde que más de 30 personas pierden la vida cada año en accidente y colisiones de este tipo, lo que supera los 170 casos. De sus costos, se dice que se pierden más de 6.5 millones, algo que no tiene importancia más que la vida y la pérdida de vidas de terceros como suele ocurrir, eso no tiene evaluación.

La falta de un padrón nacional de motocicletas actualizado, es otro tema pendiente de la autoridad. Ahí, incluso puede existir tráfico de estos vehículos.  

Las carreteras no son pistas de competencia. El mantenimiento de carreteras en nuestro país, es deficiente, aún tratándose de paga, o las llamadas concesionadas, un ejemplo de ello, es la constante reparación de la carretera México-Acapulco que todo el año se encuentra en reparación según el tramo averiado, por accidente, erosión por clima o deslaves por pésima construcción desde su inicio.

La comisión metropolitana, una vía para esta solución.

La congregación de los Estados soberanos como la Cdmx, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, a través de sus principales responsables, pueden poner a trabajar en serio en este asunto, que para ellos está ausente, es invisible.

Desde esta instancia en coordinación jurídica, ambiental, de seguridad, vialidad, tránsito y de salud, pueden emitir un reglamento donde se regule, en primer lugar, la velocidad y tránsito en horarios de los vehículos de dos ruedas o tres, en caso de triciclos con motor, no exceder de un determinado kilometraje, así como las condiciones óptimas de salud para manejar por sus conductores.

Ahí, el tema, de un padrón certificado de propiedad con su más reciente actualización de los propietarios. Y en el caso de salud y tránsito, la sanción respectiva  por reincidencia por “no encontrarse apto para conducir”, y le sea retirado en forma definitiva la licencia, cuando ello llegue a un extremo.

Medidas de gran envergadura, de gran calado en el tema del motociclismo civil, como autotransporte, son necesarias para evitar posibles consecuencias fatales, como las que suceden, hoy en tres marías, pero mañana en otras zonas periféricas.

Un tema, que no está por demás, es la revisión de los cargamentos que llevan los motociclistas, que en ocasiones, y en gran cantidad, pueden ser susceptibles de contribuir al traslado de estupefaciente, ligados al narcotráfico, un tema que tampoco puede ser eludido por la autoridad.

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