Voces del Periodista Diario

La verdadera pandemia: Covid-21

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

Un viejo y certero diagnóstico quedó confirmado científicamente después del 1 de diciembre de 2018: La subclase política, especialmente en su división de cabotaje, padece el síndrome de inmunodeficiencia primaria democrática. Tampoco existe vacuna contra esta peste.

De lo anterior se colige que la verdadera pandemia que amaga a los compatriotas, es la del Covid-21 electoral. El año próximo serán las elecciones más grandes de la historia de México, apenas comparables con las festividades recordatorias de la sangrienta caída de La Gran Tenochtitlan en 1521.

Planea sobre México el temible espectro del Hermano Mayor

En enero pasado, la Secretaría de Gobernación requirió a Instituto Nacional Electoral (INE) los datos biométricos de los ciudadanos que hasta entonces eran poseedores de su credencial de elector con fotografía. Hicieron lo mismo en su tiempo Felipe Calderón al IFE y Enrique Peña Nieto, al nuevo INE. ¿Con qué aviesos fines?

Para ilustrar nuestra sospecha, decimos que las fichas biométricas contienen las huellas dactilares de las personas, el iris de los ojos, las facciones del rostro, el tono de voz, la firma y el ADN. ¿Acecha a los mexicanos El hermano mayor? Por hoy, dejamos la cuestión de ese tamaño.

Verdadera jaurías en pleito por  carnosos y jugosos huesos

Más de 20 mil puestos de elección popular estarán en disputa en 2021. Pueden multiplicarse las candidaturas, según el oxígeno que les quede para entonces a los partidos con registro nacional o estatal: verdaderas jaurías en busca de carnoso y jugoso hueso.

Para enero mismo, el Registro Federal Electoral (RFE) tenía procesados los datos de más de 90 millones de ciudadanos con credencial. Por solicitud de muchas personas, un código de barras oculta la localización domiciliaria. La misma fuente calcula que, para la primavera de 2021, el listado nominal del RFE podría abarcar una suma superior a los 93 millones.

Esos ciudadanos serán potenciales votantes en junio del año próximo, aunque en 2018 no acudieron a las urnas más de 30 millones.

Extraviado el norte, se dan pactos partidistas anti-natura

En la inmediata perspectiva, recordamos que la lucha de los contrarios por el poder político se da básicamente entre los partidos políticos, si bien desde 2014 está instituida la candidatura independiente.

Subrayamos lo anterior, porque las dirigencias de los partidos nacionales están ocupadas ahora en pactar alianzas electorales, tanto con sus formaciones políticas convergentes y aun con los que no hace mucho sostenían divergencias y rivalidades por concepciones programáticas o doctrinarias.

Verbigracia: El 2 de diciembre de 2012, el priista Enrique Peña Nieto convocó en el Castillo de Chapultepec a la firma del Pacto por México. En la agenda de este instrumento fáctico estuvo la cuestión petrolera.

El apartado correspondiente dice así: Se implementará una reforma energética que convierta el sector en poderoso motor del crecimiento de la economía a través de la atracción de inversión, el desarrollo tecnológico y la creación de cadenas de valor.

El extenso y denso galimatías fue suscrito por los representantes de la izquierda políticamente correcta, una tribu del Partido de la Revolución Democrática (PRD), fundado por el hijo de El Gran Expropiador, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, irreductible defensor de la soberanía petrolera.

Por “mera casualidad”, el Pacto se firmó 34 años después de que el PAN concertó con Carlos Salinas de Gortari la Alianza estratégica, el 2 de diciembre de 1988 en Los Pinos. Hasta aquí el ejercicio memorioso. Continuamos.

La arenga: Todos Unidos contra Andrés Manuel López Obrador   

El punto del tema es el siguiente: Los partidos de oposición no van necesariamente contra el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que ya no es movimiento, y menos de regeneración. Aparte de sus coaliciones en negociación para el 21, algunas dirigencias partidistas arriman su sardina al fogón de grupos empresariales privados -algunos con conexiones en el extranjero– que no comulgan con la cuarta transformación.

Por esa vía, los beligerantes se han concertado en una especie de TUCLO (Todos unidos contra López Obrador). ¿Es o no, esa estrategia electorera, un factor que profundizará la polarización social?

En la cartelera del 21, la eterna lucha de paralíticos y epilépticos

En medio de la emergencia nacional provocada por la pandemia de Cobid-19, los partidos políticos actuales, y los que el INE agregue en agosto, están ya con un pie en el estribo para cuando el órgano electoral de la señal de salida a 2021 en octubre próximo.

No es difícil pronosticar que en el 21 tendremos una pandemia peor y más desgarradora que la sanitaria de nuestros días: Un combate cuerpo a cuerpo entre paralíticos y epilépticos. Es cuanto.

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