Voces del Periodista Diario

Las fauces del globalismo

Todos sus componentes son criminógenos

Por Gastón Pardo

Presentamos los factores, o una buena parte de ellos, que estando activados solos o por separado, son capaces de instaurar o mantener en actividad por tiempo indefinido y con toda su capacidad criminógena al sistema social y financiero que amenaza al mundo y a quienes en él vivimos, con sus dispositivos destructores.
Irnerio Seminatore ha escrito un artículo vibrante, que ha sido publicado en el portal geopolítico dirigido por el pensador geopolítico belga Robert Steuckers. La publicación de Steuckers se se publica en Euro – Synergies, un portal activo las 24 horas del día, encargado de editar todo lo relacionado con los valores durmientes  que debieran condicionar la unidad europea de cara a la catástrofe civilizatoria que algunos consideran inminente.
Irnerio Seminatore (diplomático turinés, vive en Bélgica) intituló su artículo (Stabilité contestée et dislocation de l ordre), “Estabilidad discutida y dislocación del orden”. Su texto asegura que puede “resultar paradójico hablar de hegemonía establecida en una situación internacional turbulenta y caótica en Europa, Africa y Asia, cuando se agravan los signos de una turbulencia progresiva en el orden existente y se determinan los prolegómenos de un conflicto de gran intensidad y de alcance sistémico.
“Con el colapso de la URSS y el breve periodo de unipolarismo americano, se ha situado progresivamente un sistema de interacciones no jerarquizadas, donde los circuitos inciertos de Estados Unidos han privado al mundo de un líder indiscutible, capaz de imponer un arbitraje planetario. Este fenómeno señala la entrada en una etapa de transición sistémica y de alternancia de liderazgos. Este es el punto de partida del estudio de la hegemonía y de los ciclos hegemónicos que pasan a ser el objeto primordial de las preocupaciones de la comunidad de los politólogos porque el estudio repercute sobre las realidades y las metamorfosis de la potencia. Ella influye en las estrategias concurrentes a mantenerla y preservarla o por contra, a contrastarla y combatirla…”.
El Reloj del Juicio Final sigue a 100 segundos del apocalipsis
El Boletín de los Científicos Atómicos mantiene su simbólico Reloj del Día del Juicio Final este 2022 a 100 segundos de la medianoche, en su evaluación de lo cerca que estamos del apocalipsis. Si bien sus autores creen que el año pasado ofreció destellos de espera.
De tal manera, los ciclos hegemónicos, que creemos que son portadores de las convulsiones criminales del mundo, en nuestra apreciación subjetiva merecen ser enumerados con el objeto de que los países asuman su responsabilidad en la medida que reconozcan su convivencia con una serie estrategias que el sistema social y financiero ha logrado imponernos. Estos son:
La globalización de la desinformación.
La revista británica The Economist ha definido el «poder punzante» como el uso engañoso de información con fines hostiles como la subversión, el hostigamiento y la presión. Se citaron como ejemplos las acciones híbridas en Ucrania, las campañas de propaganda y captación del Estado Islámico y las interferencias observadas en distintas elecciones nacionales.
La desinformación es una herramienta para imponer conductas en el país de origen y manipular la opinión en el extranjero. Actúa manipulando la información, que es intangible, localizando las vulnerabilidades que facilitan los ciberataques.
La cuestión de la «autonomía estratégica», en origen referida a la cultura de defensa, se extiende hoy a la seguridad que incluye la información y, por tanto, internet, sin dejar de considerar otros poderes capaces de imponer sus normas técnicas, como sucede con la tecnología 5G y China y a la economía digital.
La globalización y la raza.
Mientras el gobierno republicano de Donald Trump recibía el apoyo de la población blanca para su reelección, siguiendo su costumbre de manejar las minorías raciales en muchos países incluido el propio EEUU, el Partido Demócrata abrió el paso a la confrontación de razas. desempolvaron el diseño de la guerra de razas contenido en el Plan Kalergi: “Un fantasma recorre Europa”. Se espera en EEUU un desenlace de la confrontación de razas, de pronóstico reservado en los meses por venir en este 2022.
Se trata de un complot internacional que habría sido orquestado por las élites políticas y económicas en la primera mitad del siglo XX para importar millones de trabajadores de Asia y África y mezclarlos con las “razas europeas”. Esta obra evidentemente influyó en el libro “La raza Cósmica”, del ministro de Educación mexicano José Vasconcelos.
¿Los objetivos? Crear un híbrido humano débil y fácil de manipular, aumentar la disponibilidad de mano de obra barata y, finalmente, acabar con la “raza blanca”.
Los capítulos en que se divide la globalización son aportados por lo autores estadounidenses Peter J. Taylor y Colin Flint, autores de la “Geografía Política” en la que dan constancia de que el globalismo hasta 1985 (e incluso hasta 2022, como nos consta) el globalismo ha sido incapaz de desintegrar el Estado nación, a la que conducía el “principio” de economía relativa.
Estos capítulos que merecen una mirada por separado antes de verlos activados en la destrucción civilizatoria son:
La globalización financiera, que describe el mercado mundial instantáneo de productos financieros que se intercambian en las ciudades “mundiales” de todo el planeta de forma ininterrumpida a lo largo de cada día.
La globalización tecnológica alude a la combinación de técnicas de comunicaciones e informática y las conexiones por satélite que han creado la compresión espacio temporal, la transmisión instantánea por todo el mundo.
La globalización económica describe los nuevos sistemas de producción integrada que permiten a las empresas “globales” utilizar capital y mano de obra por todo el planeta.
La globalización cultural se refiere al consumo de productos globales en el mundo que a menudo contiene un efecto homogeneizador con son los casos de la Cocalización y el Macmundo.
La globalización política es la propagación de una agenda neoliberal que fomenta la reducción de los gastos estatales, la desregulación, la privatización y las economías abiertas.
La globalización ecológica es la inquietud respecto al hecho de que las tendencias sociales actuales sobrepasen la capacidad del planeta para sobrevivir como entidad viva. Aspira por ello a ser una globalización política verde.
La globalización geográfica es la reordenación del espacio que sustituye lo internacional por prácticas transestatales en un mundo que era deseado, antes de las migraciones masivas, como una red de ciudades mundiales.
La globalización sociológica  se refiere a la nueva mentalidad que ve el surgimiento de una sociedad mundial, un todo social interconectado que va más allá de las sociedades nacionales.
Son núcleos del conflicto dos tipos de guerra que se suman en el presente a la guerra racial, que son la guerra militar y la nuclear, que no están descartadas como recurso de poder cuando las resistencias puestas en juego en ciertos países no son lo suficientemente contundentes para afianzar los objetivos imperiales anglosajones con el recurso de guerras coloreadas.
Por último, estamos obligados a mencionar la guerra teológica que suele ser lanzada por las migraciones en desplazamientos hacia objetivos geográficos precisos. Esta guerra va acompañada, como se ha visto en los Balcanes, por las diferencias lingûisticas, étnicas, y ahora raciales, en áreas específicas del planeta.

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