La Piedra en el Zapato
Por Abraham García Ibarra
Apenas ayer, tomamos como tema el Código de Ética del Poder Judicial de la Federación. Citamos dos preceptos: sencillez y sobriedad para normar el desempeño de los juzgadores.
Recordamos que ese código fue suscrito por doña Olga Sánchez Cordero, hoy ministra de la Corte en retiro.
Doña Olga es ahora secretaria de Gobernación. Hace una semana anunció que donará su ingreso como funcionaria del Poder Ejecutivo a una casa hogar para niños discapacitados.
La responsable de la política interior del gobierno de la cuarta transformación calcula que puede vivir honestamente con su pensión de ministra en retiro. Hay mucho de congruencia entre lo firmado en 2004 y la máxima responsabilidad pública asumida en 2018.
“Austeros”, pero cobran con el Presupuesto del 18
Después del 1 de julio pasado, nos enteramos que los miembros de la LXIII Legislatura federal se reciclaron en nuevas posiciones. No obstante, regresaron a las tesorerías de sus cámaras a cobrar los remanentes disponibles hasta el fin de la legislatura el 30 de agosto.
En las nuevas cámaras legislaturas federales, en la misma primera semana de septiembre sus coordinadores declararon que se sumarían al imperativo de austeridad proclamado por el gobierno de la cuarta transformación.
Se ahorraría en papelería, etcétera, pero… los nuevos legisladores seguirían cobrando sus dietas de acuerdo con el presupuesto de egresos aprobado en 2017, “hasta que se apruebe y entre en vigor la nueva Ley de Remuneraciones a los Servidores Públicos”, de acuerdo, no faltaba más, con el artículo 127 de la Constitución. Esa ley fue suspendida por el ministro de la Corte, Alberto Pérez.
Es más fácil desintegrar un átomo que un privilegio
Parafraseando a Einstein, es más fácil desintegrar un átomo que un privilegio burocrático.
Cambio de página, con una variación sobre el mismo tema: Exploramos la nómina de integrantes de Senado de la República de la cuarta transformación; cámara donde subyace el principio de moral republicana. Subyace, nada más.
Tomamos al azar un escaño: Lo ocupa un senador que ostenta literalmente la categoría de plurinominal: Ha sido dos veces candidato a gobernador; la primera por un partido de su creación y otra por tres partidos con registro nacional; las dos veces, derrotado. Ha sido también dos veces jefe de asesores de gobernadores del PRI.
Publicita ese senador una hoja de vida en que se acredita como líder de sindicato universitario, secretario general y rector de una Universidad Pública.
Con ese expediente, hace unos meses abandonó su despacho en palacio de Gobierno y se insertó en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Con éstas siglas se alzó con una senaduría en la cámara que ahora pastorea el ex priista zacatecano Ricardo Monreal.
No nos distraemos tratando de cuantificar los ingresos que a ese senador le ha generado en estos meses la tesorería de la Cámara alta.
¡Que rico! el goce de jubilaciones dinámicas
Lo que nos comentan algunos compañeros de escaño y paisanos de dicho legislador, es que éste “podría ser” usufructuario del sistema de pensiones impuesto a la administración de la Universidad Pública de la que fue rector.
Ese sistema fue promovido desde hace cuatro décadas por una Coalición de Fuerzas “Democráticas y Progresistas” y “de izquierda” a la Universidad Pública caracterizada ya.
El sistema de pensiones a que hacemos referencia se denomina jubilación dinámica. No es otra cosa que el pago de pensión a los jubilados con el último salario íntegro, prima vacacional y aguinaldo, con cargo a la tesorería de la Universidad. La prestación equivale a la que se otorga al personal en activo.
Donde vemos saltar la liebre es cuando se nos comenta que esos beneficiarios de la “pensión dinámica” son al mismo tiempo receptores de pensión por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el que aquella institución tiene convenio.
Se trata, pues, de una pensión por partida doble. No sería novedad que algunos de esos jubilados recibieran una tercera pensión por parte del Issstse, por servicios prestados en alguna otra dependencia pública. De ser el caso, sería pensión por partida triple.
Hace diez años, la administración de aquella Universidad Pública ya empezó a verse en problemas financieros a causa de los pasivos contingentes acumulados geométricamente causa de aquellos gastos excepcionales.
Ese tipo de concesiones bajo presión sindical, ya ha provocado la quiebra financiera de al menos diez universidades públicas de los estados.
Ramírez Cuéllar llama a “la corresponsabilidad”
Viene a colación el pavoroso caso porque, al conocerse el paquete fiscal federal para 2019, se identificaron recortes al subsidio de algunas instituciones de educación media y superior. La UNAM, el Politécnico Nacional y la UAM, entre ellas. La comunidad universitaria ha reaccionado airada frente al Palacio Legislativo de San Lázaro.
Ayer, el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, Alfonso Ramírez Cuéllar manifestó su disposición a reflexionar sobre esa agravada problemática vinculada al Presupuesto de Egresos de la Federación.
Ramírez Cuéllar demandó en cambio corresponsabilidad en el tratamiento del asunto y precisó: Las universidades deben resolver la crisis de sus sistemas de pensiones.
Eso del Presupuesto de Egresos es competencia exclusiva de la Cámara de Diputados. Los senadores de la República pueden lavarse las manos; los que las gozan, seguir cobrando por sus jubilaciones dinámicas y dormir tranquilos.
A propósito, doña Olga Sánchez Cordero despachó tres meses en el Senado. En Gobernación dio señales de que, el buen juez, por su casa empieza. Una mojonera para la cuarta transformación.
En tres entregas anteriores nuestra inquietud se ha expresado en torno a los riesgos a que está expuesta la autonomía universitaria históricamente y con mayor contumacia en los tres pasados sexenios. Seguimos con las alertas encendidas. Es cuanto.