Sinfonía Telúrica
Por Abraham García Ibarra
Dado el temperamento voluble de las democracias occidentales, los procesos electorales se convierten en santuarios de la incertidumbre. De ahí que el negocio de las encuestas sobre la intención del voto, aunque rentable aún, ha caído en cierto grado de descrédito en la hora de las urnas.
En el conteo de contagiados y muertos por la pandemia de Covid-19, los Estados Unidos han conquistado el liderato mundial. En el resto de América son variables los índices de aceptación de los gobernantes de la región, según el tipo de respuestas dadas a la crisis sanitaria y su eficacia.
Quiebre en la ruta crítica de la campaña de Donald Trump
Con esos adversos resultados, parece imperativo que los estrategas electorales de Donald Trump revisen la ruta crítica de su agenda en pos de un segundo mandato, habida cuenta que en los últimos meses ha caído el grado de aprobación popular de su gestión.
La divisa de hacer de nuevo grande a los Estados Unidos se ha deteriorado drásticamente. En su primera campaña, el candidato presidencial del Partido Republicano tomó de caballito de batalla a México y sus migrantes en una táctica que, al exacerbar el racismo, entusiasmó a los de la supremacía blanca.
Los recientes disturbios raciales han agrietado el pedestal donde se encontraba encaramado el inquilino de la Casa Blanca.
En el proceso de desafuero iniciado formalmente desde el otoño de 2019, cuando el dictamen afirmativo de la Cámara de Representantes pasó al Senado, era previsible que el Presidente saldría ileso. Como fue.
Vuelve el T-MEC al catálogo de ofertas republicanas
El salvamento de Trump fue posible, no sólo porque los legisladores republicanos en la Cámara alta son mayoría. En el mismo recinto senatorial, se armó también una jugada maestra: Se dio luz verde a la ley para poner a caballo el T-MEC, a entonces ya aceptado por México y en agenda en el parlamento canadiense.
En la integración de México a la zona proteccionista de América del Norte, tuvimos un agente clave: Jesús Seade Kuri, exégeta del T-MEC. La primera semana de junio, la Organización Mundial de Comercio (OMC) abrió el registro de candidaturas para la conducción de ese organismo de la ONU. México madrugó, nominando a Seade Kuri: Le será imprescindible el voto de los Estados Unidos.
El 1 de julio es la fecha en que el T-MEC cobra institucionalidad en tiempo y forma. Para hacerlo instrumento de Derecho en México, sin embargo, se requiere que se revise y adapte un paquete de seis leyes federales.
¿No que no se podía convocar a periodo extraordinario?
Al pasar a la virtualidad por la pandemia, el Congreso de la Unión dejó pendientes al menos 30 asuntos vitales para darle sentido y desarrollo a la cuarta transformación. Dos vinculadas al estado de emergencia: Simultáneamente, la atención a la crisis sanitaria y a la reactivación de la economía.
No es de poca monta el aplazado dictamen a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en la Cámara de Diputados para reasignar el gasto federal en lo que resta del año. En la agenda política, la propia cámara dejó en el aire el nombramiento de cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE).
Desde que el Congreso entró en receso, fueron desestimados puntos de acuerdo por los cuales las bancadas -incluso las de Morena- solicitaron la convocatoria a un periodo extraordinario para sacar algunos pendientes de urgente y obvia resolución. Fueron denegados.
De repente se descubrió que, en medio de la crisis sanitaria, si hay manera de convocar a periodo extraordinario, según las prioridades de cada quien, y hasta se le fija fecha tentativa: 23 y 24 de junio.
Se trata de sacar, antes del 1 de julio, las seis leyes en materia de comercio aludidas párrafos atrás. De otra forma, el T-MEC quedaría rabón y arrancaría con algunos elementos de facto.
Si el T-MEC es buque insignia de la flota electoral de Donald Trump, hay que bajarle al grado de turbulencia en las semanas que faltan para llegar al primer martes de noviembre, plazo fatal para la elección presidencial de los Estados Unidos. De pasadita, se le daría un empujón a la candidatura se Seade Kuri a la OMS. Es cuanto.