Voces del Periodista Diario

Los bárbaros del norte arruinaron al PAN

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

“Nos abruma la incertidumbre de una bancarrota. Más que estar totalmente arruinados, somos una ruina”.

Las líneas anteriores fueron escritas en diciembre de 1941, cuando el Partido Acción Nacional –alternativa católica a la Revolución mexicana– había cumplido los primeros dos años de brega de eternidad. Nueve años después, las prensas sacaron a luz la obra Humanismo político.

En 2020 se cumple el primer centenario de que don Efraín González Luna recibió su grado en la Escuela de Jurisprudencia de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara. Con su hermano de doctrina, don Manuel Gómez Morín, fundó el PAN en 1939.  Él es el autor de la cita en el primer párrafo y la obra citada en el segundo.

La cita primera está contenida en un artículo bajo el titulo Retorno a lo nuestro del que, para efectos de este tema, extraemos un párrafo más.

Los justos temores del pensador frente a la cultura anglosajona

“Lo que interesa es el ser y la presencia de la Hispanidad, que está en nosotros y nos habla con voz cada día más fuerte y clara; que tiene crecientes virtudes de iluminación retrospectiva y de conciencia actual; que dicta inexorablemente, en el puesto de mando donde se preparan trayectorias y destinos de nuestras patrias hispanoamericanas -puesto desertado frecuentemente por los gobernantes-, la ruta de nuestra historia inmediata, de la historia que está ya haciéndose en silencio”.

El  brillante y cuarentón  intelectual jalisciense recuerda que se está liquidando una época histórica, la que se iniciara en el siglo XVI con la Reforma Protestante, y muy pronto estará cerrado el balance de fin de ejercicio

Aludimos intencionalmente la mención a la Reforma Protestante, porque, en otros de sus macizos ensayos, el autor hace la crítica de la cultura anglosajona, pinta su raya y advierte sobre sus riegos doctrinarios para los pueblos de origen indio-españoles en Latinoamérica.

Tentativa por el rescate de Acción Nacional del integrismo católico

Cambio de página: Hijo del ilustre jalisciense recordado, Efraín González Morfín fue diputado federal e inmediatamente candidato a la Presidencia de México en 1970. En 1975 asumió la jefatura nacional del PAN.

Heredero de las luces y las prendas morales de los padres fundadores del PAN, González Morfín fue requerido antes por su partido (bajo la gestión de don Adolfo Christlieb Ibarrola) para elaborar el documento Proyección de Principios de Doctrina, expuesto y aprobado en la XVIII Convención Nacional -1964-, por el que se propuso rescatar al partido del integrismo católico.

Se pretende, con esa visionaria iniciativa, esclarecer e imprimir la nueva identidad del panismo. El autor centra su postulado en tres ideas-fuerza: 1) Justicia Social, 2) Cambio democrático de las estructuras y, 3) El Solidarismo, como vía alterna al liberalismo y el colectivismo.

Los demonios de Monterrey se asustan y se ponen coléricos

Son esas guías programático-ideológicas las que González Morfín difunde en su campaña presidencial de 1970. Los demonios empiezan a soltarse: Desde Monterrey cunde el pánico en la comunidad empresarial,  que arma a sus cruzados para combatir al líder, caracterizado por esos detractores como marxista-jesuítico.

La crisis -incubada desde una década antes en que un ala interna intentó alinear al PAN en la democracia cristiana– llegó fatalmente a mitad de los setenta, en la perspectiva de la sucesión presidencial de 1976.

1976: El partido de la derecha se queda sin candidato presidencial

La Convención Nacional, que enfrentó a participacionistas y abstencionistas- desembocó en gritos y sombrerazos y el PAN se quedó sin candidato presidencial.

Testimonios posteriores de prominentes panistas, coinciden en que la debacle fue urdida por agentes fascistas,  contratados y tripulados por la exacerbada oligarquía industrial de la Sultana del Norte. Un agudo militante del PAN hizo en encuentro nacional la siguiente figura irónica: Los beligerantes de la ultraderecha, confunden el materialismo histórico con el materialismo histérico.

De aquella generación, de la que fue producto  Efraín González Morfín, puede decirse que Carlos Castillo Peraza fue el último pensador del PAN. El partido de los católicos fue avallado por Los bárbaros del norte. El filósofo yucateco dejó para los bronces: No se trata de cambiar de amo, sino de dejar de ser perro.

En 1984, el PAN se alinea bajo la órbita del Partido Republicano

No fue casual la mudanza relatada: Citamos antes a don Efraín González Luna y sus prevenciones contra la expansión anglosajona. Al arrancar la década de los ochenta y hacerse el anuncio de la Revolución conservadora de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, el imperio colocó en México a su hombre: John Gavin: Sedujo a la generación neopanista.

Fue en ese periodo en que el PAN envió por primera a una convención del Partido Republicano  (Dallas, Texas/ 1984), para un segundo mandato de Reagan, una delegación fraternal. Ya no hubo retorno.

Diagnóstico de la crisis: El triunfo de la reacción, moralmente imposible

En viejos apuntes sobre el partido azul -desde que en 1985 advertimos en un texto: El triunfo de la reacción, es moralmente imposible– hemos colocado tres mojoneras: 1) La que marca la acerada moralidad de los padres fundadores del partido; 2) La del relativismo moral en que flotó la tercera generación panista, 3) La de la cerril inmoralidad, que caracterizó la alternancia en el poder presidencial con Vicente Fox Quesada.

La puntilla se la colocó al PAN Felipe Calderón Hinojosa, con su cínica insolencia cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación lo nombró presidente de la República: Haiga sido como haiga sido.

No hay paraguas que nos proteja contra la lluvia de detritus

El destino manifiesto asumido por las dos recientes generaciones disfrazadas de panistas está a la orden del día cuando se abre la cloaca del mandato de Enrique Peña Nieto: No hay paraguas que proteja a los mexicanos de la inmensa y asfixiante lluvia de detritus.

Lo escribió hace casi un siglo don Manuel Gómez Morín en La carta a un amigo: No hay política, sino escatología –tratado de los excrementos-; teratología -tratado sobre las malformaciones del organismo-, no entendimiento humano, sino enfangamiento en la corrupción.

En 1941 don Efraín González Luna lo profetizó: Más que estar totalmente arruinado, el PAN es una ruina. Es cuanto.

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