Ruta México
Por Álvaro Aragón Ayala
En línea con la Casa Blanca -obvio-, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón proclamó la Tercera Frontera: Viajeros europeos que intenten ingresar a los Estados Unidos por México, no podrán hacerlo.
Los comisarios fronterizos mexicanos, según la lógica del canciller, deben cuestionar: ¿Quién eres, a dónde vas?
En los hechos, lo que se ha resistido desde hace meses con vista a la frontera sur, lo impone, más que el coronavirus, el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump: México asume el estatuto de tercer país seguro.
Es cierto que, en tratándose de su régimen interno, los Estados Unidos están en su derecho soberano de decidir quién entra a, o quién sale de su territorio. Pero, para eso, el Departamento de Estado tiene su propio servicio de Migración. Se paga con los impuestos de los contribuyentes estadunidenses.
¿Quién eres, a dónde vas? Se pueden agregar otras preguntas al interrogatorio policial. La cabeza que se asoma en México, es la del Hermano Mayor (1984/ George Orwell, novelista británico.)
La Política Exterior de México, ¿se constriñe sólo a las relaciones bilaterales con los Estados Unidos?
Reino Unido y la Unión Europea condenan a Donald Trump
Si así fuese, entonces la condena que acaban de emitir desde Bruselas el Reino Unido y la Unión Europea contra la decisión de Donald Trump, por mera inercia, aplica al gobierno mexicano.
Por lo demás, hay sectores productivos en México, cuyas negociaciones dependen de sus contactos directos, persona a persona, con sus similares europeos -primeros afectados por el veto aéreo de Washington. De lo que se colige que, aún sin suspenderse los vuelos de México al viejo continente, los viajeros de regreso están expuestos a medidas restrictivas, no siempre aplicadas de manera comedida.
Por lo pronto, ya se declaró aplazado el Tianguis turístico que tantas expectativas y contratos generan en la industria mexicana del ramo.
Si bien la excusa es una pandemia, en el trasfondo está el estado de esquizofrenia en el que se encuentra atrapada permanentemente la Casa Blanca. ¿Qué utilidad le reporta a México seguir las consignas de su inquilino? Nadie nos la explica: No es asunto de poca monta.