Aunque Pese
Por Salvador Martínez G.
En los últimos años mucho se ha hablado de los grandes beneficios de la globalización, de la transnacionalización productiva, la facilitación del comercio mundial y el explosivo crecimiento de la movilidad, tanto para negocios como para turismo.
Si bien todo esto ha permitido achicar al mundo, el modelo implantado en el orbe centrado en la transacción económica fomentó no solo una mayor concentración de la riqueza y el crecimiento de la pobreza, sino también la interdependencia y el incremento en los riesgos sanitarios, como el Covid-19, lo ha puesto de manifiesto.
Por ello, prácticamente todos los países del mundo tuvieron que paralizar actividades, frenar la movilidad, como medida de apremio para evitar mayores daños por la pandemia, que seguramente disminuyó el número de contagios y decesos, pero aumentó de manera dramática el daño a las economías de las naciones.
Para este año se espera que la recesión mundial sea mayor del 5.2 por ciento, de acuerdo al Banco Mundial, que sostiene que será la peor desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimenten una disminución del producto per cápita.
Se espera, de acuerdo al propio Banco Mundial, que los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) se contraigan un 2.5 por ciento este año, su primera contracción como grupo en al menos 60 años. La disminución prevista en los ingresos per cápita, de un 3.6 por ciento, empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año.
Lo curioso del caso es que 30 naciones, todas de economías pequeñas y rezagadas (salvo China) lograrán crecimientos económicos, por ser menos abiertas, más agrícolas y menos dependientes de los sectores industrial y de servicio. Entre estos 20 países de África.
Queda esto para la reflexión.
SUSURROS
La crisis económica comenzó a pegarle también a las tienditas de la esquina, que se habían mantenido a salvo con buenas ventas.
De acuerdo con el Índice de la Asociación de Abarroteros Mayoristas (ANAM), que encabeza Iñaki Landáburu, las ventas crecieron sólo 3.6 por ciento en valor, pero se redujeron 11.9 por ciento en volumen.
Los productos que más se vendieron fueron productos básicos como: arroz +60.9%; sardinas 58.6%; insecticidas 45.3%; frijol 44.6%; leche condensada 44.5%; cremas/lácteos 30.2% y galletas 26.2 por ciento.
La crisis ha pegado duro.