Voces del Periodista Diario

Matar a 100 para convertirse en Dios

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

¿Cómo se construye esa satánica idea en la cabeza de un adolecente o joven mexicano, que no espera la edad adulta para experimentarla?

Asunto de la Sicología o de la Siquiatría, preferimos verlo desde la perspectiva de la comunicación de masas.

Retrocedamos el video a 1974, que 46 años no son pocos. Vemos a calificado experto afirmando que, hoy en día, mediante los anuncios comerciales, un niño abarca los tiempos y lugares del mundo “con el televisor de su madre”: A los tres años, ya peina canas

Pero a los doce, es un Peter Pan consumado, plenamente consciente de las necedades de los adultos. A estos niños podría llamárseles El azote del doctor Spock, y en la realidad están escudriñando nuestra conducta desde todos los rincones del mundo.

En su corralito, un infante ha visto más violencia que un soldado

A decir verdad, no estamos repasando un video. Estamos volviendo a leer a Marshall McLuhan quien, más allá de la Ciencia formal, estudió la comunicación de masas desde la Filosofía. Desde nuestro oficio periodístico, lo consideramos una de las voces universales más calificadas del mundo. La obra consultada fue editada en 1974.

Por ahí, en algún otro texto, encontramos otro diagnóstico: Desde su corralito, un infante expuesto a la televisión, ha visto más violencia que un padre que ha pasado por la Segunda Guerra Mundial o las guerras de Corea y Vietnam.

Nuestro autor, visto el año del que rescatamos su análisis, hizo sus investigaciones en las sociedades urbanas de los países desarrollados, desde donde empezó a difundirse la cultura televisiva.

La peor matanza en los Estados Unidos, la de Colombine (1999)

Cambio de página: Tenemos una denominación científica referida a la selección natural, que deriva de la evolución genética, de donde viene la conclusión de que sólo sobreviven -o deben sobrevivir- las especies más aptas. Desde un arrogante punto de vista racial, por ejemplo, la de la supremacía blanca.

En 1999 estremeció a la humanidad la que todavía se recuerda como La matanza de Colombine, un ataque en institución educativa de los Estados Unidos – ¿Dónde más? -, tipificada como la peor masacre contemporánea en ese país.

El alienado perpetrador de ese crimen múltiple, vestía una playera con el logo Natural selection. Quienes saben de esto, saben que la vestimenta reproduce la imagen de un juego digital de la misma marca, que enseña estrategias en tiempo real para exterminar al rival.

Como si fuera el Día D, anunció el ataque armado en su colegio   

Dos décadas después, en enero pasado, en Torreón, Coahuila, un niño de 11 años introdujo a su colegio dos armas de fuego, con la que mató a una de sus maestras, hirió a otras seis personas y terminó por suicidarse.

El niño coahuilense vestía también una playera con el logo de Natural selection. Los forenses encontraron en el domicilio del homicida -imposible llamarle hogar– toda una parafernalia digital de la que lo rodearon sus abuelos. Los compañeros del plantel, ignorando el sentido, habían escuchado a su condiscípulo decir en la mañana: Este es el día.

Al día siguiente de aquella tragedia, en un medio metropolitano, un sedicente protector de los derechos de las niñas y los niños, cuyo nombre es mejor olvidar-, advirtió a las autoridades: ¡Cuidado!  con iniciar una campaña de satanización de las nuevas tecnologías.

Como suele ocurrir en el día a día, el trágico acontecimiento de Torreón se perdió en la noche de los tiempos, sepultado por otros episodios de barbarie más vendibles.

El estudiante de ingeniería que pensó en matar 100 personas

Un mes después, desde el estado de Sonora, las diligentes y temibles redes sociales empezaron a reproducir un mensaje de un estudiante de Ingeniería en Gerencia Empresarial, del Instituto Tecnológico de Nogales, amenazando con asesinar a 100 personas.

¿Lo animaba algún rencor por agravio sufrido por él, su familia o sus amigos? No. Matar a 100 personas lo convertirá en Dios.

No es asunto estricto de desintegración familiar por decadencia moral o ética. Es asunto de sustitución de unos valores por otros; digamos, los que dicta el individualismo salvaje, que con tanto entusiasmo se exaltan en algunas aulas escolares, pero, sobre todo, en medios de comunicación que hacen de la apología de la violencia su “mejor oferta”. Es cuanto.

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