Voces del Periodista Diario

¿Muere un Estado? No hay autopsia: Murió por suicidio

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Para empezar, sólo tres definiciones: Lacayo, sujeto servil, arrastrado; sicario, el que mata por la paga, sea en metálico o en especie.

Fundamentalista; aunque aplica a fanáticos religiosos, es extensivo a algunos ideólogos y teóricos. Aquí se acomoda a economistas aferrados a los textos sagrados del capitalismo, devenido mercantilismo salvaje.

En México tenemos las tres variedades reunidas en una sola especie: El tecnócrata neoliberal.

Los caballos de Troya de las universidades gringas

Dijimos “textos sagrados”. No nos referiremos necesariamente a los de los profetas Von Hayek o Friedman, sino a las substanciaciones y aplicaciones de sus doctrinas.

A propósito de doctrina, un gurú de origen japonés, empollado y aclimatado estadunidense, se plagió un tema tratado por intelectuales de diversos países que se reunieron en Suiza en los años cincuenta, de cuyas lecturas ese gurú se atrevió a anunciar el fin de las ideologías.

Los santuarios en que algunos jóvenes mexicanos ambiciosos abrevaron las “grandes profecías” son, principalmente, las universidades de Harvard, Yale, Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (USA).

De lo que sigue el catecismo de la única y verdadera verdad: En elección libre, Los documentos de Santa Fe, el Consenso de Washington y, como extensión de la primera fuente, el reporte finisecular para diseñar el periodo 2000-2015 de dominación neocolonialista.

Encontramos en ese acervo acerbo documental la carta de navegación rumbo al Estado neoliberal mexicano, codificado ahora como fallido.

Richard Nixon y su Verdadera guerra

Corre video: Si vale la licencia, la introducción la basamos en un texto de Richard Nixon, puesta en circulación en español hacia 1980.

El presidente gringo desaforado tituló su obra, La verdadera guerra. Aplica su convicción a la Tercera Guerra Mundial acometida, sostiene, por occidente, liderado por los Estados Unidos, contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Lo de Afganistán e Irán, dice el autor, son apenas ensayos, batallas de la gran guerra que está por venir. Acudimos a esa referencia porque, al tratarse de América Latina, en el eje de su exposición, está el petróleo de Venezuela y México.

La obviedad radica en el peligro de entonces, según la visión de Nixon: Los enclaves de Cuba y Nicaragua como vectores del comunismo soviético hacia el resto del hemisferio.

Los Documentos de Santa Fe de la CIA

En ese marco, por obra de la Agencia Central de Inteligencia (CIA-USA) se dio luz, vida y ejecución a los Documentos de Santa Fe (sede del aquelarre).

Nuevamente, en el centro de gravedad de esos pliegos está el petróleo latinoamericano. Siempre el petróleo. No por otra cosa, en 2000, se hizo el anexo a “Los documentos…”, específicamente para denunciar el arribo al poder de Hugo Chávez en Venezuela.

La receta de la CIA no tiene secretos: 1) Imponer amigos de los Estados Unidos en los gobiernos al sur del Bravo, 2) Convencerlos de la “bondad” de las reformas económicas neoliberales, 3) Abrir las economías latinoamericanas a las inversiones norteamericanas.

Consenso de Washington: Los nuevos comisarios

Al tiempo (1989) aparece el Consenso: Punto principal, someter a los Estados latinoamericanos a la tutela del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

(Aquel año propiamente se están estrenando Carlos Salinas de Gortari y su Generación del cambio).

Entre las prescripciones de El Consenso… están exportar y exponer las economías periféricas a los fundamentos del mercado, acometer las privatizaciones de las empresas del Estado, debilitar las culturas nacionales, auspiciar grupos paramilitares, “aceptar” la presencia y acción, entre otras corporaciones, de los Comandos Sur y Norte, y reclutar intelectuales proclives a los principios y valores del modo de vida norteamericano.

No es de menor monto y costo, revisar mandatos constitucionales y leales para romper los muros a las inversiones extranjeras.

Primera y única preocupación: Ganancias a toda costa

El corte lo hacemos con el diagnóstico sobre las Tendencia globales 2015: Un diálogo con los expertos no gubernamentales acerca del futuro.

Ese “diálogo” lo coordinó, editó y publicó la Junta Nacional de Inteligencia para el Exterior, bajo la autoridad del director de la CIA. El producto del cónclave fue presentado en semanas previas al arribo del renacido Jorge W. Bush a la Casa Blanca, y de Vicente Fox a Los Pinos.

Una primera advertencia en el diseño de Las tendencias… llama la atención: El crecimiento económico enfrentará presiones políticas que buscan mejores estándares de vidas, y la eventualidad de crisis financieras de largo plazo o interrupciones prolongadas del suministro energético, que pueden desfigurar las proyecciones más optimistas.

Una perla que no tiene desperdicio: La prioridad máxima del sector privado estadunidense será la ganancia financiera, no los objetivos de la política exterior. La ganancia, siempre la ganancia.

Las reservas petroleras de México, Venezuela y Brasil

Un mayor número de actores importantes en el escenario mundial retarán y, en algunos casos reforzarán, el liderazgo estadunidense. Se nombra entre ellos a México y Brasil.

En economía de espacio, vamos al grano sobre el tema de la Energía. Un aumento en la demanda hará necesario un cambio radical en su abastecimiento, que derivará en aumentos sustanciales en los precios.

Se desvía entonces la mirada del Golfo Pérsico hacia América Latina y ¡ojo!, principalmente México, Venezuela y Brasil tienen reservas probadas por 117 mil millones de barriles y potencialmente, 114 mil millones de barriles más, según datos de la Agencia de Geología de los Estados Unidos.

Más de 251 mil millones de barriles de crudo y los que se acumularon al correr del tiempo y de la tecnología

Con la participación extranjera, la producción latinoamericana se incrementaría de 9 a 14 millones de barriles por día. Hasta aquí las citas de Tendencias…

La ruta recorrida por el Estado neoliberal mexicano

Por cuanto respecta a México, desde 1993 Salinas de Gortari introdujo de contrabando la cláusula sobre hidrocarburos mexicanos en el Tratado de Libre Comercio.

Después del maquinado error de diciembre de 1994, Ernesto Zedillo Ponce de León, hipotecó la factura petrolera en garantía de pago del salvataje concertado por Bill Clinton.

A mediados de su sexenio, Zedillo revisó el Tratado de Límites y Aguas México-Estados Unidos, por el cual se desaparecieron mojoneras marinas y se cedió al vecino país la parte del león en el norte del Golfo de México, en el o los llamados hoyos de la dona

En campaña presidencial, Vicente Fox se comprometió con petroleros tejanos a abrir el petróleo a la inversión extranjera.

Presidencia de México: Imposible la dejasteis para vos y para mí

Felipe Calderón logró que el Congreso de la Unión legislara su reforma energética y, a meses de entregar la banda presidencial, le firmó a Hillary Clinton el convenio para la exploración y explotación de yacimientos de hidrocarburos transfronterizos.

Enrique Peña Nieto, con su reforma energética se fue a fondo y decretó la contrarreforma petrolera.

Los tecnócratas neoliberales mexicanos, pues, han cumplido al pie de la letra lo que caracterizamos como La carta de navegación para entregar al extranjero la soberanía nacional.

Ya se fueron de Los Pinos los gobiernos panistas y priistas. ¿cómo quedaron la Presidencia de México y Pemex? Aquí cerramos con la expresión del cornudo ante el Tenorio: Imposible las dejasteis para vos y para mí. Es cuanto.

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