Voces del Periodista Diario

No hay lugar para el triunfalismo inane

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

México está emparedado entre paralíticos y epilépticos.

Esas patologías hacen de la libertad aspiración fallida y de la democracia, ignota quimera, en tanto no se construya, de veras, la democracia sustancial, la que se funda en la justicia distributiva.

Estamos a horas de que conozcamos el estado que guarda la nación desde la óptica del poder supremo. Invariablemente, los informes de Gobierno son una feria de triunfalismos inanes.

Lo fueron, los de Carlos Salinas de Gortari, que en su último mensaje consideró empedrado el camino rumbo a la posmodernidad.

Lo fueron, los de Enrique Peña Nieto, que cerró el ciclo neoliberal dejando a México en el peor de los mundos posibles.

La economía está colgada de alfileres, la diplomacia no tiene más que respuestas reactivas y casuísticas, la política es oficio degradado, los partidos políticos chapotean en sus pantanos de pugnas fratricidas por sus escombros.

La sociedad civil no se atreve a salir a las calles, a sus trabajos o a centros de recreo, a no ser que alguien preste su chaleco antibalas. Y, aun así, no salva la piel.

Es llegada la hora de la autocrítica del poder

Suponemos que es llegada la autocrítica del poder político. La autocrítica es la crítica de sí mismos; no la crítica a los demás. En eso radica el acto de honestidad.

De la crisis nadie escapa, si no se empieza por reconocerla y nombrarla por su nombre. Lo dijo el filósofo: Quien no reconoce sus errores, está expuesto a repetirlos. Los platos rotos los pagan terceros.

Estos “terceros”, son 126 millones de compatriotas, cuyos mayores en julio de 2018 apostaron, hartos, por un cambio en el estado de cosas que tiene a la comunidad nacional fluctuante entre la pobreza y la miseria.

A esos mexicanos hay que hablarles con la verdad. Un informe presidencial no es un acto de campaña electoral. Es recapitulación que condensa hierros y aciertos, de lo que sigue un ejercicio de reflexión para bachear el camino andado y ponerle concreto al que falta por andar.

No es tarea fácil. Si lo fuera, cualquiera sería jefe de Estado, privilegio que está acotado por el sistema métrico sexenal; el de la No reelección. Los plazos son fatales, los dicta la Constitución, que debe acatarse y cumplirse. Vale. 

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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Redacción Voces del Periodista