Voces del Periodista Diario

8-A Reza: Al maestro con cariño

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

Un primer dato curricular que rescatamos de la hoja de vida de Enrique Ochoa Reza lo presenta como catedrático y autor.

¿Cómo llegó Enrique Ochoa Reza a acreditar esas calidades? Por la vía del estudio. El paisano de Felipe Calderón Hinojosa exhibe cinco títulos universitarios. No cualquiera.

Un primer pergamino le fue expedido por el alma mater de los itamitas. El Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Pero hay que volar más alto: La prestigiada Universidad de Columbia (USA) lo consagró por partida doble como maestro en Filosofía Política y Ciencia Política. En esta segunda disciplina, la misma institución le dio certificación de doctor.

Con tantas prendas académicas, ¿quién se sorprendería de que el doctor Enrique Ochoa Reza haya sido profesor invitado en la Universidad de Manchester?

Conocimiento no es sabiduría

Cinco títulos académicos por el que se quemaron las pestañas, no pueden desperdiciarse. Enrique Peña Nieto reclutó al doctor Enrique Ochoa Reza para que, en el periodo de transición en 2012, se hiciera cargo del proyecto de reforma constitucional para instituir, nada más, pero nada menos, el Sistema Nacional Anticorrupción. Una iniciativa que hoy mismo demuestra su eficacia.

Méritos le sobran al doctor Enrique Ochoa Reza: Fue asesor del secretario de Energía Luis Téllez Kuenzler (también itamita), cuyo más reciente encargo fue el de presidente de la Bolsa Mexicana de Valores.

Enrique Ochoa Reza es plurinominal: También fue director del Centro de Capacitación Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Este  último dato cuenta mucho y hay que contarlo: El TEPJF es la autoridad jurisdiccional en la materia: Sus magistrados dictan sentencias definitivas e inatacables. Lo que quiere decir que, cuando hablaron los oráculos togados, ya no hay instancia de revisión o apelación posible.

Dicho sea de paso, el TEPJF tiene la facultad exclusiva de hacer el cómputo final de la elección presidencial y, al declararlo válido, nombrar al Presidente de México. Siete magistrados electorales federales tienen en sus manos la suerte de la democracia en este país.

Contada la fascinante biografía del doctor Enrique Ochoa Reza, sólo una duda existencial nos atrapa. A propósito de Filosofía, por aquí tenemos un breve ensayo de un pensador estadunidense, cuya conclusión es que conocimiento, no es sabiduría.

Sólo le faltaban los baños de pueblo

Dejamos para este apartado otra cuestión formativa en todo perfil del hombre público mexicano. Al doctor moreliano le faltaba darse baños de pueblo. Su tocayo mexiquense lo envió para ese efecto a la dirigencia nacional del PRI.

Los baños de pueblo se los ha venido dando el doctor Enrique Ochoa Reza en el Estado de México, donde repetidamente ha aparecido en las últimas semanas calzando, no faltaba más, la emblemática casaca roja.

Los baños de pueblo generalmente se toman a la intemperie. Bajo un sol a plomo, esa exposición puede provocar cáncer de piel. Pero también la insolación provoca golpes de calor y deshidratación. La consecuencia de la deshidratación puede dañar el disco duro que cada quien trae en su masa encefálica.

¿Es posible que el doctor Enrique Ochoa Reza sea presa de ese síndrome?

La oscura caverna del populismo

Anoche observamos al doctor Enrique Ochoa Reza en entrevista televisiva a cargo de una bella conductora.

No sabemos si tanta hermosura cegó al entrevistado, pero éste convirtió la oportunidad para representar algunas escenas de La cantante calva.

La rubia Azucena preguntaba una cosa, otra y otra: El turbado entrevistado repetía una y otra vez los spots de campaña del candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza.

¿Alguna respuesta conceptual? El doctor Enrique Ochoa Reza insistía en su spot favorito: Tapiar la oscura caverna del populismo. Por supuesto, la clausura se hará con  millones de boletas electorales cruzadas por la alianza en la que participan el experimentado y poderoso Partido Encuentro Social (PES) y el honorable Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Sobrado de triunfalismo, el doctor Enrique Ochoa Reza se dijo dispuesto a levantar el brazo victorioso de Del Mazo Maza la noche del 4 de junio. Su ventaja sobre los competidores, dijo, es de entre 5 y 8 por ciento.

Al economista no le cuadran las cuentas

Por nuestra formación personal en el oficio periodístico, solemos inclinarnos por lo que informan los medios impresos. Consultamos tres del área metropolitana: Uno coloca a Del Mazo en segundo lugar (30.7 contra 31.9 por ciento); otro, también lo sitúa en segundo lugar (27 contra 28 por ciento). El tercero  le da ventaja: 33.8 por ciento contra 29.3 por ciento.

Obviamente, esas tendencias las marcan encuestas sobre la intención del voto mexiquense, lo que nos recuerda una convicción de la ex dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel: La única encuesta que cuenta es la de las urnas.

Los verdaderos liderazgos del PRI

Paredes Rangel es una tlaxcalteca cuyo ascenso se fincó en su militancia en el sector agrario del tricolor. Hasta donde sabemos, sólo poseía un título universitario pero una gran trayectoria en liderazgo popular, en la acción legislativa y en la administración pública. Gobernó su estado antes de llegar a los liderazgos de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y del propio PRI.

Volvemos la mirada a tiempos idos: Líderes, lo que se llama líderes del PRI, fueron el tabasqueño Carlos Alberto Madrazo Becerra, conocido como El huracán tropical. Llegó a la dirigencia nacional después de haber gobernado su estado.

Alfonso Martínez Domínguez hizo escoleta desde sus mocedades como empleado y dirigente gremial en el Departamento del Distrito Federal. Sólo blasonaba de un título universitario. Al final de su carrera política, fue gobernador de Nuevo León.

Don Jesús Reyes Heroles, el pensador tuxpeño, pasó por la Legislatura federal y relevantes cargos en la administración federal. En su última década despachó como titular en las secretarías de Gobernación y Educación Pública. No alardeaba de títulos universitarios.

Porfirio Muñoz Ledo, uno de los priistas con brillantes atributos intelectuales, se forjó en al menos dos secretarías del gabinete presidencial. La del Trabajo, una de ellas. Fue embajador de México ante la ONU.

Carlos Sansores Pérez emprendió el vuelo de altura después de gobernar Campeche.

Luis Donaldo Colosio, con pergaminos de la Universidad de Pennsylvania, se preciaba, sin embargo, de ser producto de la cultura del esfuerzo.

Santiago Oñate Laborde tampoco la giraba superuniversitario. Fue el último dirigente del PRI que le imprimó al tricolor una modernización promisoria que malogró el doctor Ernesto Zedillo.

Mariano Palacios Alcocer gobernó Querétaro. Fue el hombre providencial en aciagos relevos en la dirigencia nacional del PRI.

Contra la Ley del hierro de la oligarquía

De Madrazo se recuerdan sus empeños por encontrar desde las bases municipales la construcción de la voluntad popular nacional.

Martínez Domínguez postuló, para la toma de graves decisiones partidarias, la democracia de “la periferia al centro”.

Del paso de Reyes Heroles por el liderazgo nacional del PRI, su fase culminante fue la gran Reforma Política 1977-1978 para derogar La ley del hierro de la oligarquía y civilizar la lucha de los contrarios: Para la democracia, lo mismo valen las mayorías que las minorías.

Sansores Pérez cuestionó las secretas decisiones cupulares, verticales, promoviendo La democracia transparente.

Con el corazón caliente y la nuca fría

Aquellos enunciados fueron sostenidos y explicados invariablemente con sólidas proposiciones doctrinarias y programáticas, defendidas desde la base misma del conocimiento histórico y de las realidades de la democracia contemporánea, universal y doméstica. Con pasión sobre todo. Reyes Heroles advertía: Con el corazón caliente y la nuca fría.

¿No fueron, los líderes nombrados, activos del periodo que ahora se pretende satanizar como populista? Un solo escrito de Reyes Heroles basta para acreditar la universalidad de su pensamiento democrático.

Y ahora tenemos al doctor de cinco títulos, Enrique 8-A Reza con la monserga de que hay que cerrar la oscura caverna del populismo. Para eso no se necesita quemar pestañas en las universidades extranjeras. Es cuanto.

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