Voces del Periodista Diario

En busca del “hermano incómodo”

El Lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

Esa morbosa identidad le dieron los medios a Raúl -hermano de Carlos Salinas de Gortari– cuando aquél empezó a generar notas de escándalo. La misma expresión la empleó después un consanguíneo guanajuatense para referirse a Vicente Fox y Quezada.

Este último nombre aparecía en documentos del Registro  Civil antes de que en noviembre de 1995 se suprimiera la conjunción (y), y la z se cambiara a s.

Se perdió en la noche de los tiempos la hipótesis de que don José Fox Pont confesó su nacionalidad americana al registrar a algunos de sus hijos en México. También la versión de que Vicente habría sido registrado en Cleveland, Ohio (USA).

Porfía Vicente en ser factótum en la sucesión de 2018

Después de su aciago -y para algunos divertido- mandato (2000-2006), Vicente Fox Quesada se ha resistido a pasar a retiro por el que los contribuyentes le pagan una onerosa pensión y servicios de seguridad personal y familiar.

Fox terminó renunciado al partido con cuya franquicia llegó primero a la gubernatura de Guanajuato y más tarde a Los Pinos: El de Acción Nacional. Desde su confortable residencia campestre en San Francisco del Rincón, Guanajuato, mantiene activa su irrefrenable incontinencia verbal.

Durante el actual periodo presidencial, Fox ha porfiado en aparecer como asesor oficioso del presidente priista Enrique Peña Nieto.

En 2017, Fox cree que su capacidad mediática lo convierte en factótum de la sucesión presidencial de 2018. Acaso esa pretensión se la inspire su condición de Narciso, según diagnóstico que hace una década filtró la Sacra Rota Romana.

En 2016, Fox se alzó como “cruzado trasnacional” contra la candidatura presidencial de Donald Trump y ha ejercido una continua hostilidad contra el republicano inquilino ahora de la Casa Blanca.

Encuentros cercanos del tercer tipo

Recuperamos al afamado personaje pues, precisamente en la perspectiva de la nominación de candidato presidencial del PRI, quiso ser huésped de tres tecnócratas nombrados en la lista de presidenciables.

 Entre esos convidados estuvo José Antonio Meade Kuribreña. En la segunda semana de diciembre, el ya amarrado precandidato presidencial visitó de nuevo a Fox. El mismo día, José Antonio difundió el motivo de ese encuentro: Sumando esfuerzos.

Dejamos entre corchetes la cuestión de si el precandidato presidencial priista toma en serio los voluntariosos consejos del ex presidente, pero el ejercicio memorioso nos incita a retomar la Carta de navegación del guanajuatense rumbo a Los Pinos.

Fumigar Los Pinos contra las tepocatas y las víboras prietas

Si se tratara de rescatar el “manual” electoral foxiano, empezaríamos por citar uno de sus primeros compromisos de campaña: Echar de Los Pinos a las tepocatas, alimañas y víboras prietas; símiles asestados por el entonces candidato panista a los priistas instalados en la residencia presidencial.

En materia de financiamiento de la campaña presidencial, qué mejor que la asociación privada Amigos de Fox. El propio Vicente llegó a alardear que sus donantes (para 2000 de unos 20 millones de dólares) se identificaban con nombre y apellido… hasta personas residentes en países como Rusia e Irlanda.

A mayor abundamiento, la Federación de Cámaras de Comercio de Guanajuato llegó a denunciar que la precampaña del gobernador presidenciable originaba ya gastos por más de 300 millones de pesos y no solo 25 “como asegura Fox”.

Un modelo para armar: “La economía de la tamalera”

Por la formación “hacendista” de Meade, seguramente se interesaría por el modelo Fox implantado desde que fungía como gobernador de Guanajuato y trasladado a Los Pinos.

Aun colaboradores de su administración chotearon su genio creativo poniéndole  título a su política hacendaria: La economía de la tamalera.

Se le llamó así porque el gobernador puso el acento en la proliferación de “changarros”, según su propia expresión.

Para tal efecto, los primeros ensayos tuvieron como “valor” los llamados Bonos de la Reina (la española Sofía). Más tarde, por sus pistolas, Fox fundó el Banco de Santa Fe.

Con cargo a ese membrete (obviamente, la Tesorería estatal) empezaron a emitirse préstamos personales por 500 pesotes. Encantado con su “éxito”, Fox trasladó su iniciativa al nivel federal.

Algunos voceros del comercio organizado en la zona metropolitana de la Ciudad de México sospechan que los “changarros” han devenido narcotienditas.

De El Barzón a Los Pinos

Antes de que Fox llegara a la Cámara de Diputados federal (1988) financiado por algunos militantes de la secta El Yunque, era visto en las manifestaciones públicas del movimiento de deudores El Barzón; por obvias razones.

Será por eso que, despachando todavía en el Palacio de Guanajuato, fue uno de los primeros gobernadores que se pronunció por la conversión del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) en Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), proceso legislativo por el que, lo que se codificaba como deuda contingente, pasó a ser deuda pública con cargo a los contribuyentes.

A la fecha, en la podrida panza del IPAB los pasivos acumulados se aproximan ya al billón de pesos.

En el Fobaproa-IPAB, José Antonio Meade Kuribreña -después de haber incursionado por el área de Seguros y Fianzas- tuvo su primer puesto de mando relevante en la administración pública.

De cómo se fondeó la Financiera Rural

Fox llegó a Los Pinos en 2000: Reclutó para su gabinetazo en la cartera de Hacienda, al sedicente priista Francisco Gil Díaz.

Desde Hacienda se maquinó la extinción del Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) para crear la Financiera Rural.

No previsto en el Presupuesto de Egresos fondos públicos para fondear el nuevo ente, Hacienda encontró una cuenta consolidada en el Banco de México, acumulada con cuotas para el retiro de los trabajadores no rembolsadas a sus titulares cuando desapareció el viejo Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) para crear la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro par el Retiro (Consar).

Eran tiempos de Fox en Los Pinos: En la transición del Banrural a la Financiera Rural, el director general fue el ahora precandidato presidencial del PRI.

La “fe de erratas” y el veto del Ejecutivo estatal

Cuando Fox era gobernador de Guanajuato estuvo en constante choque con el Congreso del Estado, de mayoría priista. Con el pretexto de introducir la fe de erratas en los decretos emitidos por la Legislatura, modificaba radicalmente sus contenidos para ponerlos a modo del interés del Ejecutivo.

Una de las iniciativas fue la Ley de Responsabilidades para Servidores del Gobierno del Estado y Municipios.

Los diputados agregaron una cláusula, previniendo que los funcionarios no hicieran uso de los recursos públicos para promoción política personal. Fox vetó la ley. Por obvios motivos, según la citada denuncia de la Federación de Cámaras de Comercio de Guanajuato.

Fox se opuso tercamente a la revisión de las Cuentas Públicas a cargo del órgano fiscalizador del Congreso estatal. Sustituía los dictámenes con reportes de auditores externos pagados por la Tesorería del Estado.

No llegó a tanto como Presidente, pero las conclusiones de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados a cada nueva Cuenta Pública, nunca fueron acatadas.

Hay mucho que aprender de la voz “de la experiencia”

Tres etiquetas tuvo la gestión presidencial de Fox: 1) Un gobierno de empresarios, por empresarios y para empresarios, 2) La presidencia en condominio, ejercida desde las amables cabañitas de Los Pinos -suaves y aromatizadas toallas de baño con valor unitario de más de cuatro mil pesos-, y 3) El impune saqueo de la renta petrolera.

Sí, definitivamente hay mucho que aprender del estilo personal de gobernar de Vicente Fox Quesada. Es cuanto.

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