Sucesión presidencial militarizada
Ayer supimos que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) notificó a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Comisión Nacional de Seguridad recomendaciones sobre detenciones arbitrarias y retención y cateos ilegales contra siete victimas civiles, en el estado de Guerrero, imputadas, esas acciones, a activos federales.
En el expediente de la causa, está un video en el que aparecen tres individuos uniformados (una mujer entre ellos) que interrogan a una detenida a la que se le calza una bolsa de plástico en la cabeza provocándole asfixia.
Ese caso nombra entre las víctimas a dos menores de edad y a un adulto mayor.
Esas recomendaciones se agregan a la que la propia CNDH emitió el 26 de enero a la Marina Armada de México por otro caso ocurrido en Sinaloa.
Ayer mismo, en la inspección de la construcción de un cuartel militar regional que cubrirá los estados de Coahuila, Chihuahua y Durango, el general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos declaró -si el texto transcrito es es fiel-, que el objetivo de esas obras es “diversificar a nuestra gente y tener mejor cobertura en el territorio nacional… Esa es la orden que tenemos del Presidente”.
“El Presidente”, es Enrique Peña Nieto, cuya investidura adicional es la de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas mexicanas.
Como está ocurriendo desde hace meses, el general Cienfuegos apremió al Congreso de la Unión a que apruebe ya la Ley de Seguridad Interior, que en lo sucesivo regulará las funciones del Ejército en materia policial, responsabilidad de la autoridad civil, más allá de la Ley Federal de Seguridad Pública, derivada del artículo 21 constitucional.
Ayer nos enteramos desde San Lázaro, que la intención es aprobar esa iniciativa de ley, reglamentaria del artículo 29 constitucional, antes de que termine el actual periodo de sesiones el 30 de abril próximo.
Estamos a escasos siete meses de que el Instituto Nacional Electoral (INE) abra el calendario de las elecciones generales de 2018, con elección presidencial. Ominosos, se les tipifica a ciertos anuncios.
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
En el inicio de La era Trump, el Departamento de Seguridad Interior del gobierno de los Estados Unidos ha avisado que analiza la intención de separar a los padres de los hijos en los casos de migración ilegal que terminen en deportación.
Ayer, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong levantó las antenas y dijo que, aquella, sería una medida inapropiada. Señaló que la dependencia de Washington tendrá que revisar sus propios protocolos para no precipitar esa intención.
La propia Secretaría de Relaciones Exteriores ha advertido que se opondrá a ese procedimiento, que otras voces consideran inhumano.
De acuerdo con nuestros registros, desde que se disparó la expulsión de mano de obra familiar desde México, no pocos niños fueron abandonados a la mano de Dios por sus padres en la línea fronteriza del lado mexicano.
En sentido contrario, las estadísticas revelan que en años recientes han sido tirados en la frontera mexicana casi 20 mil niños no acompañados. Sí, es un acto inhumano el que ahora se denuncia con cargo al gobierno estadunidense.
Becas al por mayor a estudiantes deportados por EU
En México se tienen computados más de siete millones de ninis. Es la subcategoría en la que se encasillan a adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan por falta de oportunidades.
En semanas recientes, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, ha enviado solidarios mensajes a jóvenes estudiantes en tesitura de deportación en los Estados Unidos, diciéndoles que no se preocupen, que aquí tendrán amable acogida y se les protegerá con becas públicas.
Al menos las autoridades de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han declarado que estos planteles no tienen capacidad para recibir más alumnos.
El argumento se da por descontado: Sólo esas dos instituciones registran al año hasta 200 mil rechazados, porque la matrícula no resiste más. Pero Nuño Mayer porfía en su oferta.
Cuatro millones de mexicanos sin empleo
Ayer mismo, el secretario de Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida anunció programas laborales especiales para dar ocupación aquí a los compatriotas expulsados por el gobierno de los Estados Unidos.
Arguyó que los corredores industriales mexicanos estarían a punto de parálisis por la falta de mano de obra calificada.
Sólo tomando como confiables los reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sin contar con los subempleados, existe un déficit de casi cuatro millones de plazas laborales estables para nuevos demandantes, con independencia de sus rangos salariales. En fin.
La conclusión, es que a nuestros transterrados en los Estados Unidos se les está ofreciendo la felicidad aquí, sin consultarlos.
Y no se toma en cuenta que ellos salieron de México contra su voluntad. Y, sorpresas te da la vida: Lo que exigen, no es ayuda para regresar a su país, sino, según recurrentes testimonios, para permanecer en territorio estadunidense. Y lo harán, pese a los riesgos. Es cuanto.