EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra
En la versión mexicana, se dice así: “El que con niños se acuesta, exonerado lo sorprende el alba”. (La Madre Academia: Exonerar, “descargar el vientre”; de donde viene amanecer zurrado).
De senectus pasamos a Senado. Se confiaba en la Asamblea, por supuesto legislativa, por la sabiduría de los viejos. No por otra razón, en el paleolítico priista a los senadores se les conocía como Padres de la patria. ¡Qué tiempos aquellos!
Usted puede ver que, en lo alto de la tribuna senatorial mexicana, resplandece la oración que se le atribuye a Guerrero: “La Patria es primero”. (Je je je.).
Pero aquella, es historia vieja. La nueva, es que el poder en México ha sido usurpado por una cáfila de efebos que oscilan entre el pirruris y el yuppie.
Comen tacos a escondidas, porque prefieren las trattorias donde, en sus terrazas, pueden exhibir sus perfectas y coloridas aleaciones “de marca”: corbata, correa del reloj, zapatos y calcetines en puntual conspiración cromática. Para eso sirven los imagólogos, que no pueden pagar los que cometen el error de no vivir del presupuesto público.
La conjura de los necios
Los pirruris son una anomalía escénica injustamente atribuida a la Universidad Iberoamericana (UIA) por Televisa, que magnifica la excepción. Sin embargo, en la comarca pinolera, en un momento dado, coinciden tres especímenes de aquella deformación sociocultural.
Hoy, la vertiginosa espiral de la violencia envuelve y sobrecoge a la sociedad mexicana. En abono de la UIA, producto de la vocación educativa de la Compañía de Jesús, reconocemos su reciente manifiesto en el que demanda privilegiar el diálogo, en lugar de coartar la libertad de expresión, de atomizar y criminalizar a los maestros en medio de un contexto de inseguridad y graves violaciones a los derechos humanos en México.
Ese pronunciamiento de la comunidad académica jesuita fue emitido como condena a los graves hechos de violencia “perpetrados en Oaxaca mediante operativos ejecutados por la Policía Federal y estatal”.
Esos operativos son inspiración y diseño del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, egresado de la Universidad Iberoamericana.