EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra
En los momentos en que perciben la debilidad e inestabilidad del Estado mexicano, invariablemente hacen su irrupción agentes de la oposición orquestados bajo las más variadas coartadas y siempre hablando asaz en defensa de derechos de terceros.
Desde que se puso en agenda la Reforma Educativa, haciendo coro al discurso público diseñado por Mexicanos Primero, una legión de repetidores ha surgido en defensa de los derechos de la niñez.
Echando leña a la hoguera encendida por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes ven caballo ensillado y se les antoja viaje, se han montado en las graves circunstancias nacionales, agregando nuevos motivos de tensión social y política.
En esa estrategia, sectores clericales han hecho recular a Enrique Peña Nieto en su iniciativa de los matrimonios igualitarios, retirada ya de la agenda de las bancadas legislativas para el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión.
Se activan las troneras regiomontanas
A fines de la semana pasada, la Unión Neoleonesa de Padres de Familia de Monterrey -después de un encuentro a principios de agosto con la bancada del PAN en el Congreso estatal-, decidió introducir un recurso de amparo contra los Libros de Texto Gratuitos, con el objetivo de suspender su distribución en el nuevo ciclo lectivo de Educación Básica.
Desde hace días, esos padres amenazaron con arrancar de esos libros páginas relacionadas con la educación sexual: Ahora van por todo. Dependerá del juzgado de distrito en materia administrativa que recibió la solicitud de amparo, la suerte de esa política pública que atiende la gratuidad de la enseñanza.
Detrás de esas amenazas aparece la autoría intelectual de la Arquidiócesis de Monterrey.
Cíclicamente, las troneras del empresariado de Monterrey se activan en contra del gobierno federal. En un periodo, la ofensiva fue asumida por el insolente Grupo Monterrey; ahora, por los sedicentes herederos de ese ex poderoso clan que actúan como el Grupo de los 10.
El ataque a los Libros de Texto Gratuitos desde la Sultana del Norte, no es nuevo. Las primeras acciones se dieron desde el sexenio de Adolfo López Mateos, fundador de la Comisión editora de esa obra, que fue dirigida por el escritor Martín Luis Guzmán.
En su momento, el entonces gobernador de Nuevo León, Eduardo Livas Villarreal denunció que detrás de esa subversiva operación estaban los empresarios, “no los padres de familia”.
Durante el gobierno de Luis Echeverría, quien actualizo y amplió el alcance de esos libros, el obispo católico de la Diócesis de Mazatlán, Miguel García Franco acusó al presidente de tratar de hacer de México, “un burdel de costa a costa y de frontera a frontera”.
En días posteriores a las pasadas elecciones del 5 de junio, diversas facciones del clero político blasonaron que las derrotas del PRI fueron resultado de la resistencia de la Iglesia católica a los matrimonios igualitarios. No es un alarde gratuito cuando se sabe que fue el PAN el que resultó favorecido con esa intromisión en el proceso electoral.
Es obvio que la cancelación de la iniciativa de Peña Nieto se decidió como concesión a los promotores de esa resistencia. Selectiva respuesta la del gobierno. Frente a la oposición a la Reforma Educativa, se alega incesantemente que cualquier cambio a ese proyecto es facultad sólo y únicamente del Congreso de la Unión.
En el caso de los matrimonios igualitarios, desde Los Pinos se dictó la orden de reversa, que el Poder Legislativo atendió ipso facto.
Sin embargo, la víbora siguió chillando: Ahora son los Libros de Texto Gratuito la coartada para expresar la descalificación al gobierno de Peña Nieto. Los caminos de Dios son infinitos e inescrutables. Es cuanto.