Por Juan Bautista Rojo
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Esta novena cumbre de líderes del Norte, pasará a la historia diplomática, como uno de los primeros encuentros donde la presencia de México y el trato que se le confirió, se desarrolló en un clima entre iguales, sin mirar de arriba hacia abajo al primer mandatario mexicano y escuchar con atención sus propuesta.
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El presidente Joe Biden, reafirmó que nuestro país dejó de ser el patio trasero de Estados Unidos. Su administración ya olvidó la frase del “Buen Vecino”, instaurada como una política a distancia sujeta al capricho del gobernante en turno. Es una reunión ahora entre iguales, afirmo el primer mandatario estadunidense.
2. El discurso del presidente Andrés Manuel sobre la conducción de su política exterior de sumarse a la integración de América del Norte, para fortalecer una de las economías más vibrantes del mundo, y generar empleos, producir y consumir lo que generamos, para crecer, sin dar tregua a otras potencias, principalmente del continente asiático, de arrebatar este mercado, parece que les cayó bien tanto al presidente Joe Biden como al primer ministro Justin Trudeau.
3. La postura política sobre el tema migratorio que enarbola el presidente Andrés Manuel de incentivar el empleo en la región centroamericana como una solución para detener el torrente migratorio que al año alcanza más de un millón de ciudadanos de otros países cruzando nuestra frontera sur para llegar a la orilla de los Estados Unidos, se fortalece ante los resultados de contención para evitar lleguen más. Para ello, la política migratoria de México, ha sumado recursos económicos y militares para detener esas marchas, al establecer sedes de contención y analizar la posibilidad de asilo, a quien cumpla los requisitos o bien, ser repatriados, evitando la represión, salvo en casos que han sido sancionados cuando los impartidores de la justicia no han respetado las reglas impuestas por la Secretaría de Gobernación, o de la Seguridad Federal. En todo caso, se profiere un trato humanitario, como lo ha reafirmado la Secretaria de Relaciones Exteriores.
Incluso la prudencia de “esperar y estar atento a la Reforma Migratoria” que el presidente Joe Biden envió al Congreso de los Estados Unidos, se vio con buenos ojos.
Un reportero mexicano, en conferencia de prensa posterior con el canciller Marcelo Ebrard, cuestionó la existencia de tal iniciativa en el Congreso Estadounidense. La respuesta de la Cancillería fue que ya cuentan con el borrador de la misma y se la entregarán a la brevedad.
4. Con respecto al tema de las vacunas su adquisición, planeación y aplicación en México, el gobierno mexicano refrendó su posición, ya expresada ante la CEPAL y la Onu, de que los gobiernos del primer mundo, los más desarrollados, donen dosis a los países que carecen de las vacunas, o sea, los que menos tienen, para evitar continúe muriendo la gente por falta de antivirus.
Al mismo tiempo se demandó a las farmacéuticas internacionales, liberen la fórmula para que los países en combinación con la capital nacional logren producirla para sus países. En esa línea, coincidieron los presidentes Biden y Trudeau. Así el presidente mexicano encontró eco en sus ya históricas demandas en ese particular tema.
5. Los vítores y manifestaciones de apoyo de los residentes mexicanos en las afuera de la sede en Washington, como una muestra de la popularidad del presidente, es un factor que no puede ser pasado por alto.
En forma natural, el público mexicano se mantuvo atento a los mensajes del presidente, a través de las redes sociales, de los temas que abordó en la trilateral. Y para cerrar con broche de oro, el mismo mandatario mexicano, reconoció el interés por regularizar la estancia de 11 millones de mexicanas y mexicanos, de paisanos, en suelo gringo.
Este es un veloz repaso, aun breve, de las claves positivas de la estancia de presidente mexicano en la novena conferencia trilateral de gobernantes de América del Norte.