VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George
Si Pitágoras no se equivoca, 34 años son un poco más que un tercio de siglo. Es el tiempo transcurrido desde que Miguel de la Madrid, en campaña y al asumir su mandato, lanzó su iniciativa de Renovación Moral de la Sociedad con el fin de castigar la corrupción de los servidores públicos.
De la Madrid creó para ello la Secretaría de la Contraloría General de la Federación (Secogef).
El panista Vicente Fox, que caracterizó su gestión por cambiarle las denominaciones a las instituciones que heredó del régimen priista, le puso a la Secogef Secretaría de la Función Pública (SFP). Su primer titular fue el inolvidable Francisco Barrio Terrazas.
Fue tan pobre el resultado de la SFP (o quizá como blindaje preventivo a su retirada) que, a finales de su sexenio, el también panista Felipe Calderón decretó su desaparición. El priista Enrique Peña Nieto la resucitó.
Noticias: La SFP tiene una Unidad de “Ética”
Más de un tercio de siglo después y con el estreno de la ex procuradora general de la República, Arely Gómez como titular de esa dependencia, que sabe que ahí existe toda una joya de la probidad y la rectitud: La Unidad de Ética y Prevención de Conflicto de Interés. Nada más, pero nada menos.
Con todo y eso, ayer, en un foro titulado La Ética y Profesionalización en la Prevención, Detección y Análisis del Fraude, el responsable de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cámara de Diputados, Juan Manuel Portales informó que existen en la Procuraduría General de la República (PGR) denuncias de hechos que involucran a 15 gobiernos de los estados; prácticamente la mitad de las entidades federativas.
La causa más recurrente, es el uso indebido de recursos públicos federales. Sin nominar necesariamente a los gobernadores, el Auditor Portales sostiene que irregularidades detectadas en la revisión de las Cuentas Públicas abarcan a casi todos los gobiernos estatales.
¿Quién es el valiente que cortará la cabeza a esa hidra en la casa del jabonero? No somos adivinos.