Voces del Periodista Diario

Lo que falta es sentido común y voluntad política

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

Andan por ahí, algunos conspicuos y promiscuos priistas anunciando una iniciativa de reforma constitucional para instituir pronto en México los gobiernos de coalición.

En realidad, se trataría de pasar a una fase superior de la democracia contratada que tuvo, entre otros moldes, un cambio del sistema político alemán.

Una “democracia contratada” partiría del reconocimiento de derechos diferentes de los variados segmentos de la sociedad, que exigen participación en la formación de gobierno, de manera de dar estabilidad al régimen.

Eso lo saben hasta los que han leído sólo las solapas de los tratados sobre Teoría del Estado o de Ciencias Políticas, de los que en México quedan pocos y sólo en los cenáculos académicos, que sí leen y estudian los tratados completos; no en los partidos políticos, tan enfangados en los arreglos en lo oscurito.

Un solo partido no puede sacar el buey de la barranca

Una visión realista de la circunstancia política mexicana, es que ahora, en procesos electorales competidos, un partido solo por si mismo ni gana elecciones por mayoría ni llega al poder con la legitimidad necesaria para gobernar.

El asunto de los gobiernos de coalición se calentó cuando Enrique Peña Nieto empujó al PRI a jalar al PAN y al PRD, al Pacto por México.

Entonces diputado, Manlio Fabio Beltrones Rivera fue uno de los que tipificó ese pacto como fáctico. El sonorense es uno de los priistas que trae la onda de los gobiernos de coalición y promueve su propia iniciativa de reforma constitucional.

Algunos oportunistas mediáticos, como los que han pedido al Instituto Nacional Electoral (INE) el registro del Frente Ciudadano por México, no pasan de la epidermis del tema; ni siquiera llegan aún a constituirse en alianza o coalición electoral.

Están de por medio, en ese engendro, las candidaturas presidencial y las correspondientes el Congreso de la Unión. Es cuando los socios  de pondrán a la defensiva: Ahí no baila m’ija con el señor.

Los llamados a la Unidad Nacional sin agenda convergente

El asunto ronda sobre la pérdida de confianza popular frente a la exacerbación de la crisis económica, social y de seguridad pública, que dio pie a la convocatoria de unidad nacional; vacía, dicho sea de paso, de una agenda convergente, de interés para todos los segmentos de la sociedad mexicana convocados.

Nuevamente, después de los terremotos de septiembre, se ha invocado el imperativo de unidad nacional. Se machaca televisivamente en un lema: Fuerza México. Ni como spot pasa por los filtros de lo sublime.

No es para menos: Mientras que en el llano se hace populismo, en lo alto se negocia sólo con las representaciones de los económicamente poderosos, potenciales usufructuarios de los dineros para la reconstrucción.

Lo que no se encuentra en  el discurso público

Uno imaginaría lo que no se arriesga en el discurso público: “Tenemos que diseñar el Plan Nacional de Salvación Nacional. Dada la suspicacia sobre la credibilidad de los agentes del gobierno, instituiremos el Consejo Nacional Voluntario de Reconstrucción. Es indispensable que, en este organismo, consideremos la participación del Poder Civil, representado por las organizaciones no gubernamentales que, con tanta responsabilidad y solidaridad, se hicieron cargo de la asistencia a la población damnificada”.

La crisis humanitaria, como lo advirtió el presidenciable José Antonio Meade, no puede dejarse en las manos de los miserables que quieren acarrear agua a su molino electoral.

¿A qué hablar de gobiernos de coalición, si lo que urge ahora mismo, es la observancia del pacto social, federal, ya consagrado en la Constitución General de la República? Es cosa de sentido común y de voluntad política. Decimos.

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Redacción Voces del Periodista